Desaix es uno de los nombres que dejaron su impronta entre los militares franceses más conocidos de la epopeya republicana y luego consular, a pesar de su temprana muerte a los 31 años en los campos de batalla de Marengo. Al igual que Davout, fue un ejemplo de militar de familia noble que en lugar de emigrar o servir en un ejército extranjero permaneció entre las filas del ejército republicano, lo que le provocaría constantes problemas a nivel personal y con las autoridades, en una época en que cualquier fallo en la batalla o denuncia en la retaguardia conducía directamente a la prisión o al cadalso. Pero sus grandes cualidades militares y una rara formación casi autodidacta de signo humanista, le distinguieron rápidamente entre sus colegas y lo elevaron al podio de los líderes más famosos entre el ejército francés de la época.
Sus disciplinadas retiradas de Wissembourg y Manheim en el frente de Alemania, su defensa de la fortaleza de Kehl (donde en la retirada de las tropas él cerraba la marcha) le supusieron un valor (y popularidad) para el gobierno francés, donde algunos ya lo veían como un nuevo Señor de Bayard. La campaña de Egipto sería otro de los escenarios donde brillaría Desaix, ocupando las tierras del Medio y Alto Egipto que lindaban con el rio Nilo, persiguiendo y derrotando varias veces al líder mameluco Mourad Bey y a otros líderes tribales. Su trato mesurado en aquellas tierras le ganó el sobrenombre entre los fellahines de \»El Sultán Justo\» y habiendo conquistado aquellas tierras volvió a El Cairo, reclamado por Kléber, tras la marcha de Bonaparte.
Vuelto a Francia nuevamente en Tolón, tras una desgraciada peripecia donde fue hecho prisionero por los ingleses, se apresuró en encontrarse con Bonaparte en Italia, pocos días antes de la jornada de Marengo, donde su presencia sería vital para cambiar el signo de la batalla con la victoria francesa y que pagaría con su vida, cercenada por una bala de mosquete. Bonaparte, luego Napoleón, debió no poco a la valía de este soldado de gustos renacentistas que cuando era general de división -con una desacostumbrada sencillez- confesaba: \»No soy más feliz con 2.600 libras al mes, de lo que era con 100, cuando era un desgraciado subteniente.\» [1]
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Medalla conmemorativa de la muerte de Desaix en Marengo (1879) (a) |
CRONOLOGIA
1776 – El 18 de octubre, a la edad de 8 años, es admitido en el colegio real militar del castillo de Effiat, donde un descendiente del mariscal del mismo título había instituido doce plazas para jóvenes gentilhombres, preferentemente de sus dominios. En la escuela, Desaix manifestó una inteligencia muy viva, una buena memoria y una fuerte afición por la historia, de la que ganó el primer premio en séptimo grado, al final de su primer año escolar. Asimismo, le atrajeron el estudio de la geografía, las lecturas de viajes de lejanas expediciones y la lectura de los clásicos.
1783 – Finaliza sus estudios a los quince años, pero la situación familiar se complicó por la muerte de su padre y dejó a su madre sola al frente de la familia. Manifiesta sus deseos de servir en el regimiento de Beauvoisis, donde había adquirido estima y consideración. El 20 de octubre de 1783, previa certificación de la nobleza del candidato, el rey firmó el membrete de Desaix como tercer subteniente sin asignaciones del regimiento de Bretagne. El joven Chevalier de Veygoux, como sería conocido Desaix, para diferenciarlo de su hermano mayor y de sus primos que llevaban el nombre patronímico, partió hacia Grenoble, acuartelamiento de su nuevo regimiento(1) y tomó destino en la primera compañía.
1784 – Su regimiento es trasladado a Briançon, uno de los lugares más elevados y solitarios de los Alpes. Condenado a la inacción del destino, se dedicó con ganas a la lectura de viajes y exploraciones científicas. Tomó lecciones de estrategia de un antiguo mayor de plaza, M. Doumet, recorriendo con él los cuellos y los pasajes de las montañas cercanas, leyendo mapas, preparando informes y perfeccionando su educación militar. Sus reconocimientos llegarían hasta las fronteras de Savoya e Italia, y aumentó al mismo tiempo sus conocimientos en mineralogía y botánica.
1789 – El regimiento de Desaix estaba acuartelado esta época en Huningue, y se sustrajo a los acontecimientos de violencia que vivieron otros regimientos en aquel año, donde algunos altos oficiales habían querido retornar al rey sus prerrogativas, tras la constitución de los Estados Generales y la toma de la Bastilla, frente a la oposición de los soldados.
