A la izquierda tenéis el dibujo de Pierre Benigni, uno de los ilustradores más conocidos de estampas de soldados napoleónicos, representando un trompeta francés del 5º regimiento de cazadores a caballo, en uniforme de campaña, que nos servirá de modelo para la postura de la figura del caballo y el jinete lo tomamos de un trompeta de coraceros francés del 6º regimiento, en una versión del reconocido ilustrador alemán Richard Knötel. El hecho de que sea en este caso de coraceros ha sido sencillamente para aprovechar las partes anteriores de kits de coraceros que ya tenía de la misma marca.
PROCESO DE MODIFICACIÓN Y MONTAJE DE LA FIGURA
Tendremos que realizar una serie de cortes para seccionar las partes que vayamos a modificar en patas, cuello y cabeza, lo podemos hacer con cualquier pequeña sierra de modelista, a mano, o si tenemos la suerte de tener la máquina y hojas de sierra apropiadas, siempre será más fácil el poder hacer un corte más limpio. Imprimimos una copia en papel de la ilustración que tenemos como referencia para la posición de las extremidades: obviamente son posturas aproximadas, ya que no se trata de hacer una réplica exacta del modelo, más cuando solo tenemos una perspectiva, por lo que no vendrá de aquí si la rodilla está girada 2º más de lo que tendría que estar.
Recalcar que toda parte que cortemos la habremos de suplir luego con masilla, por lo que nos interesa que la situación del corte nos haga aprovechar lo máximo de la figura original, para ahorrarnos al máximo retocar la pieza \»base\» y también con el consiguiente ahorro del posterior material de cubrición.
En la foto superior una imagen de las primeras etapas de corte o seccionado de las piezas. Una de las partes más delicadas es el cuello, por lo que tendremos que seccionar con cuidado la cabeza siguiendo la línea de unión, separándola de éste para volver a unirla con un ángulo de abertura mucho mayor.
La parte de la boca es de las más delicadas de trabajar, por lo que si tratamos de abrirla en exceso como en el modelo de la ilustración, es bastante probable que nos quedemos con la parte inferior en la mano. O reconstruimos la parte inferior aparte (proceso más laborioso de cortado, unión y enmasillado), o tratamos de girar hacia abajo dicha parte, con el suficiente cuidado para que se nos fracture pero que no se rompa. El indicativo nos lo da el propio material, que se va fracturando cambiando a color más blanquecino, en este caso, instante en que nos detenemos para que no se parta. Hay que hacerlo para los dos partes, por lo que habrá que confrontarlas para que no quede una parte más alta que la otra. Una vez unidas, rellenamos con una masilla bi-componente (Tamiya, GW o similar que endurezca con cierta rapidez). Por lo que hace a la abertura de la boca, perfilamos y aumentamos los morros con masilla y hacemos unas diminutas piezas cuadrangulares con la misma masilla que dejaremos endurecer e iremos pegandolas con pegamento de cianocrialato a la boca. La comisura de la boca también hay que abrirla con un pequeño berbiquí manual o con una herramienta tipo Dremel.
En la foto superior, diferentes etapas de la rectificación de la cabeza. Ha habido que reconstruir las partes de la cabezada; para las crines y el tupé opté por hacerlos con masilla Das Pronto que permite trabajarla y rectificarla con comodidad. El único problema es que las terminaciones no quedan muy pulidas por la naturaleza del propio material, y si intentamos pulirlas, las acabaremos rompiendo, por lo que las dejaremos tal cual. De hecho lo que importaba era darle una sensación de volumen que no dan las piezas originales.
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Las piezas acabadas de ambos lados, antes de unirse. |
Por lo que respecta a la cola también la hemos realizado con masilla Das Pronto, ya que la original tampoco alcanza una caída apreciable. De todos modos tampoco es un punto muy importante, ya que muchas unidades ligeras de caballería, sobretodo las españolas, cortaban parte de la cola a sus caballos para que no se les enredara entre la maleza o la vegetación. Pero en línea con las crines, la idea era tan solo darle más volumen también.
Nos hemos limitado a cortar un trozo largo de alambre con la longitud requerida (en línea amarilla discontinua) y que nos sirviera de estructura a la cola así como de aguante y guía para la masilla. El aspecto final es el de la foto de la derecha, una vez afinada y rebajado el material sobrante. La precaución cuando se hacen este tipo de montajes de colas es no acortar en exceso el elemento que sobresale para el enganche (el alambre en nuestro caso) al cuerpo, por lo que tendremos que dejar como mínimo una longitud similar a la de la propia cola y fijarlo al interior del cuerpo, para que tenga el suficiente agarre y no ceda con el peso de la pieza ya seca.
Otra parte a tener en cuenta es la silla del jinete y sus partes, la cincha y la mantilla. Hemos recrecido la parte del \»borrego\»con masilla Das Pronto. Normalmente no lo hago, pero si veis alguna foto de alguna recreación napoleónica, normalmente también tienen más volumen que las de la pieza original. La mantilla también se intentó variar, dándole una forma con más \»movimiento\», y con un secador de pelo doméstico y aplicando aire caliente se puede intentar modificar su forma. Con piezas grandes hay más garantía de poder hacerlo. Con las piezas pequeñas, la deformación es más difícil de controlar por lo que a la que se empezó a doblar ya lo dejamos estar.
La silla casi completamente finalizada. Antes que el material seque también es recomendable aprovechar y presionar la masilla en la silla con la parte inferior del jinete donde se asienta, para que quede marcado y nos sirva de guía para el montaje final (las partes más lisas de la foto superior). La granada grabada de la esquina inferior de la mantilla la llevaban normalmente los primeros escuadrones, que eran considerados de élite de los regimientos. No vienen tampoco suministrados en el kit, por lo que hay que hacerlos aparte, con masilla bicomponente. Si no teneis ninguno a mano (bastante probable), se puede hacer con la cartuchera (\»giberne\») del coracero o jinete de turno que la lleva impresa. Tan solo hemos de hacer una impresión en un trozo pequeño de masilla, esperar que seque y rellenarlo con la masilla de dos componentes, y la escala resultante es bastante parecida a la requerida. De hecho es el proceso que hemos realizado en el de la foto superior.
El \»portmanteau\» de la silla con el número del regimiento y unido a él, el capote del regimiento. Aquí las variaciones son mínimas. Añadir el número del regimiento en los laterales de la bolsa con masilla bicomponente (nos podemos apoyar en un par de números impresos con una tipografía parecida a la de la época, y también el extremos plegado del capote que normalmente se correspondía con el mismo color que distinguía al regimiento en este caso con el color del dibujo de Knötel.
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Las piezas ya rociadas con imprimación blanca y listas para pintar. |