La gestión del envío de tropas a Cataluña entre septiembre y octubre de 1808

En esta primera entrada de 2024 intentaremos dar algunos ejemplos de los esfuerzos y gestiones de la Junta Superior de Cataluña – y sus representantes en la Junta Central – entre septiembre y octubre de 1808 para conseguir el envío de tropas al Principado desde otros puntos de la geografía peninsular y tratar de contrarrestar el poderío bélico de las tropas imperiales en Cataluña. Lo veremos a través de parte de la correspondencia que se intercambió entre las partes en un momento clave en la contienda donde las tropas francesas en Barcelona se encontraban bloqueadas en la ciudad mientras el contingente imperial de auxilio del general Saint-Cyr aún se estaba concentrando en Perpiñán al otro lado de la frontera.

Los ejemplos se basan en tres cartas: un Oficio enviado por los representantes de Cataluña en la Junta Suprema Central a los generales Castaños y Dalrymple en Portugal, una carta del almirante Collingwood a la Junta Superior de Cataluña frente a la rada de Tolón y la carta del mariscal de campo Gregorio Laguna a la Junta Superior de Cataluña enviada desde Gibraltar.

La recién creada Junta Superior de Cataluña se estableció en Villafranca del Panades1 entre el 5 de septiembre y el 3 de noviembre de 1808. Los fracasos de las tropas imperiales en los asedios de Gerona y en los pasos de El Bruch permitieron al por entonces capitán general  de Cataluña, Domingo Mariano Traggia Uribarri2, el marqués del Palacio, la oportunidad de bloquear la Ciudad Condal y reducirla por el hambre. Traggia estableció su cuartel general en Villafranca del Panadés el 29 de agosto y donde la Junta Superior de Cataluña lo siguió. En los dos meses que permanecieron en la localidad los miembros de dicha Junta se esforzaron para poner a Cataluña en pie de guerra y obtener la ayuda militar y económica que necesitaban3.

Cuando la Junta Central finalmente se reunió en Aranjuez el 25 de septiembre de 1808, los representantes de Cataluña4 reconocieron su autoridad y mostraron su adhesión al tiempo que pidieron la pronta asistencia y auxilio en el esfuerzo bélico. Como ya sabemos y veremos más adelante, casi todas las principales fortalezas estaban en poder del enemigo - que, aunque había tenido algunos reveses militares, distaba de encontrarse derrotado – y sin la posesión de Barcelona, centro administrativo y motor económico del Principado, la Junta de Cataluña no podía afrontar los gastos que se le demandaban. La relación con los estamentos centrales no dejó de tener sus momentos de tirantez, un significativo parangón con tiempos posteriores, como señala Desdevises du Dezert:

«La querelle de procédure avec le Conseil de Castille se renouvêlait à chaque incident nouveau. Les juntes de district renvoyaient docilement à la Supérieure tous les plis qui leur étaient adressés par le Conseil, la Junte se plaignait de recevoir parfois les ordres de la Suprême par l’intermédiaire du secrétaire du Conseil, elle les faisait cependant exécuter par amour du bien public.» [2]

En otra muestra de pretendida independencia soberana en el propio territorio, la Junta de Cataluña nombraba empleados y distribuía empleos militares: el 26 de septiembre acordó otorgar al marqués de Palacio, por entonces mariscal de campo, el empleo de teniente general de los Reales Ejércitos para, a renglón seguido, lógicamente, la Junta Central reivindicar su potestad para otorgar o promocionar empleos militares, por lo que a partir de entonces la Junta Superior de Cataluña se abstuvo de dicha prerrogativa.

El marqués de Villel y el barón de Sabasona, representantes de Cataluña ante la Junta Suprema Central, escribieron por su parte al general Castaños y al comandante en jefe del ejército inglés en Portugal, Dalrymple5, para darle una visión del estado de Cataluña6 y de su demanda del auxilio militar y económico que se necesitaba. La carta es un interesante ejemplo del estilo epistolar de la época, y merece la pena por su análisis de la situación militar (quizás asesorados por terceros, en especial para las opciones de desembarco de tropas que enumera) y por el reflejo del descalabro económico que supuso el conflicto para el comercio de la región, aunque los supuestos objetivos previstos en caso de ayuda por parte de los representantes de la Junta se nos antojen algo quiméricos para lo que fue el desarrollo real de la contienda. Según Desdevises de Dezert (ver bibliogr.) Castaños informó por escrito que 12.000 hombres se embarcarían en Portugal y 8.000 en Granada, pero las tropas que llegaron finalmente quedaron muy lejos de ese número.

