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En esta ocasión nuestra entrada semanal está dedicada al Cuerpo de Infantería de Marina, con un más que sólido prestigio en la Historia Militar y cuya antigüedad quedó fijada por el RD 1888/1978, de 10 de julio, por el que se ratificaba y fijaba la antigüedad del Cuerpo en el año 1537, un procedimiento que se había repetido por sucesivas RO y Ordenanzas desde tiempos de Felipe V, en el año 1717. En todos estos años, el Cuerpo de Infantería de Marina actúo en las lejanas posesiones de la Corona, desde las Filipinas, las conquistas en el continente africano, las guerras en la Península, y lo sigue haciendo en nuestros días en misiones más allá de nuestras fronteras, desde Bosnia hasta Afganistán.
Entre los muchos héroes distinguidos del cuerpo destaca el granadero Martín Álvarez que, en 1797, durante el combate naval de Cabo San Vicente contra los británicos, defendió hasta caer sin sentido la bandera de combate del navío “San Nicolás de Bari”. Y otro ilustre distinguido fue Pablo Morillo, sargento del Real Cuerpo de Infantería de Marina, y que con el tiempo alcanzaría el empleo de teniente general del Real Ejército, y una remarcable participación en la Guerra de Independencia, donde en 1814 llegaría hasta los muros de Toulouse, en Francia, con su división integrada en el contingente británico de Wellington.
BANDERA CORONELA DEL CUERPO DE BATALLONES DE INFANTERIA DE MARINA (1802 – 1843 ).
Corresponde a la Ordenanza de 1802, que conservó algunas banderas del modelo de 1762; su color es morado por ser perteneciente a un cuerpo de la Casa Real (el color morado, carmesí para otros, ha planteado controversias y discusiones, por considerar si era en verdad morado o una tonalidad oscura del encarnado, o rojo sangre) y lleva anclas en las esquinas. El modelo perduró hasta el año 1843.
LA INFANTERÍA DE MARINA Y LA ARTILLERÍA ANTERIORES AL CONFLICTO
A principios del siglo XIX, según el EMA del año 1801, la Infantería de Marina constaba de 12.384 efectivos, unos 12 batallones de 6 compañías cada uno, con cuatro oficiales cada una, y un comandante con dos ayudantes por batallón. El cuerpo estaba nominalmente al mando de un teniente general de la Armada, con la denominación de «Comandante general de los Batallones de Marina». Los batallones se distribuían en los Departamentos navales de Cádiz (5 batallones), Cartagena (5 batallones) y en El Ferrol (3 batallones).
En 1805 se seguían organizando en 12 batallones de Infantería de Marina con 6 compañías cada uno, y cada compañía estaba al mando de un 1 capitán (teniente de navío) con 1 capitán segundo (teniente de fragata), un teniente (alférez de navío) y un subteniente (alférez de fragata). Poco antes de la derrota de Trafalgar el número aumentó a 12.528 plazas.
Tras Trafalgar, y más concretamente a finales de 1806, el total de fuerzas quedaron reducidas a 4 batallones, y a partir de 1807 se distribuyeron dos batallones en Cádiz, uno en Cartagena y otro en El Ferrol. A comienzos de 1808, había un total de 5.237 efectivos, casi un 60% menor que hacía 3 años antes.
LA INFANTERÍA DE MARINA Y LA ARTILLERÍA EN EL CONFLICTO
Una de las primeras acciones en que se vieron involucrados efectivos de la Infantería de Marina, aunque de una manera totalmente involuntaria, fueron las jornadas del 2 y 3 de mayo en Madrid. Una compañía de Granaderos procedente de Cartagena, prestaba sus servicios desde 1807 como Guardia en la Residencia de Godoy, en la Casa Grimaldi. Desde la detención de Godoy, ya no tuvieron que prestar dicho servicio y pasaron a la sede del Gobierno Militar (Casa de Correos), donde se encontraban la noche de 1 al 2 de mayo haciendo guardia. El piquete que se encontraba de guardia al mando del alférez de fragata Manuel Esquivel (que dejó escrito un relato de los hechos de aquellos días, así como del hecho que se encontraban sin munición por órdenes superiores), tras ser relevado, se logró retirar al mediodía a su cuartel, en plena carga de los jinetes franceses y la consabida confusión. A paso acelerado, pudieron llegar a su cuartel, proveerse de munición y realizar patrullas con las fuerzas imperiales por las calles de Madrid.
