Unas cocheras para una fiesta, o el Baile de la Duquesa de Richmond (15 de junio 1815)

Quizás uno de los bailes más famosos del calendario social de todo el siglo XIX, el Baile de la Duquesa de Richmond ganó aún más importancia que cuantos se habían celebrado hasta la fecha, por el momento histórico en que se produjo y por vivir la presencia del glamour de la época y la noticia de la invasión de Napoleón -en una de sus maniobras más famosas- y que, por una parte, cayó como un rayo sobre los asistentes y por otra fue toda una demostración que el genio militar del Emperador aún seguía muy vivo. 

BRUSELAS EN EL AÑO 1815

Napoleón había escapado de su exilio en Elba y volvía a ostentar el poder en una Francia que hacía escasos meses volvía a ser un reino gobernado por un monarca de la casa Borbón, Luis XVIII. La noticia de la huida del corso había llegado a la capital belga, Bruselas, el 11 de marzo. Desde mayo, los británicos, belga-holandeses y sus aliados prusianos se habían estado reuniendo y coordinando sus fuerzas cerca de la frontera francesa, listas para una acción defensiva a corto plazo o la invasión de Francia a  medio plazo, cuando el resto de fuerzas aliadas -sobretodo austriacas y rusas- estuvieran desplegadas.

El Duque de Wellington y el Mariscal Blücher creían que sus fuerzas combinadas eran suficientes para repeler un ataque francés, y a mediados de junio, el Duque en particular daba poco crédito a la inteligencia proveniente de Mons que informaba que los franceses habían concentrado más de 100.000 hombres en la frontera entre Maubeauge y Philippeville para una invasión.

Durante la primera quincena de junio de 1815 Bruselas era un floreciente centro social. Junto con los opulentos oficiales que formaban el ejército de Wellington, la metrópoli estaba repleta de aristócratas turistas británicos y emigrados realistas franceses. Las fiestas se celebraban casi todas las noches y los eventos sociales dominaban las agendas, pero debajo de esta fachada de jovialidad había una profunda ansiedad. Los rumores circulaban constantemente por toda la ciudad. La invasión de Napoleón no era sólo era temida por los emigrados, sino también por parte de la población local que había apoyado el nuevo régimen en los Países Bajos, o por simplemente aquellos que eran conocidos por confraternizar con los británicos.

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El Duque de Wellington

Un dia, mientras se encontraba en el parque de Bruselas, el periodista Thomas Creevey interrogó al Duque acerca de sus planes. “Por Dios”, dijo Wellington, “pienso que Blücher y yo podemos hacerlo”.

 

“¿Usted calcula que habrá alguna deserción en el ejército de Bonaparte?, preguntó Creevey.


“Ni un solo hombre…”, contestó el Duque, “…desde el Coronel hasta el soldado en un regimiento –ambos inclusive-. Podemos atraer a un mariscal o dos, pero no valen el esfuerzo\». Entonces Wellington se fijó en un soldado distraido en el parque, mirando las estatuas. “Allí…”, dijo señalando a Creevey el soldado, “todo depende de ese sujeto, si podremos hacerlo o no. Deme suficientes de ellos, y yo estaré seguro.”



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Una nueva ola de rumores estaba haciendo su recorrido por Bruselas desde la tarde del 14 de junio, pero como tantas otras historias sin fundamento que se habían comentado durante las últimas semanas, no todo el mundo se tomó los actuales en serio.

EL BAILE DE LA DUQUESA

La Duquesa de Richmond
Charlotte, Duquesa de Richmond, era una mujer de sociedad que ya había presidido varios bailes anteriormente, y estaba decidida a celebrar un último baile mientras fuera posible antes que el ejército se marchara. Buscando al Duque de Wellington, que estaba implicado en muchos de los bailes y cenas que se celebraban en la ciudad casi todas las noches, le preguntó en un momento dado -en el más puro estilo regencia de Jane Austen- si podría celebrar un baile a pesar del evidente estado de tensión existente. No preguntó por ningún secreto o razón, sólo si podría dar el baile. El Duque respondió: \»Duquesa, puede celebrar su baile sin ningún temor a su interrupción. \» La duquesa decidió el jueves dia 15 de junio como fecha para el baile. Cualquier crítica sobre Wellington por el hecho que tendría que haber prestado más atención a las tropas francesas en lugar de acudir a un baile fue desechada con el argumento de que era importante mostrar a los ciudadanos de Bruselas que no había necesidad de que les entrara el pánico, teniendo también en cuenta que había numerosos simpatizantes bonapartistas en la capital.
La duquesa de Richmond sabía cómo hacer las cosas debidamente, y se unió a dos oficiales del 7º de Húsares para entregar personalmente sus invitaciones a los oficiales de la caballería cuando Lord Uxbridge pasab su día de campo en Grammont. A pesar de los rumores de que el ejército se preparaba para marchar, nadie podía estar seguro de nada, excepto que el día 15 la Duquesa de Richmond estaría dando un baile muy selecto y privado en su casa.
Plano de Bruselas remarcando en un circulo rojo rojo la zona de la rue
Blanchisserie (la calle aún existe) donde se celebró el baile de la Duquesa.
Imagen cedida con la amable autorización de Josh, de Adventures in Historyland blog.