Oficio de los representantes de Cataluña al general Dalrymple (21/09/1808)

CARTA DE LOS REPRESENTANTES DE CATALUÑA AL GENERAL DALRYMPLE

General Dalrymplea

«El Exmo. Señor D. Francisco Xavier Castaños7, à quien nos hemos dirigido como Diputados de la Suprema Junta de Gobierno de Cataluña à la central pa. obtener los socorros de tropa, artilleria, municiones, y armas qe. necesita la Provincia pa. poder resistir a las fuerzas del enemigo, nos dice con fecha de 19, del corriente, entre otras cosas lo siguiente…,,

El General Dalrrimple qe. manda en Gefe las fuerzas inglesas en Portugal, sobre ser mi particular amigo, tiene recomendacion y encargo de su Gobierno pa. entenderse conmigo, y proteger mis operaciones: estaba acordado embiar refuerzos à los exercitos de Castilla, y le aviso qe. immediatame. dirija sus mismas acia Cataluña, socorriendo à esta Provincia con infanteria, caballeria, artilleria, armas y municiones; lo qe. podra executar y verificar su desembarco, llegando con tanta, ó mas celeridad qe. las tropas que Yo embiase aun en caso de tenerlas en este momento, y poder disponer de ellas…,,

Segun este oficio que nos impone ya la grata obligacion de anticipar à V.E. las gracias pr. sus buenas disposiciones à favor de la nacion española, no tiene duda qe. la generosidad inglesa es la qe. va à socorrer à una Provincia qe. à pesar de las maximas y principios de nuestro anterior Gobierno, ha sido siempre amiga de la Gran Bretaña, y ha mirado como una de sus mayores calamidades el haber de interrumpir el trato y comercio que con utilidad reciproca alimentaba sus relaciones: Y a fin de que V.E. en esta causa comun qe. defendemos pueda proporcionar los auxilios à las verdaderas necesidades, nos ha parecido oportuno decir algo del estado de aquella Provincia pa. qe. V.E. pueda proceder con mas conocimiento.

Desde los primeros momentos de nuestra dichosa Revolucion se propuso la Provincia levantar un exercito de 4000 hombres8 pa. conservar su independencia, y arrojar à los perfidos enemigos, qe. con inaudita alevosia se habian apoderado de sus principales fuertes, y ocupado la Capital. Este armamento considerable se hubiera verificado en pocos dias; pero la falta de armas, de municiones, y de toda suerte de pertrechos de guerra, inutilizò este generoso esfuerzo, y la Provincia se vio en la dura necesidad de oponer à las legiones francesas unos pelotones de paysanos mal armados, qe. se han coronado de triunfos en los parages montuosos, mas que no han podido resistir al impetu de la caballeria en las llanuras. De aqui ha resultado que los Franceses en el pais llano han saqueado, robado y quemado à su placer una inmensidad de pueblos, y que nuestros valerosos defensores no han podido sacar otro punto de su heroismo, qe. el de matar al enemigo tal vez la mitad de su exercito.

Si al principio nuestros Somatenes y despues los migueletes, ò sean tropas ligeras hubiesen tenido un competente numero de caballeria, quedarian ya muy pocos Franceses en la Provincia; pero esta falta no solo ha impedido à nuestras tropas el emprender acciones decisivas, sino que ha dado lugar à qe. los enemigos pudieran recibir refuerzos……. refuerzos que si antes fueron de poca consideracion para darnos cuidado, en el dia son bastantes para temer una invasion general, pues se nos asegura qe. han entrado ya 5000 hombres, y que en Perpiñan se espera mayor numero. Estos refuerzos agregados à los 12_ ó mas miles hombres que ocupan el Castillo de San Fernando de Figueras, las fortalezas de la Capital, y el fuerte Pio9, podran componer luego un exercito considerable, al qual no podemos oponer mas de unos 7000 hombres de tropa de linea, y unos 1500 ó 1600 de migueletes mal armados, y sin caballeria, que es en el dia toda nuestra fuerza pr. faltarnos armas pa. habilitar à los demas Migueletes.