1790 – Desaix viaja en otoño a Paris, donde pasa el tiempo entre los monumentos, los museos y las bibliotecas. Un primo suyo le introduce en la familia del coronel Mathieu Dumas, director del Dépôt de Guerre (Departamento de cartografía y archivo militar), y conocido por sus servicios militares en América y misiones diplomáticas en Alemania y Oriente.
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Desaix como capitán del 46º regto. (b) |
1792 – El 9 de enero es nombrado formalmente como Commisaire ordinaire des guerres en Clermont. El rechazo de su madre por no haber emigrado como sus familiares y la amenaza de uno de sus parientes de enviarle una rueca (un mensaje de desprecio que se enviaba a los gentilhombres que no emigraban de Francia), le determinaron a no emigrar y no verse obligado a luchar contra su país. Se aprovechó de las dificultades de admisión que su edad había planteado, ya que no tenía más que veinticinco años cumplidos, como exigía la ley, y pidió al ministro que se le reintegrara al 46° de línea, en su empleo de teniente que, decía, no había abandonado, y se marchó él mismo para París, con la esperanza del apoyo de sus protectores. El recurso de Desaix prosperó y fue recomendado como edecán(3) al servicio del Estado Mayor del ejército del Rin , cuyo jefe era el príncipe Víctor de Broglie, otro de los veteranos de América. El 30 de junio fue ascendido a capitán.
Pero el 10 de agosto con el triunfo de los jacobinos sobre el partido constitucional, provoca que la Asamblea Legislativa envíe comisarios dotados de poderes a los ejércitos: Carnot y tres de sus colegas viajaron a Wissembourg, cuartel general del ejército del Rin, para tomar juramento a los oficiales de los decretos de la Asamblea Nacional. De Broglie, su ayudante, Caffarelli-Dufalga (el famoso general de ingenieros en Egipto con Napoleón) se negaron y fueron suspendidos de sus funciones. Desaix no quiso separarse de la suerte de su jefe. Dejó Estrasburgo y se dirigió a Bourbonne-les-Bains con un pasaporte. Pero fue arrestado en un pequeño pueblo en los Vosgos y enviado a la prisión de Épinal. Estuvo preso dos meses y fue liberado por la intercesión de un primo suyo, el general Beaufranchet d’Ayat, que había conservado el crédito frente a las autoridades de entonces. Recobrada la libertad es enviado a su regimiento en Estrasburgo, donde apelando a Lazare Carnot, logra recuperar su empleo de capitán adjunto en el Estado Mayor del ejército del Rin, sin dejar los cuadros de su regimiento. Al final del año, el ejército del Rin al mando de Custine se había visto obligado a abandonar Frankfurt y traspasar al otro lado del rio.
1793 – La ciudad de Worms con una guarnición francesa y con unos almacenes considerables, estaba asediada por los prusianos. Un contingente francés al mando de Aubert-Dubayet, trató de socorrer a la guarnición. El 26 de enero por la noche, Desaix, al mando de cincuenta hombres armados con hachas, ataca los reductos enemigos y logra destruirlos. El 4 de febrero renuncia a un ascenso y a un destino en el ejército del Interior y sigue en Worms, dirigiendo salidas y ayudando en la defensa de la plaza. Pero los prusianos atacaron decididamente y los franceses se vieron obligados a abandonar Worms y Franckenthal y destruir sus almacenes(4).
El ejército del Rin pasaba por momentos delicados, viendo desfilar hasta 9 comandantes en jefe durante 1793 hasta el final de la campaña, mientras que Desaix desplegaba una actividad febril junto al ayudante general, el futuro mariscal Gouvion de Saint-Cyr. El 20 de agosto es herido en una refriega, una bala le atraviesa las dos mejillas, pero no abandona el campo de batalla y sigue combatiendo hasta la noche, siendo ascendido por los representantes a general de brigada. Su herida no resultó grave y su prestigio crecía entre la tropa. Enviado a las alturas de Northweiler, una posición al oeste de Wissembourg, Desaix la defiende durante un mes, pero repentinamente es enviado a tomar el mando de una guarnición en Haguenau. Sin discutir su nuevo destino, llega a las 10 de la noche a Haguenau, solo para recibir la inmediata contraorden de volver a su puesto. Vuelve a Northweiler y prepara la defensa ante la ofensiva general enemiga, pero recibe la orden de retirarse, debido a la pérdida de las líneas de Wissembourg y la presencia de un cuerpo enemigo que amenazaba la ruta hacia Estrasburgo. El 20 de octubre logra unirse al resto del ejército en Estrasburgo.