Una vez en estado de guerra en todo el país, se trató de organizar la Legión Real de Marina, y aunque no llegó a operar bajo esa denominación, se constituyeron 6 regimientos más que actuaron en diversos frentes durante la Guerra de Independencia.
En Bailén, el 19 de julio de 1808, tomó parte una compañía de granaderos de Marina agregada al 1er batallón de Reales Guardias1 en la división del general Lapeña. Esta compañía, al mando del teniente de navío Antonio Ulloa había salido de la Isla de León y se había incorporado en Utrera al ejército de Castaños. Después la compañía tomó parte en las batallas de Tudela (23 de noviembre) y de Tarancón (25 de diciembre) y en las retiradas de Cascante, Cuenca y Santa Cruz de Mudela, para incorporarse posteriormente al 2º regimiento de Marina.
La génesis de la Legión Real de Marina tuvo lugar en Aranjuez el 2 de noviembre de 1808, con el objeto de que “un Cuerpo de batallones de la Marina saliesen en campaña en unión de los ejércitos.” [1]. Posteriormente, tras la ausencia de la figura de los reyes, exiliados en Francia, la Junta Central dispuso por RD 16/01/1809 la formación de una gran unidad integrada por dos regimientos —seis batallones— de infantería y dos brigadas de artillería a las que se le daría el nombre de «Legión Real de Marina», denominación que no gustó a todos, con independencia de que salieran también otros batallones agrupados en regimientos, y también brigadas con cañones y hasta algún batallón sin piezas artilleras para batirse como infantería.
Esa «Legión real» sería mandada por el brigadier Serrano Valdenebro2, considerado el más idóneo en razón de su destino como comandante principal de los batallones del departamento de Cádiz. El 10 de diciembre de 1808 salieron de la isla de León los batallones designados, que habían de convertirse en los dos regimientos, primero y segundo, una vez completados con personal reclutado en Sevilla. Poco más tarde partieron igualmente de la isla las dos brigadas de artillería, primera y tercera, al mando del teniente de navío don Agustín Lobatón, que más adelante habrían de reunirse al primer regimiento, y de modo sucesivo, ya en Santa Olalla del Cala, en la provincia de Huelva.
Don Antonio de Escaño, como ministro de Marina, nos dice: «Que estaba organizándose dicho Cuerpo con el nombre de Legión Real de Marina (pese al informe negativo de don Juan Joaquín Moreno, capitán general de Cádiz), al mando del brigadier don José Serrano Valdenebro, a nuestra llegada a Sevilla [la de la Junta Central del reino], pero la urgencia de guardar los pasos de Santa Olalla, en el camino de Extremadura y de reforzar las tropas que se reunían en la Carolina de sierra Morena, obligó a dar las órdenes más precisas para que Valdenebro saliese con dos batallones de Marina y dos brigadas de artillería, para fortificar y guardar el paso de santa Olalla3».
El capitán de navío don Juan de Dios Topete salió para la Carolina con otros dos batallones formando el 2º regimiento y pasando después a La Mancha, y así quedó disuelta antes de formarse lo que la Junta Central había dispuesto fuese «La Legión Real de Marina». [2]
El 1er y 2º regimientos de Marina, teóricos integrantes de la efímera Legión Real, se baten en la batalla de Talavera (27/07/1809), formando parte de distintas divisiones, y en la derrota de Ocaña4 (19/11/1809), donde sufren gran cantidad de muertos y heridos (el 1er regimiento 24 oficiales y unos 1.000 soldados), a pesar de poder conservar sus banderas. El 1er regimiento estaba al mando del capitán de navío José Salomón y el 2º regimiento lo mandaba el brigadier de la Armada José Meléndez.
En Cádiz, aprovechando las guarniciones de los buques se había formado el 3er regimiento y después de la derrota de Ocaña, los restos del 1er y 2º regimientos se incorporaron al mismo.
En Cartagena, con las fuerzas de Infantería de Marina se formaron el 4º y 5º regimientos. El 4º regimiento fue enviado al “Ejército de la Derecha“ en Cataluña, y el 5º fue destinado a custodiar ciertas plazas.