En esta situacion en que los Franceses son dueños de los principales fuertes (por que nuestros no conservamos mas por la parte invadida que Rosas en la costa, y Gerona y Hostalrich entre Barcelona y Figueras) tienen una numerosa caballeria, y todos los pertrechos necesarios para toda suerte de acciones de guerra; es de temer que si pr. nuestra parte no se junta un exercito grande con la caballeria correspondiente, atacaran pr. tercera vez la Plaza de Gerona, atacarán también Rosas y Hostalrich, y ganando estas fortalezas tienen absolutamente abierta la comunicacion con Francia, y à su disposicion la mitad del Principado qe. debastarán como acostumbra.

Esta sencilla exposicion persuadira à V.E. que nos hallamos en la necesidad de que los refuerzos qe. V.E. nos dispense, sean tan numerosos como se pueda, que abunde en lo posible la caballeria, y tambien la artilleria, armas y municiones, à fin de qe. se pueda completar el armamento de la Provincia. Si V.E. tiene la bondad de segundar nuestros deseos puede esperarse echar de ella, y de sus fuertes muy en brebe al enemigo, cerrarle las fronteras, abrir de nuevo el comercio, gustar los beneficios de nuestra paz y proporcionar medios para sostener la guerra con la circulacion del numerario, qe. ademas de ser escaso, se halla estacado, pues bien se hara V.E. cargo qe. en nuestra situacion actual la falta de dinero es un obstaculo qe. impide nuestras operaciones , y nos precisa suplicar, y esperar que V.E. cuidará de la manutencion y paga de sus tropas10 mientras permanezcan en nuestro Pais.

El marques del Palaciob

Persuadidos à qe. V.E. se harà cargo de quanto importa qe. se reciban pronto estos socorros, solo añadiremos, sin animo de prevenir las sabias disposiciones de V.E. qe. si el punto de desembarco es Tarragona podran reunirse facilmente las tropas de V.E. con las de nuestro Quartel General qe. se halla en Villafranca: Si Rosas se hallara en una situacion ventajosa para impedir la entrada de los Franceses, tendran un puerto capaz y seguro, y el abrigo de nuestras fortalezas: y si S. Felix de Guixols pr. su immediacion a Gerona no solo puede desbaratar los proyectos del enemigo contra esta plaza importantisima, sino acudir a qualquier punto que combenga. En suma esperamos de la bondad de V.E. que sobre todos estos puntos se pondra de acuerdo con el Capitan General de la Provincia, el Señor Màrques del Palacio, à quien hemos dado los avisos correspondientes pa. el efecto.

Por fin, Excmo. Señor. la Provincia de Cataluña, à quien tenemos el honor de representar, no duda de que V.E. animado de los sentimientos generosos qe. felizmente han restablecido la paz y la armonia entre la Gran Bretaña y la España, y considerando qe. nuestra causa ademas de ser en si misma la mas justa que hasta ahora haya defendido nacion alguna, es la de toda la Europa, y tal vez de la humanidad entera; no solo se complacera en proporcionarle todos los auxilios qe. esten en su mano, sino que contribuira ademas à que su Gobierno los acreciente, seguro de qe. el Pueblo Español no es menos celoso de su independencia, qe. de corresponder con noble agradecimiento à los beneficios qe. recibe.

Dios guarde à V.E. ms. as. Madrid 21 de Septiembre de 1808

Exmo. Señor

Al Exmo. Señor General Dalrrimple.»

CARTA DEL ADMIRANTE COLLINGWOOD A LA JUNTA SUPERIOR DE CATALUÑA

Cuthbert Collingwoodc

La carta del almirante Collingwood, interesante para el aficionado bajo todos los puntos de vista, es una sencilla pero clara muestra del desempeño de la Royal Navy británica en el Mediterráneo y su imprescindible ayuda logística y militar a las tropas españolas en tierra.

Al permitir el gobierno español el atraque de la flota británica en los puertos de las islas, sobre todo el de Mahón, facilitaba considerablemente a los ingleses la vigilancia de los puertos y costas franceses, les proporcionaba un buen puerto de cobijo en invierno y el comentado apoyo a las tropas españolas en el Levante y Cataluña.

Carta del almirante Collingwood a la Junta Suprema de Cataluña (21/09/1808)

«Océano, frente a Tolón, 24 de septiembre de 1808

Excelentísimos señores

He recibido la Carta que ustedes tuvieron el honor de transmitir por medio del Sr. Wilkie11, Cónsul General de Cartagena, pidiéndome que solicitara al Gobernador de Mallorca que la caballería de esa isla fuera enviada a unirse al Ejército en Cataluña y facilitar su traslado.