El famoso general Moreau comentaría \»Con Desaix ganamos batallas, con Saint-Cyr estamos seguros de no perderlas\» y Saint-Cyr dijo de su amigo: \»Al tener a Desaix como vecino, uno estaba seguro de que no se dejaría batir; por lo tanto, sólo teníamos que ocuparnos de la posición de la que nos ocupábamos.\». El 21 de octubre, por los méritos en dirigir la retirada, Desaix es nombrado, a sus veinticinco años, general de división.
El 18 de noviembre los franceses inician una ofensiva general desde Wantzenau en el Rin hasta los Vosgos. En Berstheim los republicanos luchan frente a los emigrados de Condé que logran conservar la plaza. Pero sería el último logro de los imperiales. Después de la victoria de Geisberg, los franceses reconquistan las líneas de Wissembourg, el duque de Brunswick se retira, Landau es desbloqueada y la campaña acaba con la victoria francesa.
1794 – Durante los primeros meses del año, Desaix se encuentra en el Palatinado con el ejército del Rin, luchando en combates defensivos, en un teatro secundario. Carnot había desplazado a 45.000 hombres de los ejércitos del Rin y del Mosela para reforzar los del Norte y el Sambre y Mosa, para la invasión de Holanda. Pero el 23 de mayo se desarrolla un ataque general germano-prusiano-austriaco en el sector, siendo rechazado por Desaix, que vuelve a vencer a los coaligados el 19 de junio. El 2 de julio sorprende al enemigo en Schweigenheim, pero no logra su objetivo de derrotarlos y se retira a sus defensas y el 14 de julio logra finalmente la victoria frente a los austriacos en Freibach.
La caída de Robespierre y del reinado del Terror, fue bien acogida por los generales, oficiales y soldados, pero las operaciones militares se ralentizaron y la guerra se redujo a acciones de reconocimiento y de vanguardia. Un terrible invierno azotó Europa a finales de 1794 y principios de 1795, y mientras Pichegru invadía Holanda, el ejército del Rin, acampado en torno a Maguncia, pasó muchas penalidades por el mal tiempo, el hambre, y la escasez.
1795 – El 5 de abril, por el Tratado de Bâle, Prusia abandonaba la 1ª coalición, dejando a los austriacos la lucha frente a la Francia Revolucionaria. Clayrfayt, secundado por el joven archiduque Carlos se oponía a Jourdan, que mandaba el ejército del Sambre y Mosa y el mariscal Wurmser a Pichegru, que venido de Holanda comandaba el ejército del Rin y Mosela. El 20 de septiembre, Manheim abría sus puertas a Pichegru, pero por el peligro de una nueva ofensiva austriaca, puso a Desaix al mando de la defensa del puente de Manheim. Asaltado por fuerzas superiores el 18 de octubre, resistió hasta el día 29, cuando recibió todo el choque del ejército de Wurmser, y se vio obligado a buscar refugio en la ciudad. Ante el desbloqueo de Maguncia y la derrota de los franceses, Desaix organiza una ordenada retirada, al igual que la efectuada en Wissembourg, hasta llegar a las líneas del río Pfrimm, tributario del Rin. A pesar de las victorias, los austriacos pidieron un armisticio, que fue aceptado, y se firmó una tregua entre el teniente general austriaco Baillet de Latour, y Desaix, que seguidamente trasladó las tropas a los acantonamientos de Alsacia y Lorena, para poder descansar y reabastecerse.
1796 – Desaix, con las funciones de general en jefe, en los intervalos de descanso se libraba al estudio de la estrategia, leía a los clásicos y formaba a futuros oficiales como Savary, Rapp, Beaupuy, y Druot. Al comienzo de 1796, el estado de las finanzas y la traición de Pichegru (que informó a los austriacos de las disposiciones francesas), habían reducido el ejército del Rin y Mosela a un estado de indigencia absoluta. El 29 de marzo escribió a Clarke desde Haguenau:
«Je suis, en ce moment, dans l\’impatience de me voir débarrassé du commandement en chef; le général Moreau vient bien lentement pour me renvoyer à mes avant-postes et troupes légères. Vous vous intéressez , je suis sûr, à l\’armée du Rhin; je vous dirai qu\’elle est bien dans la misère , surtout pour les chevaux.»