El 1er batallón del 4º regimiento tomó parte en el socorro de Gerona, y en las acciones de Collsuspina, Centelles, Fuente Frías, Mollet y Santa Perpetua, así como la defensa de Tortosa, donde realizan varias salidas (13 de julio y 3 de agosto) contra los sitiadores imperiales. Con la rendición de la plaza a las fuerzas de Suchet, el batallón de Marina con 32 oficiales y 886 suboficiales al mando del capitán de fragata Francisco Beránger, quedan hechos prisioneros.
En el otro extremo de la Península, en Galicia, habían tres batallones de Infantería de Marina, con los que se constituyó el 6º regimiento de Marina (que operaría desde el 12 de junio de 1808 al 10 de abril de 1814, que tomó parte en las acciones de Rioseco, la toma de Zornoza, Balmaseda, Orrantia, Santa Marta, Puente de Sampayo, en la batalla de Espinosa de los Monteros (a las órdenes del brigadier Francisco Riquelme), en las tres de Lugo, en la retirada de Burgos, en la de Santa María de Tera y el ataque a la Bañeza, así como en la toma de Tordesillas y en el sitio de Astorga. Más tarde operaría en Galicia y Guipúzcoa, donde tripularían una goleta y un bergantín tomados a los franceses y 9 lanchas cañoneras y obuseras que tomaron parte en el bloqueo de San Sebastián. Finalmente tomaría parte en la batalla de San Marcial y en la de Tolosa, en tierras francesas.
En febrero de 1813, en la Isla de León se había reorganizado el 3er regimiento de Marina, destinado a la guarnición de los buques.
El Real Cuerpo de Brigadas de Artillería de Marina constaba en 1808 de 18 brigadas (de 130 hombres cada una) al mando de un teniente de navío y como segundo un teniente de fragata. Las brigadas estaban compuestas por 1 comandante (teniente de navío); 1 teniente de fragata; 1 teniente, alférez de navío; 1 subteniente, alférez de fragata; 4 condestables primeros; 4 condestables segundos; 8 cabos primeros; 8 cabos segundos; 2 tambores; 16 bombarderos; 48 artilleros y 64 ayudantes. Estaban repartidas geográficamente entre los tres Departamentos navales:
- En Cádiz: 1ª, 3ª, 4ª, 9ª, 10ª, 11ª y 20ª
- En El Ferrol: 2ª, 5ª, 8ª, 12ª, 13ª, 14ª y 19ª
- En Cartagena: 6ª, 7ª, 15ª, 16ª, 17ª y 18ª.
En diciembre de 1808 la 1ª y 3ª brigada salieron de la Isla de León y se unieron al 1er regimiento de Infantería de Marina en Santa Olalla (Huelva), situándose respectivamente en un lugar llamado Venta del Culebrín y en el camino que llevaba a Fregenal de la Sierra. Se batieron en la invasión de Andalucía en 1810, al dirigirse los franceses hacia Extremadura. En 1811, al rendirse la ciudad de Badajoz, fue hecho prisionero un destacamento de artilleros de Marina. Con las brigadas del Departamento de El Ferrol, se formó un batallón que combatió en Rioseco, Bilbao, Balmaseda y Espinosa. La 4ª compañía tomo parte en la defensa de Madrid. En Tarragona en junio de 1811 se incorporó un destacamento de brigadas a la defensa de la ciudad, hasta la capitulación de la plaza.
UNIFORMIDAD
Iniciada la Guerra de la Independencia, se tomó la disposición que las tropas de Infantería de Marina, cuando estuvieran integradas en unidades del Ejército, se rigiesen en todo según las ordenanzas de las demás tropas, lo que trajo consigo la aparición de las sardinetas en los puños de los granaderos, ya que en los uniformes azules de Infantería de Marina no se llevaban. Con los primeros compases de la contienda se hizo necesario renovar el vestuario, dada la dureza de la vida en campaña, por lo que se sustituyó el uniforme por otro más sencillo y económico, especialmente para los batallones expedicionarios en ultramar. [3]
En la Real orden de 21 de octubre de 1815 se estipulaba que el uniforme del cuerpo de Marina sería igual al de los regimientos de Reales guardias de infantería, con la diferencia de que en la tropa el galón y Sardineta (prenda) serían de color amarillo en el cuello, vueltas y carteras de la casaca, con iguales sardinetas en cada extremo del pecho. Para uniforme de a bordo llevaban chaqueta, pantalón y poncho de paño color pardo con cuello, vuelta y vivos encarnados.
