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Cantinera en el bivaque. |
Esta semana recuperamos el mundo de la miniatura militar con la figura de una vivandera del ejército francés en el año 1812. Por desgracia las figuras femeninas a escalas grandes (y también en las más pequeñas) no son abundantes y más en la época napoleónica, por lo que o son figuras con atuendos civiles o en el plano militar encontramos generalmente las típicas cantineras y vivanderas, acompañadas o no de una montura y sus enseres. Varias mujeres también formaron parte en las filas sobretodo de la caballería, por lo que no estaría de más que pudiera salir a a la venta una figura que representara a dichas mujeres, que, llegado el momento, luchaban con igual encono y valentía que los hombres.
UN POCO DE HISTORIA
El nombre Vivandière (vivandera) deriva de la palabra francesa viande, que significa carne o comida. Por tanto, una vivandera era una mujer que proporcionaba alimentos a las tropas, aunque a menudo vendían muchos otros artículos incluyendo la ropa, el alcohol e incluso productos como los lápices. Una Cantinière (cantinera), en cambio, recibía su nombre de la palabra cantina, una tienda o local de servicio a los soldados.
Al igual que la vivandera, transportaba sus suministros en mula o en un carruaje tirado por caballos. También podía poseer una gran tienda de campaña que se convertía en un \»centro social\» para los soldados y para poder hacer dinero con la venta del café y el alcohol.
A estas mujeres les eran concedidas comisiones para servir en regimientos particulares y estaban sujetas a la disciplina militar, aunque no portaran el uniforme. Se les pedía que vendieran sus productos a un precio justo según lo determinado por las autoridades militares bajo pena de ver sus suministros confiscados. Las vivanderas y las cantineras no recibían ninguna paga por sus servicios y se ganaban la vida sólo con los beneficios obtenidos por la venta de suministros a los hombres.
Era un requisito que la mujer se casara con uno de los soldados del regimiento con el fin de mantener su posición. Si su marido moría, tenía que renunciar a su puesto pero a menudo se volvería a casar con otro soldado en la misma unidad. Algunas mujeres sirvieron en el ejército francés a través de las guerras napoleónicas y estuvieron presentes en todas las grandes batallas. Las vivanderas eran especialmente queridas por los hombres, debido a los cuidados adicionales que les proporcionaban y los riesgos que compartían. Muchas vivanderas se convirtieron en heroínas nacionales de Francia, y eran reconocidas por su bondad y valor bajo el fuego. No era inusual para las vivanderas correr hacia adelante y atrás en plena línea de fuego, llevar agua y comida a los hombres y correr el riesgo de recibir un disparo. Asimismo cuando salían de primera línea del campo de batalla era para recoger a los heridos, y en varias ocasiones lucharon junto a los hombres con fusil y bayoneta. En los días en que su unidad estaba inmersa en la batalla, las mujeres a menudo eran las que cocinaban el alimento y daban bebida a los soldados sin coste alguno.
Estas mujeres soldados demostraron su valor en la Grande Armée de Napoleón, hasta tal punto que su papel continuó en el ejército francés durante muchas décadas después de las guerras napoleónicas.(1)
LA FIGURA
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Caja de Verlinden. |
La figura que os traemos hoy es de Verlinden Productions, con la ref. 1481, uno de los pocos fabricantes que posee figuras de resina de 120 mm. en su catálogo. La figura no tiene mucho secreto para su montaje, aunque si que necesitamos hacer algún afinado, como la curvatura del sombrero que no encaja bien en la cabeza, o la posición del brazo derecho apoyándose en el barrilito.
También hay que tener cuidado a la hora de colocar los pies, ya que, como es habitual, las cajas de Verlinden no te dan ninguna orientación ni señal en la figura (estas figuras nunca vienen con instrucciones), la parte baja interior de la falda es un sólido plano en su terminación interior por lo que hay tener en cuenta la rodilla del modelo para colocar el pié con un mínimo de coherencia, entre otras cosas para garantizar el buen apoyo de la fugura, ya que no hay agujeros o marcas donde tomar una referencia.