El 14 de junio Desaix atacó Manheim, los franceses pasaron el Rin y Desaix volvió a atacar al enemigo en Neumühl, y el 11 de agosto en Neresheim, Moreau bate al archiduque Carlos, y los franceses planean pasar el Danubio. Wurmser había abandonado el Lago Garda en Italia, y los franceses habían entrado en el Tirol. El 7 de septiembre Desaix recibe la orden de atacar la cabeza de puente de Ingoldstadt y el día 10 pasa a la orilla izquierda del Danubio.
Lazare Carnot llevaba a cabo su plan de unir los ejércitos franceses que operaban en Italia y Alemania. Pero los avances franceses y victorias como la de Biberach, fueron contrarrestados por el archiduque Carlos, hasta el retorno de las tropas del ejército del Rin y Mosela otra vez a la ribera izquierda del Rin.
Vencedor sin límites en Italia, Bonaparte impuso los preliminares de paz al príncipe Carlos el 17 de abril, sin consultar al Directorio; pero su genio ya se había impuesto a las divisiones de los partidos que se negaban a comprender su ambición. Hoche cruzó el Rin, después de la firma de las preliminares de Leoben, el día 18 y Moreau el día 20. En el paso de Desaix por Diersheim, se produce una feroz lucha contra los austriacos y Desaix es herido en la pierna. El enemigo es derribado, pero Desaix está herido en el muslo. Los franceses son dueños de la orilla alemana: cuatro mil prisioneros, cañones y banderas permanecen en sus manos, y ocho oficiales generales fuera de combate dan testimonio de la ferocidad de la lucha. Desaix se restablece en Estrasburgo, recibiendo los plácemes de las autoridades(5), así como de los generales austriacos De Latour y Rosenberg que lo visitaron.
Tras la baja del general Hoche, el nuevo jefe para el mando del ejército de Alemania, Augereau había ofrecido a Desaix \»el mando principal del ejército de la izquierda\» que debía incluir \»seis divisiones activas”. Pero el destino tenía otros planes: el 19 de julio partía hacia Italia por la ruta del Saint-Gothard, con una carta de recomendación de Moreau para Bonaparte. Aprovecha el viaje por Suiza para enriquecerse con la vista de sus paisajes y el trato de sus habitantes, penetra en Lombardía, y llega finalmente a Milan, donde se entrevista con Bonaparte y aprovecha su estancia de 12 días para visitar los monumentos, las iglesias, las bibliotecas, teatros, la ciudadela, los artistas y sabios del lugar. Conoce a los oficiales de Bonaparte, Masséna, Lannes, Joubert, entre otros al matemático Monge, asiste a las conversaciones de paz de Bonaparte con los austriacos, visita asimismo los famosos campos de batalla, traza la topografía de Mantua, llega hasta el Adriático y visita Venecia. Por encima de todo, Desaix muestra una gran admiración por Bonaparte(6).
En septiembre deja Udine y toma la ruta del Tirol para dirigirse hacia Múnich y Stuttgart, para tratar de los subsidios del ejército del Rin. Los rumores sobre su Destitución por el Directorio, por sus relaciones con Pichegru, le llenan de preocupación y minan su relación en las negociaciones. Vuelve a Italia, y cuando esperaba ser destituido, se le confirma en el servicio activo. El 26 de octubre, tras la paz de Campo-Formio, el Directorio crea un ejército de Inglaterra que iba a ser mandado por Bonaparte, con Desaix como su segundo en el mando. Bonaparte y Desaix parten hacia París.
1798 – Desaix es enviado por Bonaparte para supervisar los trabajos de la invasión en las llamadas Côtes de l’Ocean, desde Rochefort a L’Havre, la actividad en el arsenal de Brest, los aprovisionamientos en los puertos de Nantes, Lorient, Saint-Malo y Cherburgo, y la requisa de los barcos comerciales que no podían salir de las radas por el bloqueo británico. Pero en los informes de Desaix y posteriormente también de Kléber, se constataba que los medios eran del todo insuficientes para emprender la invasión.
