Este verano de 2021, pandemias y restricciones aparte, nos ha permitido hacer algún desplazamiento por tierras españolas para despejarnos un poco de los sinsabores de estos aciagos tiempos. Es el caso del amigo Jaume, que amablemente nos ha cedido las fotografías que realizó durante su estancia en tierras de Huesca, y más concretamente en el Museo de Miniaturas Militares de la conocida Ciudadela de Jaca . Yo pude disfrutar hace años de un recorrido por dicha fortaleza, con anterioridad al establecimiento de este más que apreciable museo que, cual oasis en desierto, hace las delicias de los amantes de las miniaturas militares de cualquier época, y cubre un vacío que han dejado otros museos ya desaparecidos y añorados como el del barcelonés Castillo de Montjuich.
Tan solo nos queda dejaros con nuestra entrada semanal de hoy y recomendaros encarecidamente la visita de la Ciudadela de Jaca y su Museo de Miniaturas Militares.

Miniaturas napoleónicas en el Museo de la Ciudadela de Jaca
«La era napoleónica se considera desde 1799, con la llegada de Napoleón Bonaparte al poder, hasta su derrota en la batalla de Waterloo, en 1815. Europa vivió uno de sus periodos más convulsos. Las invasiones de Napoleón en gran parte de Europa, provocaron numerosas batallas, con la consiguiente mortandad y sufrimiento de la población. La derrota en la batalla de Trafalgar, la expulsión del ejército francés de España y el desastre de la campaña de Rusia, hicieron que Napoleón abdicara en 1814, siendo exiliado a la isla de Elba. Poco tiempo después huyó, tomando de nuevo el poder en Francia. Reorganizó su ejército, avanzando rápidamente para intentar derrotar a la coalición formada por ingleses y holandeses, que dirigía el Duque de Wellington, antes de enfrentarse al ejército prusiano, que avanzaba desde el este para ayudar a Wellington. El enfrentamiento decisivo tuvo lugar cerca de la población de Waterloo, en Bélgica. Napoleón fue definitivamente derrotado y desterrado de nuevo, esta vez a la isla de Santa Elena, donde falleció en 1821. El resultado de la batalla de Waterloo supuso para Europa una reestructuración política y social.
La sala contiene un diorama de 15 metros cuadrados en el que se pueden ver 5 momentos claves de la batalla representada por más de 8000 figuras. Esta espectacular maqueta ha sido construida por Raul Quilez y Alfredo González de forma artesanal y lleva miles de horas de trabajo en la creación y pintado a mano de todas las piezas así como del terreno y edificios.
Asimismo la sala reúne dos colecciones de miniaturas de uniformes de época napoleónica y de unidades militares participantes en la batalla, dos reproducciones de uniformes de soldados británicos y franceses y diversos planos, cuadros y un interesante vídeo explicativo de la batalla en su contexto general.» [1]















por D. Mario Armando Ocaña Carreño y D. Pedro Francisco Ramírez Mateo;
Derecha: 2º premio figuras 1998 – «Regimiento de caballería ligera Húsares de Burgos.
Capitán Primero 1812″, por D. Mario Armando Ocaña Carreño
Fuentes:
Imágenes:
Jaume Tarrats Mateu