ALFEREZ DE NAVÍO (INFANTERÍA DE MARINA)
El uniforme estaba basado en la RO 1/07/1802. Consistía en una casaca azul, collarín y solapa vuelta encarnada, terminada en punta por la parte superior, forro de la casaca encarnado, chaleco y pantalón blancos.
El dibujo muestra la casaca abierta de las Ordenanzas de 1793. Sombrero con galón de oro y escarapela roja con presilla amarilla, zapatos y charretera sobre el hombro derecho (por RO 10/03/1769) señalando el empleo de alférez de navío.
OBLIGACIONES (RONv 1802): Posesión del instrumental y cartografía necesarios, presentación en guardias y actos públicos, repartición de guardias, facultades del oficial de Guardia, etc. [4]
INFANTE DE MARINA EN UNIFORME DE TIERRA
El uniforme estaba basado en la RO 10/08/1802. Consistía en una casaca corta azul, cuello, vuelta y forro encarnados, con portezuela azul en la vuelta y tres botones en ella, y en el cuello un ancla, chaleco y pantalón blancos (En EMA, chaleco blanco y pantalón azul). Corbatín y botín corto negro. Sombrero con presilla amarilla y escarapela roja, sin galón. Para el gorro de cuartel, era rojo con manga azul y borla roja. Por RO 11/08/1804 se dispuso que los botones, cintas y forros empleados en la confección fueran blancos.
OBLIGACIONES: tareas de vigilancia a bordo de los navíos y combatían en las cubiertas y cofas5, disparando sobre las dotaciones enemigas.
En tierra firme la Infantería de Marina tenía la misión de guarnecer los arsenales y barcos de guerra, proveer las guardias de honor en los Departamentos navales, etc. [4]
GRANADERO DE INFANTERÍA DE MARINA EN UNIFORME DE A BORDO
El uniforme de servicio de a bordo era de loneta marrón (tela de algodón o cáñamo delgada), vueltas y vivos (filetes o cordoncillos en los bordes de las costuras) encarnados, corbatín negro y ancla en el gorro y cuello de la casaca. Al ser granaderos, llevaban también las sardinetas (trozo de galón áspero para encender mixtos) en los puños y coderas. Se utilizaban también polainas de paño negro y zapatos. El gorro del cuartel rojo con galón amarillo, chapa dorada ovalada y manga marrón, con la borla roja, aunque existe alguna versión con la borla amarilla.
Según RO 11/1808 aparecieron las sardinetas en los puños del uniforme azul. [4]
La Compañía de Granaderos de Escolta de Godoy tenía un equipo más «vistoso»: «… gorros de piel de oso, mangas con el escudo de España bordado entre anclas y vivos de hilo dorado». Habían sustituido las cananas por dos bandoleras, una para el sable y la bayoneta, y otra para la bolsa granadera en su color natural. [3]
ARTILLERO DE MARINA
El uniforme estaba basado en la RO de 10 de agosto de 1802. El de diario en tierra consistía en una casaca y solapa azul con vivos, vuelta, cuello y forro encarnados con portezuela azul en la vuelta y tres botones en ella, y en el cuello una ancla y una bomba; chaleco y pantalón blanco; corbatín y botín negros. Embarcados en la nave, el uniforme era una chaqueta y pantalón de paño con forro, cuello y vuelta encarnada con portezuela parda; chaleco blanco, corbatín negro, botín corto y gorra con un ancla y dos bombas. A lo largo de la campaña se le dotaría también de un poncho pardo.
El gorro del cuartel era rojo, manga azul, borla roja y chapa dorada ovalada con un ancla y dos bombas. Según otras versiones (Ordovás), gorro rojo con galón amarillo, chapa dorada ovalada y manga marrón.
En cuanto a las divisas de los diferentes empleos, los primeros condestables traían dos charreteras de hilo de oro y seda carmesí; los segundos, una; los cabos primeros, dos galones en la vuelta; los segundos, un solo galón; los bombarderos, una bomba bordada en la vuelta; los artilleros, una palanqueta bordada en la vuelta, y los ayudantes, lisa la vuelta. El sombrero ostentaba presilla amarilla y escarapela roja, pero carecía de galón.