Mientras tanto, la expedición hacia Oriente iba tomando cuerpo secretamente, y Desaix, con el pretexto de un viaje cultural a Italia, es enviado a Civita-Vecchia, para reunir en Roma las semi-brigadas necesarias y esperar órdenes. Aprovecha no obstante para visitar Turín, Florencia, Pisa y Roma. Finalmente, el 24 de mayo a las 6 de la noche, el convoy formado por Desaix zarpa de Civita-Vecchia, con un total de 67 embarcaciones. Bordea las costas de Italia y flanquea el estrecho de Messina, esperando unirse a la expedición principal en Malta, donde llegan el 8 de junio. Al día siguiente, la flota de Bonaparte aparece en el horizonte, y este pide la entrada en el puerto. Como sólo le permitían la entrada de 4 barcos, Bonaparte desembarca tropas en la costa septentrional sin encontrar seria resistencia, excepto el fuerte de Marsa-Sirocco, que es atacado por Desaix y que resistió 24 horas. El resto de las milicias maltesas se refugiaron en La Valette. El 12 de junio se rindió el Gran Maestre y el 19 la expedición partió hacia Egipto. Desaix se había ocupado en recorrer la isla, sus bahías, topografía, su agricultura y los aspectos de su defensa, entre otros, reuniéndose con la flota principal en Creta.
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Murad-Bey, por Dutertre (1809) (d) |
Finalmente, la expedición llegó a las costas de Egipto y Desaix se encargó con algunas compañías del desembarco de las tropas y su organización. Los franceses ocuparon Alejandría. La división de Desaix encabezaba las tropas que se dirigían a El Cairo: comenzaron los problemas por la pobreza del país, las altas temperaturas y los espejismos, además de los primeros encuentros con los mamelucos. Las tropas formaban en cuadros, desplazándose para no perder dicha formación, con una pequeña flotilla siguiéndoles por el Nilo. Se dirime la batalla de Las Pirámides contra los mamelucos de Mourad Bey y un triunfador Bonaparte entra el 23 de julio en El Cairo. Desaix es encargado de la conquista del Alto Egipto, pero tuvo que esperar un mes hasta que los canales y afluentes del Nilo fueran navegables para transportar las tropas. El 7 de agosto, en ausencia de Bonaparte, que había emprendido la campaña de Siria, Desaix toma el mando de la provincia de el Cairo. En compañía de oficiales y científicos, indicaba la ubicación de Memphis más allá de las pirámides de Giza, hablaba de Heliópolis, de su famoso templo del Sol, del pájaro simbólico, el ave Fénix, etc.
Tras el retorno de Bonaparte, Desaix aceleró los preparativos para apoderarse del Alto Egipto, donde se refugiaba el derrotado Mourad Bey. Siguiendo el curso del Nilo, llevando como generales y jefes de brigada a Belliard, Friant, Davout, Boyer, Lasalle y Le Tournerie (Vivant-Denon también iría con la expedición) y con el apoyo de una flotilla, desciende desde el puerto de Boulac en el Cairo el 25 de agosto hasta Girgé (Girga), el 29 de diciembre, donde compra dos jóvenes chicos esclavos de raza negra que le acompañarán a partir de entonces hasta Marengo.
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La expedición de Desaix al Alto Egipto le llevaría hasta Asuan, a más de 800 km de la capital. |
Desaix vuelve a Syout (Asiut) y se ocupa de la organización militar del territorio. Mourad-Bey era dueño de los desiertos y oasis, reaparecía después de sus derrotas y fatigaba a las columnas que lo perseguían. Mientras intenta organizar un ejército con levas locales y esclavos comprados, Desaix plantea crear un cuerpo de dromedarios y al tiempo recibe las comisiones de sabios que quieren visitar monumentos. En una de estas visitas en Tebas, recibe un despacho de Bonaparte donde le anunciaba su partida y dejaba a Kléber como comandante en jefe. Vuelto a Syout, Desaix acaba sus preparativos de una expedición final contra Mourad Bey: parte en dos columnas, con su tropa de dromedarios montada por infantería, caballería y artillería. La segunda columna mandada por Pierre Boyer sorprende a Mourad Bey el 9 de octubre entre Sediman y los oasis, y lo derrota por enésima vez. El Alto Egipto estaba enteramente pacificado, y solo necesitaba de algunas columnas móviles de observación. Kléber reclamó a Desaix en el Cairo, donde llegó el 16 de octubre. Se iniciaron por parte de Desaix conversaciones con Sydney Smith en El Arish para llegar a un acuerdo de paz con la Sublime Puerta y la evacuación de las tropas francesas de Egipto.
