La entrada que os traemos hoy trata sobre un libro bastante interesante publicado el año 2013,
\»Wellington\’s Rifles\» cuyo autor, Ray Cusick, un diseñador de la cadena de televisión inglesa BBC, no llegó a ver publicado ya que murió en febrero de ese mismo año a los 84 años. Ray habia servido como tirador en el Real Cuerpo de Rifles, en Oriente Medio durante varios años, lo que siempre es de inestimable ayuda a la hora de escribir un libro sobre una unidad militar como el caso que nos ocupa.
EL LIBRO
El autor dedica sus primeros cuatro capítulos a la guerra \»lineal\» del siglo XVIII, su contrapunto con las guerras indias, con el concepto de \»disparar y moverse\» y la posterior creación de las primeras unidades ligeras del ejército inglés, inicialmente con tropas mercenarias de los territorios alemanes (jägers, cazadores y tropas de montaña) con la introducción de los primeros mosquetes estriados en el ejército británico y llegando hasta la guerra de Revolución Americana de 1776.
En los capítulos siguientes ya entramos de lleno en la época revolucionaria y napoleónica comenzando desde 1793, año del estallido de la guerra contra la Francia revolucionaria, el estado general del ejército inglés era de gran precariedad; había una completa ausencia de uniformidad en lás tácticas y disciplina en general, y cada coronel de regimiento hacía de más y de menos según su experiencia y criterio. Los efectivos del ejército en aquel entonces eran de unos 40.000 hombres.
El artífice principal de la renovación del ejército fue el Rey Jorge III y más concretamente su hijo, Federico, Duque de York, que era el comandante en jefe del ejército. Desde la Guerra Civil, en Inglaterra el gobierno siempre había tenido recelos del ejército y éste nunca era concentrado en grandes contingentes. El Duque tomó la tarea de renovar al ejército con gran denuedo, incluso viajando al Continente para ver el funcionamiento de los ejércitos europeos. Las reformas llevadas a cabo tocaron todos los ámbitos y aspectos del servicio, desde el reclutamiento hasta las raciones, y se fundó un Colegio militar en High Wycombe y otro para cadetes que con los años se transformaría en el actual Real Colegio Militar de Sandhurst.
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John Moore |
John Moore (el general inglés caido en la batalla de Elviña) fue uno de los artífices de los nuevos regimientos ligeros, comenzando por el suyo propio (52º Oxfordshire Regiment) y seguidos por el 51º, 71º y 85º. La creación de los nuevos regimientos implicaba también la utilización de nuevas tácticas y de nuevo armamento.
Aparte de la compra en 1798 de 5.000 rifles-mosquetes con bayoneta a Prusia, en 1800 se formó una comisión para elegir la nueva arma que equiparía a los nuevos regimientos de rifles: el 95º, el 5/60º, y durante la Guerra de Independencia a las unidades ligeras de la Legión Alemana del Rey (KGL), los Jägers (Cazadores) de Brunswick y algunas compañías de Caçadores portugueses. Se eligió el modelo de Ezequiel Baker, de Londres, (el famoso Rifle Baker) y que permanecería en servicio en el ejército británico hasta 1839.
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Equipación de soldado del 95º. |
El libro también repasa la formación de una de las unidades inglesas de infantería más famosas, el 95º Regimiento de Rifles, o los Rifles a secas (95th Regiment of Foot), en 1801. El 95º se distinguía por su uniforme verde oscuro y por ser el único batallón de rifles durante la Guerra de Independencia, junto con el 5/60º. Pero el elemento que lo distinguía por encima del resto de unidades de infantería del ejército de Wellington era su Rifle Baker. El 95º se jactaba de ser \»el primero en el campo de batalla y el último en abandonarlo\», y en la actualidad gracias a las novelas de la serie Sharpe de Bernard Cornwell su fama se ha incrementado enormemente.
Cusick prosigue con algunas acciones de las unidades ligeras en suelo portugués y español en 1810, como Côa, Agueda, Barba del Puerco, Puente de Marialva, Villar del Puerco y en 1811 con Sabugal y Fuentes de Oñoro.
El libro finaliza en su capítulo 12 con la narración de la presencia de las unidades de infantería ligera y los Rifles en la campaña de los 100 días, y su situación y evoluciones durante la batalla de Waterloo:
– 1. En Hougoumont por las compañías ligeras de los cuatro batallones de Guardias, aparte de 300 Jägers (Hannoverianos),
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2. El 2º batallón ligero de la Legión Alemana del Rey (KGL) y dos compañías del 1º batallón ligero de la Legión Alemana del Rey (KGL) en la Haye Sainte,
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La ubicación de las unidades de infantería ligera según Cusick, en el mapa de Craan. |
– 3. el 1/95 Rifles en el famoso \»foso de arena\» a la izquierda de la Haye Sainte en el centro del frente de Wellington, el 51º cubriendo una trinchera detrás de Hougoumont.
– 4. En la reserva se encontraba la 3ª Brigada Ligera Británica, (52º, 1/71º, 6 compañías del 2/95º Rifles y 3 compañías del 3/95º Rifles) al mando del Mayor General Frederick Adam.
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Un rifle Baker, con la bayoneta-espada de 24 pulgadas. |
CONCLUSIONES:
🙂 : El libro tiene un estilo ágil y ameno sobretodo en sus primeros capítulos, al hablar de la creación de las primeras unidades de infantería ligera -algunas equipadas posteriormente con Rifles- y que vieron su origen en las guerras indias de Norteamérica contra los franceses y sus aliados indios. Aspectos como la creación e instrucción de las tropas ligeras, los tratados escritos, las tácticas empleadas, sus mandos y generales, uniformes y armamento son tratados puntualmente con corrección británica, lo que hace el libro en su conjunto muy recomendable a los amantes de la época napoleónica (y a los seguidores de la serie de \»Sharpe\» en particular).
😦 : Steve Brown en su reseña del libro en la web de Napoleon\’s Series (relacionado al final), denota el hecho que no se hayan tratado otras acciones en que intervinieron los regimientos de Rifles, como las campañas de Buenos Aires, Walcheren, Flandes o el asedio de Cádiz, quizás fruto del repentino óbito del autor. Particularmente el libro lo he encontrado deslavazado en algunos capítulos, repitiendo enteramente algunos párrafos ya aparecidos en capítulos anteriores, y con algunas pinceladas de típico \»chauvinismo\» militar británico, criticando las tropelías francesas en Portugal, sin hacer referencia a ninguna de las cometidas por tropas británicas (a lo \»Corrigan\» style) en suelo peninsular. El tramo final del libro dedicado a la batalla de Waterloo es también bastante ameno por su narrativa describiendo en cada momento la situación de cada una de las unidades en el ataque final de la Guardia Imperial. Mención aparte decir que cuando se escribe (incluyo al autor) sobre la intervención final de la Guardia Imperial en la batalla, cabe decir que en su totalidad ésta no era tampoco la misma Guardia Imperial que se había labrado su reputación en los campos de batalla de Europa en los años de gloria de Napoleón.
Nuestra puntuación:
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Fuentes:
– \»Wellington\’s Rifles\» – Raymond P. Cusick, Pen&Sword Books Ltd., South Yorkshire, 2013
– http://www.napoleon-series.org/reviews/military/c_WellingtonsRifles.html (Steve Brown, 2014)
– https://trudon.com/eu_en/collections/busts.html
Imágenes
– De http://wargames.co.uk/Poems/Moore.html, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1542884
– By Antique Military Rifles – Derivative work of Baker Rifle; originally posted to Flickr, CC BY-SA 2.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6535071
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