El mundo del crimen bajo el Imperio, por Jean Tulard (I)

Dentro de la época napoleónica nos encontramos con una serie de fenómenos asociados al mundo del delito y el crimen, como son el bandidaje, el secuestro, el contrabando, los atentados a personalidades (en este caso Napoleón), etc. Algunos de ellos ya provenían del Antiguo Régimen, otros se vieron aumentados en los años de escasez y miseria y otros, como el contrabando, se vieron beneficiados por medidas de signo político que a la larga se demostraron también ineficaces.

Todo ello es objeto de la conferencia de El mundo del crimen bajo el Imperio, impartida por Jean Tulard, en la Fondation Napoléon (Paris, 5e), el 17 de octubre de 2017. Jean Tulard es profesor universitario e historiador francés, es también catedrático de Historia y doctor en Letras. Para los que no lo conozcan. hablar de Tulard es hablar de unos de los mayores especialistas franceses sobre Napoléon Bonaparte y sobre la época napoleónica. Autor de docenas de libros sobre el periodo revolucionario, consular e imperial, tratando multitud de personajes, no por ello deja de ser crítico con algunos de los aspectos de la mitomanía napoleónica y de la figura del corso.

Debido a su larga extensión, os traemos esta semana la primera parte de la transcripción de la conferencia, con episodios que os serán bastante familiares -sobretodo los ligados a la figura de Napoleón- y otros probablemente menos, o totalmente desconocidos, pero cuya lectura nos situará en los tiempos de la Francia del consulado e imperio, en un clima y ambiente que, Tulard no cesa de repetir, era en muchas ocasiones de total inseguridad, intranquilidad e incerteza para sus habitantes y sus posesiones, situación que, por otra parte, no era exclusiva del pais galo, sino que se veía reproducida con mayor o menor importancia en el resto de paises europeos de la época. 

El atentado de la calle Saint-Nicaise, uno de los más famosos y sangrientos contra Napoleón. (a)

CONFERENCIA

Jean Tulard (b)

Señoras y señores, buenas noches: entonces, se habrán dado cuenta que esta noche tenemos el gran privilegio de dar la bienvenida a Jean Tulard, finalmente, perdón, dar la bienvenida al señor profesor emérito Jean Tulard del Instituto. Bien, todos ustedes son unos fieles y atentos oyentes de las conferencias del Círculo de Estudios, así que no les haré el número presentando a Jean Tulard y usted, señor profesor, ya tuvimos el placer de darle la bienvenida, así que no le haré el número de presentarlo al Círculo de Estudios de la Fundación, porque normalmente estoy en una situación extremadamente cómoda, en la que no tengo nada que decir, excepto que, salvo que nada es fácil como yo quería: el lunes, las siete conferencias, filmadas y transmitidas en tiempo real en Facebook… entonces es posible que en alguna parte haya algunos extraterrestres que conecten y que no conozcan al profesor Tulard… bueno, y bien para los que conozcan al profesor Tulard, podemos decir, que es la referencia absoluta en términos de competencias napoleónicas. Por otra parte si esta competencia pudiera medirse en talento usted estaría en Sèvres, pero gracias a Dios que está con nosotros. Bien, siendo usted especialista en cine habrá reconocido una copia de una frase de Michel Audiard en “Dans le cave se rebiffe”. Bien después de efectuar unos brillantes estudios en el Louis-le-Grand, fue primero admitido en Historia, usted es igualmente Doctor en Letras y, entre otros, Director de estudios en la Escuela Práctica de Altos Estudios, profesor en la Sorbona y profesor en el Instituto de Estudios Políticos de París, también presidente honorario del instituto Napoleón y Presidente Honorario de la muy amigable Asociación de los Amigos del museo Murat.

Usted ha escrito docenas de obras y docenas de obras sobre el período de la Revolución, el Imperio y el Consulado, pero ha confesado a varios medios que sus reales pasiones son, si uno olvida momentáneamente la gastronomía y “Les pieds nickelés” (unos cómics de época), el cine y la novela policíaca. De todos modos sus tres diccionarios sobre Napoleón, sobre el cine y sobre el relato policíaco y así, con perfecta lógica universitaria, si uno reúne sus conocimientos napoleónicos y sus conocimientos del relato policíaco, llegamos a El crimen bajo Napoleón, el tema de esta noche.