1800 – Finalmente el 24 de enero Desaix firma la Convención de El Arish(8), y tras volver a El Cairo, descendió el Nilo acompañado de Rapp y Savary y los dos chicos negros llegando a Rosetta, donde estaba el general Menou, este último habiendo abjurado del cristianismo, y adoptado el nombre de Abdallah. De Rosetta, Desaix llegó a Alejandría donde preparó su partida, esperando los pasaportes de Sydney-Smith. El 28 de febrero llegó el Osiris, un brick procedente de Francia con la noticia del golpe de 18 de Brumario que llevaba el coronel Víctor de Latour-Maubourg y que siguió su ruta hasta El Cairo. Pidiendo insistentemente sus pasaportes, finalmente, el 3 de marzo Davout y Desaix embarcan en dos barcos mercantes y abandonaron Egipto para siempre.
Pero en la travesía por el Mediterráneos son interceptados por un barco inglés, que no da crédito a sus pasaportes y son enviados a Livorno, donde son tratados como prisioneros de guerra. Después de un mes prisionero, finalmente llegó la noticia de que los acuerdos de la convención iban a ser respetados por la corona inglesa y Desaix y el resto de los prisioneros franceses se embarcaron para Francia el 29 de abril, llegando el 3 de mayo a la rada de Tolón. Después del obligado período de cuarentena, y enterado de los acontecimientos de Italia, Alemania y el paso del Gran San Bernardo por parte de Bonaparte, Desaix parte hacia la Lombardia y al encuentro del Primer Cónsul. Llegado al cuartel general en Stradella(9) se encontró finalmente con Bonaparte, que le prodigó en atenciones. Bonaparte, por su parte, buscando la victoria decisiva frente a los austriacos, desplazó su cuartel a Voghera y las tropas en la fértil llanura que se extendía cerca de Alejandría. La noche del día 13 pidió al general Desaix que marchara inmediatamente con la division Boudet sobre Rivalta y Novi, para encontrarse con el cuerpo de ejército que llegaba de Liguria, desde que la hambruna redujo a Massena a tratar de la entrega de Génova y con el fin de interceptar esta ruta a los austriacos. Mientras tanto, el enemigo que Desaix tenía la misión de buscar en la carretera de Génova permanecía encerrado en Alejandría.
El 14 de junio, los austriacos atravesaron los puentes del Bormida y desembocaron en la llanura de Marengo, población defendida por Víctor, mientras que Lannes se encontraba en Castel-Ceriolo. Finalmente, el empuje austriaco obligó a desalojar ambas poblaciones y la batalla parecía perdida irremisiblemente. Melas dejó a su jefe de estado mayor, Zach, para que acabara de derrotar totalmente a los franceses, para lo que dispuso un total de 5.000 granaderos húngaros que abrirían la ruta de Alejandría a Tortona para así poder arrollar la izquierda y el centro franceses.
Mientras tanto, Desaix al oír un ruido lejano hizo parar a su destacamento entre Rivalta y Novi. Oye el ruido repetido de disparos de distintos cañones, y el ruido proveniente del norte. Intuyendo la situación, pero queriéndose asegurarse envía un edecán a Novi que le confirma la ausencia del enemigo, y habiendo despejado la incertidumbre se dirige a marchas forzadas hacia el norte y envía a Savary para que anuncie su llegada a Bonaparte. Llegado al campo de batalla, se reúnen los generales en torno a Napoleón y Desaix. Había partidarios de la retirada, pero el Primer Cónsul no era de esa opinión, e instó encarecidamente a Desaix a que dijera la suya. Desaix, paseando su mirada por el campo de batalla devastado, luego tomando su reloj y mirando la hora, respondió: “Sí, la batalla está perdida, pero son sólo tres horas; todavía queda tiempo para ganar una.”
Desaix estaba delante de San-Giuliano; una ligera elevación de terreno, cubierta de viñedos, que lo ocultaba a la vista del enemigo. Había colocado al 9º ligero en la cabeza, posteriormente venían la 30ª semibrigada y la 50ª semibrigada; y un poco atrás, a su izquierda, se había unido con los restos de las divisiones de Víctor. No tenía artillería ni caballería, el primer cónsul formó, con las piezas de que podía disponer, una sola batería bajo las órdenes del general Marmont. El cuerpo de Lannes y la Guardia Consular, estaban formados a la derecha del campo de batalla y se oponían a las divisiones de los generales Kaim y Haddick, y la caballería del general Kellermann situada entre Lannes y Desaix. La batería de artillería, desenmascarada, comenzó el fuego y barrió la cabeza de la columna húngara, sobre la que Desaix lanzó al mismo tiempo al 9º ligero.