Abreviaturas empleadas: RD: Real Decreto; RO: Real Orden; RONV: Real Ordenanza Naval; EMA: Estado Militar de la Armada
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1El coronel del regimiento de Reales Guardias se expresará en estos términos: “Estoy sumamente satisfecho de la conducta de esos dignos oficiales y bizarros soldados de Marina durante el tiempo que han permanecido en unión con mi regimiento; no cumpliría con lo que exigen la verdad y la justicia si no dijese a Vuecencia que en las acciones de guerra han sido un ejemplo de bizarría, y fuera de ellas un modelo de disciplina, pudiendo asegurar que así yo como los demás oficiales de mi Cuerpo, vemos esta separación con pena«. [1]
2José Serrano Valdenebro, nació en Cortes de la Frontera (Málaga) en 1743 y murió en Cartagena (Murcia) en 1814. Fue marino militar y Diputado. En 1759 ingresó en el Ejército, donde desarrolló toda su carrera. En 1790 figuraba adscrito como capitán de navío al mando del buque San Leandro en El Ferrol. Dos años después, en su hoja de servicio consta que en el combate “le dejaron las manos casi sin dedos y con poco movimiento en la parte que le ha quedado de ellos”, solicitando por ello permiso para tomarse un permiso para reponerse. Fue nombrado jefe de Escuadra y gobernador de Cartagena por la Regencia en diciembre de 1812. Fue también Diputado por el reino de Granada en las Cortes Generales y Extraordinarias (1810-1813), elegido el 1 de marzo de 1813 en el Ayuntamiento de Granada. En enero de 1811, antes de ser diputado, había enviado un Memorial a la Regencia donde expresaba su preocupación por lo que estimaba deficiente estado del Ejército y, como la guerra le sorprendiera en su pueblo natal, Cortes de la Frontera, se puso al frente de una guerrilla junto con Andrés Ortiz de Zárate, conocido como El Pastor que puso su cuartel general en Jimena de la Frontera. Como diputado no tuvo ningún tipo de participación activa. Murió de pulmonía cuando desempeñaba su cargo de gobernador de Cartagena y jefe de Escuadra. [2]
3El movimiento de las tropas de Valdenebro era necesario sobre el terreno ya que Cuesta había sido derrotado en la batalla de Medellín y los franceses podrían haberse presentado en Sevilla, casi sin oposición. [1]
4A pesar de la derrota el jefe de la 7ª división del ejército de Andalucía, el general Copons, expresó al jefe del 2º regimiento, el brigadier de la Armada José Meléndez Bruna: “Si todo el ejército hubiese sido de marinos, estaríamos paseando por el Prado”
5Meseta colocada horizontalmente en el cuello de un palo para fijar los obenques de gavia, facilitar la maniobra de las velas altas, y antiguamente, también para hacer fuego desde allí en los combates.
Fuentes:
1 – «La Marina en la Guerra de la Independencia», Carlos Martínez-Valverde (Capt. navío), Editora Nacional, Madrid, 1974
2 – “El Jefe de escuadra Serrano Valdenebro y los contrabandistas rondeños” – José Cervera Pery, General auditor, “La marina en la Guerra de la Independencia II y III, ciclo de conferencias – abril 2008 y marzo 2009, cuaderno monográfico n.º 59, Madrid, 2010
3 – «Uniformidad de la Armada en la Guerra de la Independencia» – Fernando González de Canales, Capitán de navío (R), “La marina en la Guerra de la Independencia II y III, ciclo de conferencias – abril 2008 y marzo 2009, cuaderno monográfico n.º 59, Madrid, 2010
4 – “Uniformes de Trafalgar (1805)” – Carlota Pérez Reverte, Balkan Ediciones Editorial SL., 2008.
5 – «Uniformes de la Armada. Tres siglos de Historia (1700-2000). Reglamentos de Uniformidad y prendas de uniformes«. Volumen I, Ministerio de Defensa, junio 2013
6 – https://dbe.rah.es/biografias/96096/jose-serrano-valdenebro
7 – https://es.wikipedia.org/wiki/Cuerpo_de_Batallones_de_Marina
8 – «Valores tradicionales: Antigüedad, banderas y patronos de la Infantería de Marina Española» – Hugo O’Donnell y Duque de Estrada – Cuaderno Monográfico 81 2020
10 – https://www.boe.es/diario_boe/txt.php?id=BOE-A-1978-20838
11 – «El Origen Militar de los Símbolos de España» – RHM, Año LIX 2015 Núm. Extr.
Imágenes:
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