El Baile de la Duquesa de Richmond, tal como ésta había previsto y la historia nos ha transmitido se celebró finalmente en Bruselas el 15 de junio de 1815, la noche anterior a la batalla de Quatre Bras. El marido de la duquesa, Charles Lennox, 4º duque de Richmond y Lennox, estaba al mando de una fuerza de reserva en Bruselas que protegía la ciudad en caso de que Napoleón se presentara para invadirla.

En el momento del Baile, no quedó ninguna constancia escrita de donde se celebró exactamente. No era parte de la propiedad principal que el Duque de Richmond había alquilado en la rue des Cendres, sino un edificio destinado a cocheras, de unas dimensiones de 36x17m, que daba a la propiedad y que tenía su dirección en la siguiente calle, el número 23 de la rue de la Blanchisserie.

Plano en planta del edificio con indicación de la zona del estudio donde Wellington conferenció con sus oficiales. 
Las cocheras se habían convertido en un “palacio resplandeciente con el papel pintado de color rosa, ricas colgaduras semejando a las tiendas de campaña en los colores reales carmesí, oro y negro… el fomento de la moral, el deber, la comodidad -todos ellos- jugaron un papel importante para conseguir la presencia de Wellington en el baile.” (Longford).

Ciertamente el baile pretendió ser un acontecimiento brillante -socialmente hablando- y con la excepción de tres generales, prácticamente todos los altos mandos y oficiales del ejército de Wellington concurrieron al mismo. Entre los asistentes se encontraban el Príncipe de Orange (futuro rey Guillermo II de Holanda), el Duque de Brunswick (que cayó al dia siguiente en Quatre Bras), el Príncipe de Nassau, los Earls de Conyngham, Lord Uxbridge (comandante de la caballería británica), Portarlington y March, así como veintidós coroneles, dieciséis condes y condesas, un gran número de pares y paresas y un total de veintidós personas que portaban el título de \»honorable\», denotando al hijo de un par. Destacar que entre la lista de invitados también se hallaba un viejo conocido del Duque, el General Miguel de Álava, que acudió en calidad de embajador español en La Haya, en la corte del rey Guillermo I de Holanda.
\»The Duchess of Richmond\’s Ball\», pintura por Robert Alexander Hillingford.
Si el baile fue una velada romántica es una opinión bastante cuestionable, pues de entre las 224 personalidades invitadas, sólo 55 eran mujeres, de las cuales menos de una docena estaban solteras en ese momento.
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Waterloo (1970), de Sergei Bondarchuk. – Dino de Laurentiis Cinematografica / Mosfilm

\»Recuerdo muy bien a los Gordon Highlanders bailando en el baile. Mi madre pensó que sería de interés para los extranjeros el verlos, lo que hizo. Recuerdo haber oído que algunos de los pobres hombres que bailaban en nuestra casa murieron en Waterloo. Había bastante gente para mirar a los bailarines escoceses\» (Lady Louisa, hija de la Duquesa)
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Según Andrew Roberts1, la falta de presciencia de muchos de los que asistieron al baile aquella noche es un hecho. Los rumores eran numerosos, no menos cuando el Duque se retiró del baile para reunirse con sus oficiales en el estudio de la casa de los Richmond. Para el momento en que el baile había comenzado, sin embargo, Wellington había recibido noticias definitivas de los prusianos que confirmaban el hecho que Napoleón había cruzado la frontera. En definitiva, mientras Napoleón dormía en Charleroi, a tan sólo 50 kilómetros de Bruselas, Wellington y sus oficiales se entretenían en el baile, pero sigamos los acontecimientos cronológicamente.

EL OTRO \»BAILE\»