Un momento de la conferencia. (c)
Por otro lado usted me permitirá dar una información para los que no lo conocían, señor profesor, su sucesor en la presidencia del Instituto Napoleón, así como en la Sorbona, por otra parte, el profesor Boudon, nos dio recientemente una conferencia muy bella Los policías del Imperio, pues la policía, el crimen, dos profesores universitarios, era completamente lógico también. Dos competencias que se reúnen para dar una conferencia a dos voces, y otra información, en diciembre, en la biblioteca Marmottan usted dará con el profesor Boudon una conferencia sobre Gendarmes y ladrones en la época de Napoleón. Bien, pero esa es otra historia. Buen señor profesor, hablé sólo demasiado, por otra parte todo el tiempo hablaba del tema y se lo robaba a Jean Tulard, pues le dejo inmediatamente la palabra para todo el tiempo que usted quiera, pues está usted en su casa:


«Gracias, señor Presidente. No, señoras y señores, no. La Francia de Napoleón no era un país seguro y tranquilo. Mientras que la violencia se desplegaba en el exterior con estas guerras incesantes con el resto de Europa, la violencia también se encuentra en el interior de las fronteras: los atentados, el crimen y el bandidaje no cesan de multiplicarse en la propia Francia. Hay que ser prudente cuando se atraviesa un bosque, hay que santiguarse antes de tomar un carruaje de correos, hay que tomar todas las precauciones contra el robo, hay que cerrar cuidadosamente su puerta por la noche sobretodo si su casa se encuentra aislada… la inseguridad reina en Francia bajo Napoleón.

Las primeras muestras de la manifestación de esta inseguridad son los atentados contra el jefe del estado. Es Napoleón mismo quien lo reconoce en Santa-Helena en el Memorial pero no sabemos más en qué versión: “Yo he sido asaltado en todas partes y a cada instante: eran los fusiles y antes las máquinas infernales, los complots, las trampas de todas clases”. El más célebre de los atentados es el de la máquina infernal de la calle San Nicasio (rue Saint-Nicaise), el 24 de diciembre de 1800. Mientras que Bonaparte va a la ópera se produce un atentado de signo monárquico y es, salvo error, y esto les muestra la modernidad de la época que estudiamos, este es, salvo error, el primer atentado con un coche bomba. En efecto un barril de pólvora ha sido puesto sobre una carreta a la cual está unida una vieja yegua que sujeta una niña pequeña a quien dieron una pequeña moneda para que la yegua no se moviera. Una mecha de una longitud precisa ha sido ajustada con arreglo a la llegada del carruaje del primer Cónsul que debe ir, pues, a la ópera, este 24 de diciembre. A la señal dada el conspirador enciende la mecha y el barril estalla pero, o la mecha no era de la suficiente longitud o lo que se dice, el conductor, el cochero del carruaje del primer cónsul estaba ebrio y condujo más rápidamente que las veces anteriores, vean las semejanzas con cierto asunto de una princesa inglesa.

Una representación del intento de asesinato de Napoleón. (d)

Pues en todo caso la máquina infernal estalló después del paso del primer Cónsul, y sin embargo los cristales de su coche fueron destrozados y uno de los caballos de los jinetes que lo escoltaban fue herido. El balance de este atentado con un coche bomba, fue de tres mujeres muertas, un tendero de ultramarinos que tuvo la misma suerte y por supuesto el que más horrorizó, la niña que sujetaba la yegua y a la que el conspirador había dado una moneda para que la yegua no se moviera, es despedazada y se encontrarán pedazos de su cuerpo sobre los tejados de las casas próximas, que también han sido dañadas evidentemente, y contamos a 15 heridos más reconocidos. Este atentado es el más espectacular pero ya habían habido atentados republicanos anteriormente, esta vez por ejemplo, unos oficiales un poco brutos, Fournier y Donnadieu que anunciaba que en la Ópera cuando el primer cónsul llegara a su palco se pondría en el palco de enfrente y tirarían al blanco con la pistola sobre el Primer Cónsul.