Tengo un sincero interés en todo lo que pueda favorecer el éxito de esta gran Causa en la que España está comprometida, y haré lo que ustedes requieran: Tan pronto como tenga un barco para enviar a Mahón o Palma escribiré al General Vives12 y le solicitaré que envíe esta caballería13, que al no ser necesaria en la isla será de infinito servicio en el Continente, y espero que el Gobernador no lo dude.

Estando en Cádiz conseguí algunos pequeños cañones preparados para ser utilizados en el campo con el ejército, no tenían carruajes, y sólo pude conseguir dos en Gibraltar: Seis de esos cañones fueron desembarcados en Alfaque y entregados al Gobernador de Tortosa, tres que envié a Rosas en un buque de guerra, y algunos otros están en las Fragatas para desembarcar dondequiera que actúe el ejército español, y los quiera.

Tengo el honor de ser Excelentísimos Señores Su más obediente y humilde servidor         Collingwood

Sus Excelencias de la Junta Suprema de Cataluña»

«Ocean, Off Toulon, 24th September 1808

Most Excellent Sirs

I have received the Letter which you did me the honor to transmit by Mr. Wilkie11 the Consul General of Carthagena, requesting that I would make application to the Governor of Majorca that the Cavalry in that Island should be sent to join the Army in Catalonia, and give facility to their passage.

I have a sincere interest in whatever may promote the success of this great Cause in which Spain is engaged, and will do what you require: _ As soon as I have a Ship to send to Mahon or Palma I will write to General Vives12 and request him to send this Cavalry13, _ which not being wanted in the Island will be of infinite Service on the Continent, and I hope the Governor will not hesitate.

When at Cadiz I procured some small Cannon proper to be used in the Field with the Army,_ they were without carriages, and I could only procure two at Gibraltar: _ Six of these cannon were landed at Alfaque, and delivered to the Governor of Tortosa,_ three I sent to Rosas by a Ship of War, _ and some others are in the Frigates to be landed wherever the Spanish Army may be acting,_ and whant them.

I have the honor to be Most Excellent Sirs Your most obedient and most humble servant         Collingwood

Their Excellencies of the Supreme Junta of Catalonia

CARTA DEL OFICIAL GREGORIO LAGUNA A LA JUNTA DE CATALUÑA

La carta del mariscal de campo Gregorio de Laguna14 en de un estilo más sencillo – y apasionado – nos proporciona interesantes datos sobre el traslado de las tropas desde Portugal a Cataluña, con los supuestos obstáculos por parte del comandante británico al que quizás no le haría gracia este lento goteo de tropas fuera de su alcance en el extremo opuesto de la Península, haciendo a su vez escala en Gibraltar – con cambio de barco incluido – y, en resumen, una travesía que duró desde el 3 de octubre hasta el 24 de octubre de 1808, que nos da también una idea de los tempos de este tipo de transportes de tropas por mar.

Carta de Gregorio de Laguna desde Gibraltar (9/10/1808)

«Exmos Señores y demas Vocales de la Junta suprema del Principado de Cataluña

Exmos Señores

Hallandome en la Corte de Lisboa, pronto para partir con la division de mi mando pa. el Exto de Extremadura, se presento el Oidor Dn. Josef de Elola15 vocal de hesa suprema Junta con los pasaportes y demas documentos qe. autorizaban su persona; hecho me presente la urgente necesidad en qe. se hallara la Cataluña de prontos socorros de Tropas, sin embargo deno hallarme con Ordenes del Gral en Gefe del Exto. de Extremadura, de donde dependia esta division y acordandome qe. la causa qe. defendemos es igual en todas las provincias combenimos hunanimes en pedir à los Inss. las Embarcaciones nesesarias pa. el transporte de estas Tropas hasta Tarragona; Todo se ha conseguido sin embargo de un millon de obstaculos qe. nos presentaba el Gral. Dalrriple, hombre malo y Enemigo de la España, pr. fin despues de mil trabajos, tube el gusto de ver el dia dos toda mi Tropa embarcada y el tres salimos de aquel Puerto para ntro. destino; pr. desgracia no hemos tenido ni un solo dia viento favorable, con vientos contrarios y flojos, hemos llegado oi à Gibraltar, en donde se queda la Fragata qe. nos comboyaba, y en su lugar nos conduze un Navio de Guerra; no podre augurar à VEE cuando tendré el gusto de presentarme à tomar las ordenes de tan respetable Justa, y presentarles tambien la Dibision mas valiente del Mundo, y la qe. à imitacion de su Gefe, tanto la Oficialidad como la tropa, van sumamte. contentos à las Ordenes de la Junta de Cataluña, y a defender su suelo hasta la ultima gota de su sangre.