De hecho la figura no deja de ser una réplica de un dibujo que podéis encontrar en el libro \»Uniforms of the Retreat from Moscow. 1812\», de Haythornthwaite y Chappell, y que os mostramos a continuación:
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Vivandera en 1812. (a) |
La figura se monta sin apenas problemas, salvo por el comentario del sombrero. También preferí montar el barrilete antes que el brazo sobre el que se apoyaba, para asegurar la posición. Una vez unidos los componentes, se imprima con color gris de la casa Vallejo. Las casacas (dolman) de estilo húsar, son un poco delicadas de pintar, tienen muchos detalles, hay que hacer varias pasadas si el color es muy claro y tener en cuenta todos los botones y los ribetes del uniforme. En nuestro caso se añadía el problema del color amarillo, al que hay que dar varias pasadas para que coja cuerpo (al menos con el que pinto yo).




La falda preferí pintarla de un color más oscuro que el rojo de la portada de la caja de Verlinden, y más en consonancia con la figura del libro, que parece un rojo Burdeos, mientras que yo opté por un color marrón. Las faldas son un elemento agradecido de pintar ya que todos los pliegues dan lugar a un juego de luces y sombras que si uno tiene pericia y gusto pintando (como es el caso de Bill Horan, Julio Cabos y muchos otros grandes pintores de figuras) da lugar a que la figura gane muchos enteros, como también en el caso de las figuras de Highlanders escoceses de la época. Las polainas también las pinté de color negro, en vez del color blanco del libro.
Detalle del barrilito con la granada de los granaderos y regimientos de élite de caballería. No la llevaba de origen, por lo que la colocamos con una pequeña copia de la de un portacartuchos (giberne), con resina de dos componentes. La escala queda un poco grande, con respecto al original del dibujo, pero tampoco desentona en demasía.
Las botellas forradas de cañizo, a las que se les da una capa de tinta de Citadel o de color negro aguado para darle una pátina de suciedad. El correaje se hizo con una pequeña cuerda pintada. Tener en cuenta que hay que procurar la sensación de tirantez de las cuerdas que tendrían las botellas colgando realmente, por lo que hay que tener cuidado a la hora del pegado, para no dar una imagen deformada de estas.
Imágenes del torso y cara. Las cejas probablemente tenía que haberlas oscurecido un poco más, ya que apenas se distinguen, También añadí una pluma con lámina de estaño y pintada de azul, como las que solían llevar las vivanderas y cantineras representadas en dibujos o grabados.
CARTA DE COLORES
1. Carne – Medium Fleshtone 70860 Vallejo ModelColor. Rectificado con Negro para las sombras y Amarillo para las luces.
2. Puños – Vermilion 70909 Vallejo ModelColor
3. Botellas – Terracotta Americana + Brass Laton 70801 Vallejo ModelColor + Badab Black Citadel Washes
4. Sombrero – Tallarn Flesh Citadel Foundation + Leviathan Purple Citadel Washes . Gris con pincel seco para las zonas desgastadas.
5. Casaca – OlivaMedio 70850 Vallejo ModelColor + Black Matt + MattFarbe21 Golden Yellow
6. Falda – Asphaltum Americana + Matt Black + MattFarbe21 Golden Yellow + Black 70950 Vallejo ModelColor
7. Zapatos – Black 70950 Vallejo ModelColor.
Barro y suciedad con Medium Fleshtone 70860 Vallejo ModelColor
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Fuentes:
(1) – http://emperornapoleon.com/army/women-in-the-army.html%5B04/04/2017 12:06:18]
Imágenes:
a) – \»Uniforms of the Retreat from Moscow. 1812\» – Philip Haythornthwaite y Michael Chappell, Hippocrene Color Guides, Blandford Press Ltd, New York, 1976
b) – Fotografías del autor.
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