Atentados de republicanos o atentados de monárquicos no son los más temibles, también existen las individualidades, los atentados sin connotación política. Así un estudiante en medicina, Faure, que el 6 de diciembre de 1804 en el momento de una ceremonia en el campo de Marte se precipita sobre Napoleon al grito de \»La libertad o la muerte\», todo el mundo tiene tiene la impresión de que está un poco alterado, en todo caso no va armado, que es lo que lo salvará y le permitirá acabar en un sanatorio mental. Otro del mismo género es Berthois, natural de Vitré, que se aloja en la calle Saint-Jacques, va a precipitarse en el momento de uno de los paseos de Bonaparte con un puñal para intentar apuñalarlo. El puñal, y bien, es más cómodo, pero un cierto Claude Villaume prefiere las pistolas y son nombres que no les dicen nada porque estos atentados fallaron, pero vean a un cierto número de gente, mejor dicho, dos indígenas que surgen en la historia napoleónica. Dos indígenas que en noviembre de 1804 planean asesinar al primer cónsul con puñales envenenados con un veneno de Java, vean que el atentado es verdaderamente muy exótico, y ya todavía mejor, hay conspiradores que se reúnen, ustedes conocen la historia de Los Trece(I) de Balzac y bien, la historia de los doce conjurados quiénes se reúnen el 31 de mayo de 1805 para asesinar al primer cónsul cuando él sea coronado en Milan y los conjurados se reúnen y echan a suertes el que tendrá el honor de asesinar al primer cónsul pero el desgraciado Terry aterrado por la magnitud de su misión se derrumbará completamente.
Tambien existe el asesinato por poderes, finalmente más sutil. Un abogado, Denis, tiene como cliente a una dama que le sugiere asesinar a Napoléon. ¿Porqué? Porque ella ya está vieja, está enferma, va a morir, pues quiere ser útil una última vez en su existencia y que ella se parece a Charlotte Corday, porque el buen abogado invoca a Charlotte Corday, bien entendido que la señora será incapaz de imitar a Charlotte Corday, y ya que evocamos a Audiard, existen los asesinos profesionales, aquellos que tienen un contrato, entre estos asesinos profesionales, Lesample y Bonnard propondrán su servicios al gobierno británico, son sicarios y lo que proponen es el asesinato de Napoleón y pidiendo una cantidad ya importante, de 2000 guineas a cuenta en el contrato de los asesinos. Tendrán la mitad a la firma del contrato y la otra mitad cuando se este se haya ejecutado. En general la mayoría de los asesinos cobraban la primera parte de contrato, pero nunca vemos la continuación, sea porque este fue suspendido o sea porque los asesinos son asesinados para que no hablen, pues está bien recibir el pago de 2000 guineas y sus asesinos a sueldo son tan malos que apenas llegados a París son descubiertos por la policía y arrestados.

Entonces también hay un viejo asesino a sueldo que se llama Guillaume que es bueno y que se encuentra en dificultades financieras. Entonces va a ver a Fox, el primer ministro inglés y le dice: \»He aquí señor Ministro, estoy dispuesto a asesinar a Napoléon, yo tengo un buen historial de asesinatos y estoy dispuesto a asesinar a Bonaparte\». Fox se abstiene de darle un anticipo y yo iba a decir \»toma su teléfono\» para llamar a Talleyrand y decirle aquí hay un individuo, un tal Guillaume, y no sabemos si le enviaron a Charentonne, o si se encuentra en prisión, en todo caso perdemos su rastro.

Ustedes entonces ven que son variados los intentos de asesinato contra Bonaparte y cuanto es de extraordinario este clima de inseguridad. Todavía hay pequeños asesinos pero el tiranicidio toma una dimensión patriótica porque Bonaparte se ha convertido en Napoléon, \»oprime\» a los reinos de Europa y ya hay patriotas que planean el asesinato de Napoleón en Italia. Hay varios Brutos que se han declarado y que son señalados como tales en los informes de Fouché. En España, cuando Napoléon entra en España, hay asesinos que están preparados Talleyrand y Fouché que tienen tanto miedo de estos asesinos que hay que recordarlo estaban escondidos y se habían reunido en el Hotel Matignon. El Hotel Matignon es la conexión de todas las traiciones, y pues se reúnen en el Hotel Matignon y planean al sustituto en caso de que Napoleon fuera asesinado, que sería Murat y vemos por otra parte a correos previniendo a Murat, pero estos correos son interceptados ustedes lo saben por Eugenio de Beauharnais, pasando por Milán. Entonces después de España en Italia, en Alemania el famoso atentado de Frédéric Staps con su cuchillo de cocina que se acercó muy cerca de Napoleón, y que es desenmascarado por Schulmeister.