Esta division qe. impugnemte. fue desarmada, ba oi con armamento nuebo Ynss. y mui bien acondisionado, y ademas llevo dos Compañias de Artilleria Volante, alas qe. solo les faltan los Caballos, y veinte mil fusiles tambien Ynss.: Todo lo qe. me ha paresido poner en noticia de VEE para qe. à mi llegada à Tarragona16 puedan comunicarme las ordenes qe. tengan a bien señalar à este su mas Atento Subdito: y Fiel Vasallo de Fernando Septimo: Dios guie a VEE.

Gibraltar 9 Obtubre de 1808

Exmos Señores

Gregorio Laguna

Exmos Señores. Presidente y demas Sres. Vocales de la Junta.«

– – – – o – – – –

1La Junta de Cataluña tendría una agitada existencia. Entre junio de 1808 y diciembre de 1812, la Junta Superior de Cataluña se establecería en unas 20 localidades, dependiendo de la mayor o menor proximidad de las tropas imperiales en la región, a saber: Igualada, Lérida, Tarragona, Villafranca del Panadés, Martorell, San Feliu de Llobregat, Villafranca del Panadés (2), Tarragona (2), Poblet, Manresa, Villafranca del Panadés (3), Reus, Solsona, Tarragona (3), Villanueva y la Geltrú, Montserrat, Solsona (2), Berga, Sallent, Vich y Berga (2).

2Traggia Uribarri, Domingo Mariano. Marqués del Palacio. [Zaragoza, 20.XI.1744 – Badajoz, 14.I.1816]. Teniente general de los Reales Ejércitos. El 1 de febrero de 1808 fue ascendido a mariscal de campo y el 4 de junio fue nombrado gobernador militar y político de Menorca, defendiéndola de franceses e ingleses, que habían ocupado el puerto de Mahón. De allí salió con toda la guarnición, con entre cuatro y seis mil hombres, según las fuentes, con dirección a Cataluña, desembarcando en Tarragona el 22 de julio, siendo luego designado capitán general del principado de Cataluña. [7]

3Las primeras medidas que se contaban para la Junta de Cataluña eran actuar contra los franceses y afrancesados catalanes o todos aquellos partidarios del invasor, siguiendo la política de represión instaurada por la Junta Suprema del Reino desde finales de octubre de 1808, por un tema de fervor patriótico o de adhesión a la causa, pero también por los pretendidos dividendos que podían aportar la confiscación de los bienes de los perseguidos a las exhaustas arcas. La medida tendría un efecto desigual y tardío en el tiempo, ya que como señala Miguel Artola: «El posterior desarrollo de la guerra, con la casi total ocupación del país por las tropas francesas, limitó estas actividades, aplazando forzosamente su reanudación hasta la total liberación del territorio español.» [4]

4Por el Acta de la Installacion de la Junta Central Suprema y gubernativa del Reino fechada en Aranjuez el 25 de Septiembre de 1808, los Diputados representantes por Cataluña eran Juan Antonio de Fivaller y Brú, marqués de Villel y conde de Darnius y José Francisco de Ferrer-Llupiá-Vila de Savassona y de Ibáñez-Cuevas, barón de Sabasona. El conde de Floridablanca era el presidente interino de la Junta.

5Hew Whitefoord Dalrymple. [3.XII 1750 – 9.IV. 1830] fue un general de origen escocés al servicio del ejército británico y gobernador de Gibraltar. El 22 de agosto de 1808 desembarcó en Portugal para tomar el mando de las tropas expedicionarias británicas. Ordenó parar la persecución de las tropas francesas de Junot tras la batalla de Vimeiro y pasaría a la historia – infamemente para la historiografía de las Islas – por firmar la famosa Convención de Cintra con los franceses, que a la postre serían repatriados a Francia con su armamento en barcos ingleses. Denunciado en Inglaterra y Portugal, tras un juicio en octubre de ese año no volvería a ostentar un mando de tropas en toda la guerra.

