El Castillo de Monjuich (Barcelona). Recinto y el antiguo Museo Militar.

Jardines del foso y entrada. (a)
Esta semana os mostramos un pequeño recorrido por la historia del Castillo de Monjuich y su edificación, y que esperamos sea un complemento a nuestra entrada de la semana anterior.
Como ya comentamos la trayectoria del Castillo durante el periodo de ocupación de las tropas francesas, no pasó de tener una discreta presencia como centro logístico, cuartel y sobretodo presidio; este último uso tendría una continuidad en los años posteriores, prácticamente hasta finales del s. XX, por lo cual a menudo ha tenido una imagen negativa en el memorial colectivo ciudadano, por más que su obertura al público para el disfrute de sus habitantes ya hace muchos años que se produjo, desde principios de la década de los años 60 del siglo pasado.
El edificio que contemplamos en la actualidad, obra de Juan Martín Cermeño, es el resultado de las remodelaciones producidas entre 1753 y 1779. Tras el periplo de la Guerra de Independencia, el Castillo vivió los bombardeos sobre la ciudad del s. XIX. Durante la Guerra Civil española, ejerció de elemento de represión y vivió episodios de fusilamientos, tanto estando en manos republicanas, como posteriormente en manos de las vencedoras tropas franquistas. A partir de 1960, el castillo fue parcialmente cedido a la ciudad, con una transformación importante del conjunto, sobre todo del primer recinto, que perdió su condición de caserna militar a fin de ser adecuado como Museo Militar y parque público. El Museo Militar fue inaugurado el 24 de junio de 1963. Finalmente en tiempos modernos, el Castillo de Montuich fue declarado Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) en 1988.

Como punto y aparte en nuestras entradas habituales que dedicamos a las visitas de Byron, comentaremos un apartado \»fuera de guión\» sobre el extinto Museo Militar del Castillo, que cerró definitivamente sus puertas el 24 de mayo de 2009. Se catalogaron y embalaron todas las piezas de su inventario, y se inició el traslado a los Museos municipales –de todas aquellas que eran propiedad del Ayuntamiento- y a Gerona y Madrid– de las que eran del Ministerio de Defensa.

Este cierre museístico y la posterior diáspora de su colección ha sido, en nuestra opinión, uno de los episodios negros de la historia reciente de la Ciudad de Barcelona. Por un mero partidismo ideológico desprovisto de cualquier juicio histórico objetivo, se ha privado a sus futuros visitantes y ciudadanos de uno de los espacios culturales de más importancia a nivel nacional y memoria de la historia catalana y española a través de las diferentes épocas. El \»retorno a la ciudadanía\» esgrimido fue y es un falaz argumento, por cuanto los ciudadanos ya podían visitar el Castillo incluso en las épocas con presencia militar, excepto en zonas restringidas, y lo único que se produjo \»de facto\» fue el desmantelamiento del Museo Militar para no dejar rastro alguno de su existencia y de las piezas más modernas de artillería que circundaban el patio de armas y alguna zona exterior. Una verdadera atrocidad histórica y cultural*.
Derecha: Escudo que corona la entrada principal del castillo con las Armas Reales de Carlos III, en cuyos cuarteles se muestran las armas de Aragón, Dos Sicilias, Austria, Borgoña, Parma, Toscana, Borgoña antiguo, Brabante, y Flandes y Tirol en el entado; sobre el todo se dispone el escudo con las armas de Castilla en el primer y cuarto cuartel, las de León en el segundo y tercero, y las de Granada en el entado, más un escusón con las armas de la Casa de Borbón.(3)

BREVE HISTORIA DEL CASTILLO

Barcelona en 1563, con la torre-atalaya sobre la montaña de Monjuich (b).
El castillo de Monjuich de Barcelona se encuentra sobre la ubicación del antiguo castillo del Puerto, que aparece documentado ya en el año 1022. La pérdida de su valor estratégico conllevó su derribo en el siglo XV.
Sobre sus restos, el Consejo de Ciento de la ciudad construyó la conocida como Torre del Farell, de hecho una atalaya destinada a informar mediante señales de la proximidad de todo navío a la costa. En 1640 la montaña de Monjuich conoció su primera fortificación como tal, durante el periodo de la Guerra de los Segadores (Segadors). En treinta días se construyó un fortín de tierra con revestimiento de piedra y barro en forma de cuadrilátero y con cuatro pequeños baluartes adosados en sus ángulos.De 1694 datan las obras que convirtieron el fortín de Monjuich en un castillo cuya planta ocupaba toda la parte llana de cumbre. La pequeña fortificación precedente quedó como reducto interior. Formaron el Castillo tres baluartes mirando hacia tierra y un dilatado frontis rectilíneo, o mejor dicho, una línea de dientes de sierra mirando al mar.
En 1706 las tropas de Felipe V destruyeron la Torre del Farell. En 1749 el marqués de la Mina, Jaime de Guzmán y Spínola, es nombrado Capitán General de Cataluña, y decide que el castillo sea objeto de profundas reformas. El proyecto se encarga al notable ingeniero militar Juan Martín Cermeño, quien presenta su proyecto el 12 de enero de 1751. En 1753 se comenzaron propiamente las obras de remodelación.
Plano del Castillo datado hacia 1732. Se distingue el antiguo fortín.