El Hotel Matignon, utilizado por Talleyrand a partir de 1808 como centro de reuniones y cenas (e) 
Todos estos ataques se basan en la idea de que si asesinamos a Napoleón, el régimen colapsará porque Napoleón no tiene heredero, por lo que será un atentado rentable, obviando más allá de atentados absurdos contra ciertos jóvenes de estado que no pintan nada allí, éste se planea, pero después de la boda de Napoleón con María Luisa después de la nacimiento del rey de Roma, bueno, siguen y siguen los asesinos. Ahora es La Sahla, en 1812, regresa del exilio para asesinar a Napoléon, pero se desanima y finalmente se encontrará en prisión. Hay en 1813 un complot de los guardias de honor entorno a Philippe de Ségur que también planean asesinar a Napoléon. El 3 de marzo de 1814, cuando Napoleón todavía no ha abdicado, que la batalla de París acaba de terminarse y se tiene el sentimiento que para restaurar Luis XVIII, Napoleón es todavía un obstáculo pues todavía no había abdicado. Talleyrand tiene la idea de llamar a Maubreuil para asesinarlo. Maubreuil le dice: \»Yo no soy un asesino a sueldo, así que necesito que 12 hombres vayan conmigo e iré a desafiar a Napoléon que estará rodeado por su Estado mayor y le mataré en combate singular\». Esto no sucederá porque Napoléon que abdica salva así su vida y Maubreil no lo asesinará.
Ustedes veran que en definitiva Maubreil irá a interesarse por las joyas de no sé qué princesa casada con uno de los hermanos de Napoleón, etc. Pero todos estos complots tienen por objetivo matar a Napoléon y se crea un clima de psicosis. La gran conspiración de Cadoudal, ha sacudido París, ha sacudido el ánimo de la gente y ha mostrado la fragilidad del régimen. Fragilidad del régimen tal que, hasta después de nacimiento del Rey de Roma, el general Malet, que Thierry Lentz ha estudiado en un libro ya convertido en clásico y manteniendo el libro como referencia, el general Malet resuelve el problema: todos los demás querían asesinar a Napoleón; Malet dice: \»No. Napoleón está muerto, él murió\» y es bien simple, y ahí se encuentra el asesinato perfecto ya que se le mata sin haberlo hecho verdaderamente, pues ustedes vean que ya hay una psicosis del crimen, una psicosis del atentado, un clima de inseguridad como los que conocemos hoy, a pesar de todo, con un carácter más serio en la actualidad.
Louis Mandrin (f)

Pero están los atentados más serios que son la inseguridad en los caminos o el bandolerismo, los bandoleros. Los bandoleros es una tradición, es un mal endémico en Francia desde el antiguo régimen. Recuerden Cartouche y Mandrin. Cartouche y Mandrin fueron los más grandes bandidos de la época y luego estaba el gran miedo del verano de 1789 donde todo el mundo creía ver bandoleros en todas partes, por lo que fue un pánico. Tan pronto como había una nube de polvo cerca de una aldea, los bandoleros llegan, pasan entonces todos los que se esconden y cuando el polvo se está disipando y podríamos ver que era un pacífico pastor del lugar que estaba devolviendo su rebaño a los establos. Siempre existe este miedo al bandido y al robo que tendrá un boom con la situación política, con los realistas, con la coyuntura religiosa, las disputas refractarias contra los curas constitucionales y la rebelión social con la miseria que se desarrollan entre 1795 y 1799. Hay bandas famosas y terribles como los Quemadores del Norte. (Chauffeurs -en argot- du Nord)

Los Quemadores del Norte(II) eran aquellos que quemaban las plantas de los pies de los agricultores considerados ricos y era un método extremadamente efectivo, creo que el mismo Harpagón cayendo en manos de los quemadores del Norte habría confesado dónde estaba su cofre, incluso Harpagón. Pero es su fin porque cuando hubieran tenido el cofre, lo hubieran matado, violado a su esposa e hijas y prendido fuego a la granja. Estos son los Quemadores del Norte. También están los Chauffeurs d\’Orgères, en la región de Beauce, una rama no menos formidable. Y luego en el sur, están los Compañeros del Sol una de las bandas famosas por sus crímenes que literalmente devastarán el territorio. Pero en ciertas regiones no en todas partes y luego para que se entienda bien, no solo en las granjas aisladas, también los ataques a los recaudadores de impuestos, los famosos ataques del furgón postal, es tradicional, es famoso en Inglaterra, y bien, ya existe bajo Napoleón. El furgón postal, es decir, la diligencia que transporta las recaudaciones que muestra que a veces hay una complicidad entre los empleados financieros con, precisamente, los bandidos porque ellos saben donde atacar. El ataque más famoso en estos tiempos, en lo que respecta a Napoleón, obviamente, es el asunto del Correo de Lyon.
Porque el Correo de Lyon. es atacado transportando 7 millones en assignats(III), es cierto, 7 millones destinados al ejército de Italia de Bonaparte. Y ellos son atacados por seis jinetes cerca de Melun y ustedes saben que ello dará comienzo a todo un drama, toda una psicosis en su conjunto en un serie de asuntos, porque uno de los presuntos agresores, Lesurques, será defendido por su familia. Se alegará que Lesurques, que finalmente morirá en la guillotina, era inocente. Entonces yo no quiero entrar en la polémica, pero indiscutiblemente lo cierto es que era cómplice en el asunto, fue él el jinete confundido con Dubosq, en cualquier caso, él está en el Palacio de justicia en el momento en que el juicio se celebra, en el momento de la instrucción de las pruebas. Es allí donde él es reconocido, él tiene una coartada perfecta, dice que había ido a un joyero el día del ataque para comprar una joya. entonces el tribunal hace venir al joyero con su libro de cuentas y se descubre que el libro de cuentas ha sido falsificado, un seis se ha transformado en un nueve, lo que lo abruma y explica que sea enviado al patíbulo. De todos modos era un personaje menor, su familia era de poca entidad, el mismo especula sobre la propiedad nacional, probablemente sean esos hombres de negocios quienes financien esos grandes ataques, pero si él no estaba en el ataque del Correo de Lyon fue probablemente uno de los cómplices.