6Un dia antes, los mismos representantes de la Junta de Cataluña en Madrid, enviaban un oficio a la Junta superior de Cataluña, donde se quejaban de la falta de información que tenían respecto a la situación política y militar de la región. No deja de ser un curioso apunte para el que cada uno puede extraer sus propias conclusiones:

«Exmo Sor

Despues de escrito el incluso oficio, nos ha parecido insinuar à V.E. que seria conveniente no solo que se nos remitiera la gazeta que se publica en ese quartel general, sino tambien noticias de los acontecimientos que ocurran en lo politico y militar, pues que como las personas de caracter acuden à nosotros para saber el estado y novedades a la Provincia, nos parece feo haber de contestar que lo ignoramos. V.E. sin embargo hará lo que le parezca más acertado. Dios guarde a V.E. ms. as. Madrid 20 de Sepbre de 1808

Marqs. de Villel Conde de Darnius / El Baron de Sabasóna

A la Suprema Junta de Gobierno de Cataluña»

7Castaños era miembro de la Junta general militar del Reino.

8La Junta de Cataluña decretó el 20 de junio de 1808 la creación de un ejército de 40.000 hombres entre todos los ciudadanos entre 16 y 40 años, a imitación de la «levée en masse» de la Francia revolucionaria, que la idiosincrasia del momento de los habitantes, la realidad de la contienda y sobre todo la falta de fondos no permitió ejecutar más allá de su patriótico reflejo en el papel. El texto del oficio se debe referir probablemente a la fecha del 29 de agosto donde la Junta promulgó otra convocatoria de provisión de 4.100 miqueletes para presentarse en el cuartel general de Villafranca.

9El Fuerte Pio fue construido en 1719 estaba ubicado aproximadamente en la actual confluencia de las calles Marina, Alí Bei, Ausiàs Marc y la carretera de Ribes. Durante la Guerra de Independencia, o del Francès, fue escenario de varios combates menores entre tropas imperiales y patriotas. Sería derribado finalmente en el año 1863. Se puede ver su ubicación también en los planos de la época de la Barcelona de finales del siglo XVIII y principio del XIX.

10La propuesta puede parecer de jugador ventajista, aunque dado el estado de penuria económica, se puede evocar el popular dicho de «por pedir que no quede«. Con todo, la idea no era original ya que el propio marqués del Palacio en su momento había pedido a la Junta Superior de Cataluña que corriera con los gastos del traslado de las tropas de Menorca a Cataluña: «Enfin, le marquis n’oubliait pas qu’il était gouverneur de Minorque et décidait que la province de Catalogne devrait rembourser à l’île de Minorque les frais de passage de son corps d’armée». [2] 

11Probablemente se refiere a Patrick Wilkie, fallecido en 1824, del que el Obituario Anual publicado en Londres nos cita: «WILKIE, Patrick, Esq. late his Majesty’s Consul at Carthagena; in Sloane-street; deeply lamented by his widow and numerous circle of friends. This highly respected gentleman is well known to have been of very material service to Lord Nelson, during his Lordship’s command in the Mediterranean» [9]

12El general Juan Miguel de Vives y Feliu, Prats y Santmartí, sucedería al Marqués del Palacio como capitán general de Cataluña, no sin cierta polémica en el traspaso de funciones.

13Se trataba del regimiento de los Húsares Españoles.

14Laguna y Calderón de la Barca, Gregorio. [Badajoz, 1764 – Madrid, 17.IV.1826] Diputado, militar. Tras servir un tiempo en la Armada pasó a formar parte de un escuadrón de Caballería del Ejército de Cataluña (1794-1795) en el que luchó en la Guerra de la Convención. En 1801 intervino en Portugal, en la llamada Guerra de las NaranjasMariscal de campo de Caballería en 1808, durante la Guerra de la Independencia participó sobre todo en la campaña de Cataluña y también en la de Extremadura. Organizador del Regimiento de Carabineros de María Luisa, huyó de Madrid el 2 de mayo de 1808, marchando a Badajoz, donde, en unión del general Galluzo, organizó aquel ejército. [6] A su llegada a Tarragona mandaría la 2ª división en calidad de mariscal de campo, y el 25 de octubre de 1808 se encontraba ubicada en la localidad de Horta, próximo a Barcelona y que hoy en día es un distrito más de la capital catalana.