Durante el transcurso del 15 de junio de 1815 se sucedieron los siguientes acontecimientos:
03:00 h. – El ala izquierda del Ejército Francés cruza el Río Sambre y toma contacto con avanzadillas prusianas en Lobbes y Thuin.
05:00 h. – El Príncipe heredero de Orange-Nassau visita St. Symphorien. Encontrando todo en calma, regresa a Braine-le-Comte y desde allí a Bruselas.
11:00 h. – Charleroi es capturada por los franceses. Napoleón ordena al Mariscal Grouchy y al Conde Vandamme que cojan la carretera de Sombreffe hasta Fleurus, mientras el Conde Reille marcha en dirección norte hacia Bruselas.
12:00 h. – El barón Constant-Rebècque en Braine-le-Comte recibe noticias desde Mons que los prusianos han sido atacados y envía un comunicado a Bruselas.
15:00 h. – El Príncipe de Orange-Nassau informa al Duque de Wellington de sus informaciones mientras se encuentran comiendo. Las informaciones son corroboradas por el oficial prusiano de enlace, von Müffling.
15:30 h. – El Mariscal Ney y su edecán llegan a Charleroi y, para su sorpresa, Napoleón le nombra comandante del Ala Izquierda del ejército.
18:00 h. – En Bruselas, el Duque de Wellington envía órdenes para la reunión de las tropas aliadas en sus respectivos cuarteles.
20:00 h. – La 2ª división holandesa se concentra en Quatre Bras, y el Barón Perponcher-Selnitsky envía noticias de la presencia del enemigo al Barón Constant-Rebècque, en Braine-le-Comte.
\»Las noticias llegan al Baile\», según C.J. Stadler. Un dramático pero bastante inexacto retrato de los hechos. Se muestra a Müffling entregando las noticias del encuentro en Quatre Bras cuando en realidad el mensajero fue Webster. Blücher, que se encontraba en Sombreffe, también aparece en el baile de la Duquesa.
22:00 h. – El Barón Constant-Rebècque es informado del avance francés y casi de inmediato recibe las órdenes de Wellington, de las que prescinde. Envía al teniente Henry Webster a Bruselas con detalles del verdadero estado de la situación.
23:00 h. – Poco después de las 11:00 h de la noche, el Duque de Wellington hace su entrada en el baile.
23:30 h. – El Duque de Wellington recibe confirmación de las avanzadas prusianas en Mons del ataque francés y redacta órdenes suplementarias para el ejército aliado, mientras se encuentra atendiendo el baile de la Duquesa de Richmond.
00:00 h. – Henry Webster llega a Bruselas antes de la medianoche, y se dirige a la residencia de los Richmond, donde entrega las noticias del ataque francés sobre Quatre Bras al Duque.
00:30 h. –El Duque abandona el baile. (Otras fuentes hablan de algún momento entre las 02:00 h. y las 03:00 h).

Como testimonio final, un fragmento de los recuerdos de Lady de Ros, con respecto a sus sentimientos y vivencias en los instantes finales del baile:

\»Cuando el duque [de Wellington] llegó, más tarde, en el baile, yo estaba bailando, pero me acerqué a él para preguntarle acerca de los rumores. Dijo con gravedad: \»Sí, están en lo cierto. Saldremos por la mañana\». Esta terrible noticia se circuló inmediatamente, y si bien algunos de los oficiales salieron a toda prisa, otros permanecieron en el baile, y no tuvieron tiempo para cambiarse de ropa, pues lucharon en traje de noche. Fui con mi hermano mayor (edecán para el Príncipe de Orange) a su casa, que se situaba en nuestro jardín para que le ayudará a hacer las maletas, tras lo cual regresamos al salón de baile, donde encontramos algunas jóvenes enérgicas y sin corazón que aún bailaban. He oído después que se había dicho que \»las Damas Lennox estaban bien, y no hicieron los honores del baile bien\» …

Fue una noche terrible, despidiendo a amigos y conocidos, muchos de los cuales nunca se volvieron a ver. El duque de Brunswick, que se despidió de mí en la antesala contigua a la sala de baile, me hizo un comentario con respecto a los Brunswickers asegurándose de distinguirse después de \»el honor\» que les había hecho por haber acompañado al Duque de Wellington a su revista! Los recuerdos que me provoca el pobre Lord Hay, un joven gallardo feliz, lleno de ardor militar, a quien conocía muy bien por su deleite ante la idea de entrar en acción, y de todos los honores que iba a ganar; y la primera noticia que tuvimos el día 16 era que él y el duque de Brunswick fueron muertos…. (Georgiana, Dowager Lady de Ros, hija de la Duquesa)

Bruselas, la madrugada del 16 de junio 1815, por Robert Alexander Hillingford.

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Fuentes:

1 – “Waterloo. June 18, 1815. The battle for modern Europe” – Andrew Roberts, HarpersCollins e-book
2 – “Napoléon Wellington. Destins croisés. Shared destinies” – Musée Wellington-Waterloo, 2015
3 – “Waterloo 1815 (1) Quatre Bras” – John Franklin – Campaign, 276 – http://www.ospreypublishing.com
4 – \»1815. The Waterloo campaign. Wellington, his German Allies and the Battles of Ligny and Quatre Bras\» – Peter Hofschröer – Greenhill Books, 1998 

Imágenes:

1. Wellington. By Thomas Lawrence – English Heritage Imageshttp://artcontrarian.blogspot.ca/2013_01_01_archive.htmlhttps://alaintruong2014.wordpress.com/category/exhibitions/#post-15968 image, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15339542
2. Plano de Bruselas. Adventures in Historyland wordpress blog.
3- Plano en planta. By The Honourable Mrs J. R. Swinton – Derived from File:Waterloo Ball v1.jpg, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=44775754
4- By Robert Alexander Hillingford – painting \»The Duchess of Richmond\’s Ball\» in Goodwood House the family seat of the Dukes of Richmond, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=11549854
5- Busto. By Joseph Nollekens – Yale Center for British Art, Paul Mellon Collection, CC0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20030494
6- Summoned to Waterloo: Brussels, dawn of June 16, 1815 by Robert Alexander Hillingford — depicts revellers leaving the Duchess of Richmond\’s ball as soldiers march out of Brussels to war. By Robert Alexander Hillingford (died 1904) – http://www.prisonersofeternity.co.uk/the-duchess-of-richmonds-ball/, Domini públic, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=38797303

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