Clément de Ris (g)

Entonces bajo el Imperio y el Consulado el bandidaje continúa. Las primeras bandas de Orgères y otras han sido diezmadas, pero habrá otros ataques que se convierten en una constante. En los boletines policiales de Fouché en casi todas partes, todos los días y también más espectaculares, los secuestros. Ustedes saben que todo es moderno, recuerden el secuestro de yo no se qué barón y que le habían cortado un dedo y bien, gracias, lo habían secuestrado y no importa a quien. Alguien comienza por secuestrar al senador Clément de Ris. Que era una gran figura del Senado es mucho decir, pero vemos que era un senador de importancia y ahora el 23 de septiembre de 1800 mientras estaba en tomando el sol en su castillo de Beauvais, un pequeño castillo cerca de Tours, es prendido por seis jinetes armados que lo secuestran. Lo secuestran y empiezan a buscar en todas partes revolviendo en su oficina, en todos lados, le quitan algunas joyas, le vendan los ojos y luego lo secuestran inmediatamente. Es la locura, el prefecto pierde la cabeza porque era un senador, es un contratiempo en su importante departamento, recordemos que estamos en 1800, cunde el pánico, nadie encuentra a de Ris. Pero tres días después la familia recibe una carta pidiendo un rescate de 50.000 francos. Entonces depositan el rescate en Blois en el Hotel de los Tres Comerciantes y, bien entendido, nadie es estúpido. La policía espera pero nadie recogerá el rescate, sin embargo de Ris es liberado y, cuando se le pregunta, dice que no sabía dónde estaba. Que no sabía nada, pero mis secuestradores no me hablaron, soy incapaz, él se aísla en un muro de silencio y entonces el asunto se concluye. Recuerden que dijimos que estos hechos transcurren en 1800, sucedió la explosión de la máquina infernal el 24 de diciembre, vean que es un momento problemático. Se puede pensar que era un momento apacible, con las guerras en el exterior de Francia, y no. Así en ese momento, Fouché, a quien se acusa de haber protegido a los jacobinos a quienes les atribuimos la máquina infernal, es sin embargo muy diligente con el secuestro del senador Clément de Ris mientras que antes no se movía mucho, no pierde la cabeza y por lo tanto encontrará a tres gentilhombres adecuados que serán acusados de este secuestro y que serán juzgado dos veces sin que en ningún momento Clement de Ris los reconozca, y serán guillotinados. Y este es el secuestro de Clément de Ris.