15José de Elola, era oidor de la Real Audiencia de Mallorca. En agosto de 1808 sería nombrado en Tarragona por la Junta, Asesor General del ejército y del Principado. El oidor era un funcionario o militar encargado de examinar y aprobar las cuentas de una corporación o de la milicia.

16Según Adolfo Blanch, «Dos días (sería el 24 de octubre) antes que lo verificara Vives, desembarcaron en Tarragona á mas de algunas tropas de la guarnición de aquellas islas, las que con destino al principado habían salido de Portugal y Estremadura, mandadas por los generales Laguna y García Conde. Estas últimas se componían de varios cuerpos de granaderos provinciales de ambas Castillas, de tropa ligera de Valencia y Tarragona, del regimiento de caballería de Santiago y dos compañías de artillería volante desmontadas. Traían aparte de su armamento nuevo, sobre unos 20,000 fusiles.» Los regimientos de Alcántara y Santiago llegaron sin sus monturas, por lo que hubo que buscarlas una vez desembarcadas las tropas.


Fuentes:

1 – Junta Superior de Cataluña. Diversos – Caja 3 – Archivo de la Corona de Aragón (ACA)

2 – «La Junte Supérieure de Catalogne – Les archives de la Junte» – G. Desdevises du Dezert, Revue Hispanique, Tome XXII, Kraus Reprint Ltd, Vaduz, 1963

3 – «Esplicacion del Cuadro Historico-Cronológico de los movimientos y principales acciones de los Ejércitos beligerantes en la Península durante la Guerra de España contra Bonaparte» – Seccion Historia Militar. Ministerio de la Guerra, Viuda de Brusi e Hijos, Barcelona, 1822

4 – «Los afrancesados» – Miguel Artola, Ed. Altaya S.A., Barcelona, 1997

5 – «Historia de la Guerra de la Independencia en el antiguo Principado» – Adolfo Blanch, Imprenta y Librería Politécnica de Tomás Gorchs, Barcelona, 1861

6 – https://dbe.rah.es/biografias/11556/gregorio-laguna-y-calderon-de-la-barca

7 – https://dbe.rah.es/biografias/55006/domingo-mariano-traggia-uribarri

8 – https://en.wikipedia.org/wiki/Hew_Whitefoord_Dalrymple

9 – «The Annual biography and obituary, Volume 8«, London 1824

Imágenes:

a – By The original uploader was RedCoat10 at English Wikipedia. – [1], Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3258249

b – By Henry Howard (died 1847) – one or more third parties have made copyright claims against Wikimedia Commons in relation to the work from which this is sourced or a purely mechanical reproduction thereof. This may be due to recognition of the «sweat of the brow» doctrine, allowing works to be eligible for protection through skill and labour, and not purely by originality as is the case in the United States (where this website is hosted). These claims may or may not be valid in all jurisdictions.As such, use of this image in the jurisdiction of the claimant or other countries may be regarded as copyright infringement. Please see Commons:When to use the PD-Art tag for more information., Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6370107

c – https://www.dip-badajoz.es/img/historico_diputados/Mariano_Traggia_Uribarri.jpg

d – Fotografías del autor.

2 comentarios sobre “La gestión del envío de tropas a Cataluña entre septiembre y octubre de 1808

  1. Al poseedor del Rincón de Byron:

    Estupendo artículo sobre el traslado de tropas de Portugal a Cataluña. Especialmente acertada ha sido la decisión de colgar las cartas de la Junta de Cataluña, del almirante Collingwood y del general Gregorio Laguna. Mis felicitaciones. Por cierto en el extracto de la biografía de este último se menciona al general «Gallizo». No se llamaba Gallizo sino Galluzo. Ya sé que con ese error figura en la página de la Real Academia de la Historia, pero se llamaba José Galluzo y Páez.

    Me gusta

    1. Buenas noches, Jose Mª, y bienvenido a «El Rincón de Byron». Gracias por tus palabras y, en efecto, las cartas (que luego derivaron en acciones) son un buen y elocuente ejemplo de los refuerzos para el esfuerzo bélico desde otros puntos de la geografía peninsular. También agradezco la aclaración por la mención al general Galluzo, que no Gallizo. Anotado queda.

      Me gusta

Deja un comentario