Se hizo derruir el antiguo fortín de 1640 y se acabó de dar forma al conjunto de las fortificaciones: se amplió la edificación, se excavó el foso y se erigieron los baluartes que le dieron la característica forma pentagonal de las grandes fortalezas de la Edad Moderna, dotándola de servicios y cisternas, una de ellas de agua potable; todo ello ajustado a los sistemas de defensa concebidos por el célebre ingeniero militar Vauban. A finales de marzo de 1779 se terminaron los desmontes y formación de los glacis, la plazas de arma del Castillo cubierto y sus traveses, todas las explanadas de las baterías y la cubierta de los pabellones de oficiales. Se colocó un entrepiso de madera en los dormitorios de la tropa para instalar en ellos doble número de hombres, y se instalaron roperos y armeros. Se construyeron cocinas y hornillos para 3.000 plazas. En agosto de 1779 se finalizó la obra -si bien se siguieron haciendo intervenciones hasta 1799- tomando el Castillo el aspecto que mantuvo a lo largo del siglo siguiente y que ha conservado con ligeras modificaciones hasta la actualidad.(1)

Plano de la planta actual del Castillo. (c)

EL RECINTO FORTIFICADO

A continuación os detallamos un pequeño  recorrido por el perímetro exterior de la fortaleza, su foso y su patio de armas.

1. Perspectiva de la entrada principal con el puente levadizo

2. Imagen del foso ajardinado y el baluarte de San Carlos

3. Entrada al recinto. Puente de arcos y levadizo.

4. Garita de vigilancia

5. Vista interior del foso.

6. Muro del Castillo en su fachada marítima

7. Camino perimetral paralelo al muro

8. Foso
9. Baluarte de Lengua de Sierpe
10. Luneta de Tierra
Montaje con la Perspectiva del Castillo y detalle de la ubicación de la fotografías de este apartado (d)
11. Otra perspectiva del Baluarte de Lengua de Sierpe

12. Baluarte de Velasco

13. Baluarte de Velasco y foso

14. Baluarte de Santa Amalia

15. Vista de la rampa de acceso
16 y 17. Vista del Patio de Armas

18. Vista interior en los porches del Patio de armas

EL ANTIGUO MUSEO MILITAR

El 6 de Mayo de 1960, el Consejo de Ministros de entonces, acordó la cesión del Castillo de Monjuich a la Ciudad de Barcelona, aprobando un proyecto de ley, en cuyo preámbulo se dejaba claro el deseo de abrir dicha zona de la ciudad a sus habitantes:
\»Constituye un viejo anhelo de la ciudad de Barcelona llegar a convertir la montaña de Montjuich en zona abierta a la población, que así podrá disfrutar de los indudables atractivos de tan privilegiado e histórico lugar, tras haber acrecentado su belleza natural con parques, jardines y miradores y construido un Museo Militar que perpetúe el recuerdo de sus más señaladas efemérides. […]\»(7)

Y en su artículo 1º:

\»Se ceden al Ayuntamiento de Barcelona el Castillo de Montjuich con sus fosos y glacis, a fin que sean destinados a Museo del Ejército en el que se exalten las glorias castrenses patrias** y al establecimiento de parques, jardines y miradores respectivamente.\»

Enseguida se planificó el que tenía que ser el alojamiento del nuevo Museo en la fortaleza:

En un principio se pensó en instalar las salas de este museo en las galerías que asomaban a la plaza de armas de la fortaleza, pero enseguida se vio que eran bajas de techo y limitadas de luz. En cambio, se descubrió en los sótanos una serie de galerías (destinadas anteriormente a alojamiento de la guarnición) que se distinguían por la altura de sus bóvedas, lo que decidió en su consecuencia a instalar estas salas en ellas. En una primera fase constructiva se procedió a la limpieza y despeje de dichas galerías, mientras que la segunda fase consistió en rehabilitarlas para devolverlas a su estado original, pues su uso como residencia militar las habían desvirtuado. La habilitación del nuevo museo en ese espacio fue obra de los arquitectos Antonio Lozoya y Joaquín de Ros. Para la dotación de piezas históricas a exhibir el Ejército recurrió a numerosas fuentes para ampliar el museo. Los servicios Histórico y Geográfico, la Jefatura de Artillería y muchos cuerpos armados se desprendieron de piezas, la mayoría de las cuales estaban relacionadas con la historia de Barcelona y Cataluña. En total se llegaron a reunir más de 6.500, de las cuales 1.000 eran consideradas de suma calidad y gran valor. […]
 \»[…] El museo constaba de 600 metros de vitrinas y paredes. Elementos destacados eran los cañones y morteros, una pieza de Pere Ribot de 1720, las pistolas de miquelete fabricadas en Ripoll, maquetas y mapas de castillos de Cataluña, y banderas de antiguas unidades militares que decoraban las paredes. Contenía numerosas colecciones, como la de Juan Quintana del siglo XVII; la colección Frederic Marés aportada por el Ayuntamiento de Barcelona que incluía una serie de armas decoradas con incrustaciones de marfil, nácar y hueso, y también arcabuces alemanes con llave de rueda de los siglos XVII y XVIII; la colección Artur Llovera que constaba de una colección de soldados de plomo que reunía 20.000 piezas exhibidas en la Exposición Internacional de 1929; una colección aportada por la Agrupación Barcelonesa de Miniaturistas Militares; colección de armas de la Segunda Guerra Mundial; colección de armas de la Guerra Civil Española; una colección de armas de Filipinas; y una colección de armaduras, armas, banderas y pinturas donadas por varias ciudades españolas. En cuanto a secciones temáticas, destacaban las relativas a la expedición a Oriente, con sellos y documentos gráficos referentes a Pere el Gran; la sección sobre las conquistas de Mallorca y Valencia por Jaume I; la sección sobre la Batalla de Lepanto; la sección sobre la Guerra de la Independencia; y la sección sobre las campañas africanas del general Prim y los voluntarios catalanes.(4)

Maqueta del Asedio de Gerona

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(*) El Tranvia 48, un blog más que recomendable sobre diferentes aspectos de la historia de Barcelona y sus medios de transporte colectivos, publicó una entrada el 10 de enero de 2015, \»Recordando el Museo Militar del castillo de Montjuïc\», detallando profusamente sus antecedentes, historia, el contenido de sus variadas colecciones, y transcribía para finalizar una interesante cita, que suscribo en su totalidad:
\»Cinco años después, el historiador Juan Carlos Losada en una entrevista publicada el 16 de julio de 2014 en el diario \»La Vanguardia\» afirmó que el cierre del Museo Militar \»fue una acción muy lamentable fruto del sectarismo político y de la ignorancia de gran parte de la clase política catalana. Era un museo militar excelente con piezas únicas, nada belicista, pero por criterios ideológicos, en nombre de un presunto pacifismo se cerró. Se han abierto en la ciudad decenas de museos sobre temas absolutamente triviales y se cierra este que era magnífico, porque a algunos les parecía “facha”. Lo curioso es que muchos de los que impulsaron su cierre ahora se apuntan con entusiasmo a las recreaciones bélicas del tricentenario\». Recientemente, el inspector general del Ejército Ricardo Álvarez-Espejo anunció públicamente con motivo de la Pascua Militar el proyecto de instalación de un nuevo museo militar en Barcelona que se ubicaría dentro del edificio que alberga el Gobierno Militar, clausurado desde el año 2009\».(4)
(**) Una muestra de las expresiones militares habituales tan en boga durante el régimen franquista.
Nota: Las fotografías del apartado dedicado al antiguo Museo Militar se muestran gracias a la amable autorización de Ricard Fernández Valentí.
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Fuentes:

(1) – http://www.castillomontjuic.com/index.php?option=com_content&task=view&id=46&Itemid=56
(2) – Guía de los escenarios de la Guerra del Francés en Cataluña – Conmemoración del bicentenario del comienzo de la guerra (1808-2008), Generalitat de Catalunya Departament d’Innovació, Universitats i Empresa, 2008
(3) – http://histartgazer.blogspot.com.es/2011/05/el-castell-de-montjuic-breve-historia.html
(4) – http://eltranvia48.blogspot.com.es/2015/01/recordando-el-museo-militar-del.html
(5) – Tríptico informativo del Castillo de Montjuïc – Ajuntament de Barcelona
(6) – http://ajuntament.barcelona.cat/castelldemontjuic/es/el-castillo/historia/retorno-la-ciudadania
(7) – \»Historia de Montjuich y su castillo\» – Pedro Voltes Bou, Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona, 1960
(8) – http://ajuntament.barcelona.cat/castelldemontjuic/es/exposiciones-y-actividades/centro-de-interpretacion

Imágenes:

AFc_Castell.JPG
(b) – «Barcelona 1563» de Anthonis van den Wijngaerde – The original View of Anton Van Den Wyngaerde is at the Österreichische Nationalbibliothek (Austrian National Library), Vienna.. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia Commons – http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Barcelona_1563.JPG#/media/File:Barcelona_1563.JPG
(c) – \»Historia de Montjuich y su castillo\» – Pedro Voltes Bou, Ayuntamiento de Barcelona, Barcelona, 1960
(d) – Tríptico informativo del Castillo de Montjuïc – Ajuntament de Barcelona

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