Vean que el asunto deja mucha oscuridad y Balzac en su novela “Un asunto tenebroso” nos deja la que para él será la clave de este secuestro. En efecto, Marengo, volvemos a junio, en Marengo, Bonaparte en una primera instancia está vencido y entonces los correos llegar a París para anunciar el derrota de Bonaparte, ya lo he dicho en junio de 1800. Yo dije que debemos insistir en la inestabilidad y la fragilidad de este régimen, así que Talleyrand y Fouché, el ministro de relaciones exteriores y el ministro de policía dicen que es necesario crear un nuevo gobierno que tiene que evitar especialmente el vacío de poder. Entonces ellos deciden crear un triunvirato: Talleyrand, Fouche y como hay una tercera persona y ustedes saben, en el triunvirato está César, Pompeyo, pero el tercero todo el mundo lo sabe de secundaria, es Craso. Octavio, Marco Antonio y el tercero nosotros lo sabemos es Lépido. El Lépido/Craso de este triunvirato sería Clément de Ris, es una figura del Senado, sería necesario que hubiera un senador en el triunvirato y entonces comienzan a lanzar proclamas para decir Bonaparte ha sido derrotado, que ya no será más el Primer Cónsul, debemos reaccionar. No puedo decirles más de estas proclamas nadie las tiene, las estoy inventando y así este triunvirato toma el poder pero ahora los correos que llegan que anuncian que gracias a Desaix la batalla de Marengo ha cambiado y que Bonaparte ha salido victorioso. Entonces inmediatamente Talleyrand y Fouché queman todas estas proclamas que yo me he inventado ante ustedes, las queman. Pero Clement de Ris no las quema. Y él, tonto útil, o por el contrario muy inteligente, para luego inculpar a Talleyrand y Fouché. Pero mal lo lleva, porque Fouché, sabiendo que él no los destruyó lo habría secuestrado y le habría devuelto con el rescate, para que destruyera las proclamas comprometedoras.
Esta es la posición de Balzac en “Un asunto tenebroso” de uno de las lecturas en la escuela secundaria, si te gusta Napoleón no puedes ignorar a Balzac, es el mejor novelista para este período, y aparentemente él se lo inventa, no tenemos ninguna prueba excepto por las Memorias de la Duquesa de Abrantes pero sabes que esta es la referencia que une a todos aquellos que han sido mis alumnos, se les tenía prohibido citar a la \»Duquesa de Abracadabrantes\» porque es Balzac quien las redactó para que vean que nos volvemos a poner al principio y que probablemente sea una invención de Balzac, pero una hermosa historia.
El segundo secuestro que trataremos es el del Obispo de Vannes, Pancemont. Pancemont que fue secuestrado en abril de 1806 y él no se liberó por un rescate sino por unos presos políticos, un intercambio de rehenes, Pancemont contra dos detenidos políticos. Uno será prendido enseguida, Bertin, y revelará el nombre del jefe de los secuestradores, Saint-Hilaire. Fue un asunto famoso y quien manejó este secuestro será fusilado el 7 de octubre de 1806.

Fra Diavolo (h)

Cruzar los Alpes para ir a Italia es una de las cosas más peligrosas en el mundo, como escalar el Tibet. En efecto, el Papa para venir a París para la coronación de Napoleón, atraviesa los Alpes y su equipaje es robado, realmente no se respeta nada en esta época. Salicetti en 1804 y en 1805 también es asaltado y robado, y efectivamente hay allí otras personalidades como el general Milhaud, que seguía en otro carruaje, quienes son también asaltados. Un general, un Papa, un político influyente, el bandidaje ataca duramente y no duda en asaltar, sea un obispo o al mismo Papa.

El bandidaje no se limita por cierto a Francia, también se encuentra en la Italia bajo dominación francesa y así que surge en Calabria Fra Diavolo. Fra Diavolo es uno de los bandidos de la era napoleónica inmortalizado por Auber en una famosa opera \»Fra Diavolo\» y, por supuesto, en nuestros queridos Laurel y Hardy en una famosa cinta en el año treinta y cuatro sobre Fra Diavolo. En Alemania, sobre el Rín, está Schinderhannes(IV) (\»Jean l\’Écorcheur\»), que servirá en el Rin y que inspirará también muchas películas. Finalmente, Mayno, \»el emperador de los Alpes\» o el \»Rey de Marengo\», en el Piamonte, como los otros. Los otros fueron prendidos, Fra Diavolo colgado y Schinderhannes, guillotinado, pero no él, que morirá en un combate y cuando uno tome su cuerpo lo reconocerá porque en su redingote (capote de poco vuelo y con mangas ajustadas), lleva la Legión de Honor del general Milhaud. Vemos que al menos un bandido tuvo el gusto de condecorarse él mismo con la Legión de Honor.
Soldados franceses inspeccionando las
mercancías en Leipzig en 1806 a
la búsqueda de contrabando (i)
Entonces hay una disminución del bandidaje en los años 1806 y 1808 y luego se remonta en 1810 con los refractarios, los desertores, la crisis agrícola. Señalar, señoras señores, que los bandidos, por la inseguridad, Dios mio, pasaba como un hecho pintoresco en fin no siempre: el bandido se contenta con saltear y desgraciadamente existen algunos más temibles que los bandoleros: los contrabandistas. El contrabando es uno de factores de inseguridad más grandes durante este período. Recuerden que Napoleón, después de que Trafalgar no pudo invadir Inglaterra, lanza la guerra económica contra Londres, con el Bloqueo continental. El famoso Decreto de Berlín del 21 de noviembre de 1806 proclama que las Islas Británicas están en estado de bloqueo y como uno no tiene naves para bloquearlos, son los puertos continentales que todos, esto explica la conquista de Napoleón, todos, cuando un país no quiere someterse, todos deben cerrarse a los comerciantes.
¿Qué es lo que significa? Lo que significa que, bien, no más té ya que eran los ingleses que lo exportaban, no más café exportado, no más cacao, son los ingleses que lo exportan, no más azúcar, no más productos manufacturados… es la misma escasez. Que un hombre como Hegel que en Jena había visto Napoleón y había dicho que había visto el alma del mundo a caballo(V), lo que no entendemos que es lo que quería decir Hegel, aunque sea genial, y se admite a Hegel por considerar que la escuela admira a Napoleón, podemos entender que lo que dice Hegel así que eso es realmente admirable y algún tiempo después él, que solía salir por la mañana para tomar su pequeña taza de café -hay sucedáneos del café como un tipo de achicoria, el zumo de calcetín, bautizado además como café patriótico– puede estar de acuerdo pero está empezando a hacer muecas porque el jugo patriótico no es el café de los ingleses y entonces por ser un filósofo, uno no es menos hombre, así que buscará obtener un buen café, porque de lo contrario la Dialéctica está arruinada si no tiene su café para estimularse: por tanto, él utilizará el contrabando. 
El contrabando durante el bloqueo europeo. (j)
El contrabando tendrá una gran auge en el Mar del Norte, el Báltico, el Mediterráneo, todos los mares europeos son surcados por barcos ingleses que desembarcan las mercancías ilegalmente, y desembarcan en Hamburgo, Kiel, y desembarcan en Trieste y una vez en tierra, estas mercancías son tomadas por verdaderas bandas, verdaderos ejércitos de contrabandistas que las harán circular por Europa para que se puedan comprar en las capitales. Los contrabandistas están armados, están más armados incluso que los bandoleros y además están mejor pagados que los bandoleros y hace que villas enteras necesiten del contrabando y hay enfrentamientos armados con los oficiales de aduana, es decir verdaderas batallas que se describen en los boletines policiales. No es hora de recordarlas pero son verdaderas guerras entre aduanas y contrabandistas. Además las mercancías que transportan están aseguradas, es decir, hay seguros ingleses que aseguran los bienes de contrabando y el ingenio de la contrabandistas es tal, que muchas veces uno se queda estupefacto.
Estamos en Estrasburgo en 1813. Bessières ha caído muerto y Napoleón dio la orden de que llevaran sus restos de vuelta a Francia con honores, y por lo tanto el cortejo fúnebre llega a Estrasburgo en el puesto de aduanas de Estrasburgo, donde están los oficiales de aduanas. Cuando se sabe su nombre, entonces de inmediato se ve este cortejo fúnebre, los funcionarios de aduanas se ponen en guardia y es el coche fúnebre con el ataúd de Bessières. Así uno que mira un poco, al mismo tiempo que saludan, piensan en otra cosa y miran un poco más, y ven venir un segundo coche fúnebre que llega detrás. Entonces se dan cuenta, paran inmediatamente el primer coche fúnebre y obviamente tendrán que comprobar los dos ataúdes. Abren el primero y en lugar de los restos de Bessières, encuentran azúcar y café que estaba en el presunto ataúd de Bessières.

Y también los perros. Los perros son muy utilizado por los oficiales de aduanas en la época entonces atamos a un perro un trozo azúcar y ¡hop!, atraviesan las fronteras jovialmente para ir a reunirse con la pequeña perra de enfrente o para tener el pedazo de azúcar que está por el otro lado. Sea en los valles de los Alpes, sea en en los valles de los Pirineos e igualmente en el Rín, no tenía nada que ver la inseguridad del contrabando con la que crea el bandolerismo. Este crimen, estos delincuentes surgen de la coyuntura, pero todos son epifenómenos que no durarán más que el bloqueo continental por lo que los contrabandistas regresaran a sus casas.»

CONTINUARÁ…

– – – – – o – – – – –

(I) – \»Les Treize, selon l’introduction de Balzac, sont «Treize hommes également frappés du même sentiment, tous doués d’une assez grande énergie pour être fidèles à la même pensée, assez probes pour ne point se trahir, alors même que leurs intérêts se trouvaient opposés, assez profondément politiques pour dissimuler les liens sacrés qui les unissaient, assez forts pour se mettre au-dessus de toutes lois, assez hardis pour tout entreprendre, et assez heureux pour avoir presque toujours réussi dans leurs desseins […]. Enfin, pour que rien ne manquât à la sombre et mystérieuse poésie de cette histoire, ces treize hommes sont restés inconnus, quoique tous aient réalisé les plus bizarres idées que suggère à l’imagination la fantastique puissance attribuée aux Manfred, aux Faust, aux Melmoth ; et tous aujourd’hui sont brisés, dispersés du moins. »(3)

(II) – Los «chauffeurs de pâturons» (en argot, «brûleurs de pieds ») o simplemente «chauffeurs» es un término popular en Francia utilizado para designar las bandas de criminales que se introducían por la noche en las casas y cogían a los propietarios y les quemaban los pies en las brasas de las chimeneas para hacerles confesar donde guardaban su dinero o sus pertenencias preciadas.

(III) – Se llama asignado (en francés assignat) al papel moneda creado el 1 de abril de 1790 por la Asamblea Nacional francesa para remediar el desorden de la hacienda de dicho país durante el periodo de la Revolución Francesa. Estuvieron vigentes hasta 1796 cuando fueron abolidos por el Directorio.

(IV) – Johannes Buckler, llamado el Robin de los Bosques renano y apodado Schinderhannes. Desde 1794, practicaba el robo a mano armada en las dos orillas del Rin, con una preferencia sobre la orilla izquierda bajo dominación francesa. El robo de dinero y la extorsión se multiplicaron a expensas de los judíos principalmente, pero también de los grandes propietarios del Rin. Un antiguo cómplice lo denunció y las autoridades de Viena lo entregaron a los franceses. Fue guillotinado en 1803, con diecinueve miembros de su banda, en Maguncia. Tenía 25 años.

(V) – «\»He visto al espíritu montado a caballo\». La frase forma parte de la leyenda romántica que rodea la Fenomenología del espíritu, de Georg Friedrich Wilhelm Hegel, y fue escrita por su autor el 14 de octubre de 1806. El día anterior había tenido lugar la Batalla de Jena, ciudad en cuya universidad el pensador impartía clases de Historia de la Filosofía y dónde Napoleón alcanzó una de sus vibrantes victorias. Ese mismo día que el emperador ponía fin a la hegemonía del Sacro Imperio Germánico, Hegel ponía el punto final a Fenomenología del espíritu, su primer libro fundamental, y la obra que supuso un antes y un después en la historia de la filosofía occidental.»(5). El ejemplo de Tulard no es gratuito en la explicación, al hacernos notar que hasta los más entusiastas intelectuales por la figura de Napoleón eran de carne y hueso.

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Fuentes:

1) – https://www.youtube.com/watch?v=65P7JmuuNOs
2) – \»Le Monde du crime sous Napoléon\» – Jean Tulard, La Librairie Vuibert, 2017
3) – https://fr.wikipedia.org/wiki/Histoire_des_Treize
4) – https://fr.wikipedia.org/wiki/Chauffeurs
5) – https://elpais.com/diario/2007/06/30/babelia/1183159031_850215.html
6) – https://es.wikipedia.org/wiki/Asignado

Imágenes:

a) – https://en.wikipedia.org/wiki/File:PlotRueSaint-Nicaise.jpg
b) – https://es.wikipedia.org/wiki/Jean_Tulard#/media/File:Jean_Tulard_1703.JPG
c) – https://www.youtube.com/watch?v=65P7JmuuNOs
d) – https://art.famsf.org/raimurs/la-macchina-infernale-lattentat-de-la-rue-st-nicaise-196717126
e) – By Chatsam – Own work, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=21387237
f) – Par Inconnu XVIIIe siècle — Collection particulière, Domaine public, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20994808
g) – Par Joseph-Benoît Suvée — Catalogue Joconde : entrée 000PE011102, Domaine public, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15662224
h) – De The original uploader was Gennarous de Wikipedia en inglés – Transferido desde en.wikipedia a Commons por Fradeve11 usando CommonsHelper., Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6438277
i) – Par Christian Gottfried Heinrich Geißler — Travail personnel, Domaine public, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3937977
j) – https://www.napoleon.org/histoire-des-2-empires/iconographie/la-contrebande-au-temps-du-
blocus-continental/ – Ver el artículo de Roger Dufraissse «Politique douairière française, blocus et système continental en Allemagne» en la Revue du souvenir napoléonien n°389.

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