Pero estando en su caballo detrás del famoso 9º ligero, con la cimitarra levantada, emergió, con el resto de sus tropas, en lo alto de la pequeña prominencia, y apenas había llegado a la vista de los combatientes cuando lo vieron tambalearse, después de una descarga de granaderos del regimiento de Wallis, y caer, sin pronunciar palabra, cerca del coronel Lebrun, edecán del Primer Cónsul. Sus presentimientos no lo habían engañado cuando, el día anterior, había dicho con aire pensativo a sus edecanes: “No he peleado en Europa desde hace mucho tiempo; las balas ya no nos conocen: algo nos va a pasar”. Al acabar la batalla su cuerpo fue encontrado por Savary (\»Malgré l\’obscurité, je le reconnus à sa voluminose chevelure, de laquelle on n\’avait pas encore ôté le ruban qui la liait\» [4]), enmedio de los cadáveres, y lo hizo transportar al cuartel general.
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\»Muerte del general Desaix en la batalla de Marengo\» (1806) por Jean Broc (f) |
Su muerte, sentida por todo el ejército, le impidió disfrutar del memorable triunfo de la jornada, a cuyo desenlace tanto había ayudado. Su cuerpo fue llevado a Milán para ser embalsamado, por orden de Bonaparte, encerrado en un ataúd de plomo, y colocado, pendiente de su destino bajo los arcos del convento de Sant-Angelo. Pero cinco años después el ataúd seguía en el mismo lugar y finalmente el ataúd, escoltado por un destacamento del 23º de chasseurs à cheval fue conducido hasta una monumental tumba con esculturas de Jean Guillaume Moitte en el Hospicio del Gran San Bernardo, donde reposaría por orden de Napoleón(10).
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Monumento a Desaix (1890) cerca de la iglesia de Ayat (c. 1910) (g) |
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(1) – Entre los regimientos de Francia, el de Bretaña sobresalía por su disciplina, por su instrucción, por el espíritu filosófico de sus oficiales, que habían abrazado con ardor las nuevas ideas que Voltaire y el Contrato Social habían propagado, por lo que los ideales de la Revolución en nombre de la libertad, que se cernía sobre el país, encontraron vivas simpatías entre sus filas.
(2) – El puesto de Commisaire des guerres estaba dotado de atribuciones importantes: debía ser un elemento principal en las cortes marciales que se habían creado ante tantas insurrecciones y conocer la legislación criminal, las leyes militares y la constitución de poderes.
(3) – El puesto era complicado y no exento de misiones delicadas y peligrosas. Los regimientos de caballería habían emigrado, una muchedumbre de soldados desertaba en el interior, los oficiales se pasaban al ejército de Condé y también sucedía lo mismo en el 46º de línea.
(4) – La ofensiva prusiana, la deserción de Dumoriez y la derrota en Neerwinde provocaron que la Convención tomara las medidas de Terror, la creación del Tribunal Revolucionario en lugar del Comité de Salud Pública y la persecución de los emigrados y sus posesiones. Las de Desaix, confundido con sus familiares emigrados, estaban en trance de ser confiscadas, por lo que tuvo que apelar certificados de presencia a Paris y apelar por su madre y hermana, que serían finalmente encarceladas después en la prisión en Riom.
(5) – El 4 de mayo, el Directorio le dirige la siguiente carta a Desaix: «Le passage du Rhin que l\’armée de Rhin – et Moselle vient d \’exécuter est l\’une des plus éclatantes opérations de cette guerre. Après en avoir activé les préparatifs en l\’absence du général en chef , vous avez été pendant l\’action l\’exemple du courage , et la République a remarqué avec un vif intérêt que les lauriers que vous y avez cueillis sont teints de votre sang. Au moment où les préliminaires de paix se négociaient aux portes de Vienne, vous avez, citoyen général , jeune encore , couronné votre glorieuse carrière par des services où brillent à la fois de grands talents militaires , et où l\’amour de la liberté a encore ajouté à leur éclat.» [1]
(6) – En una carta a su amigo el general Reynier : «Je suis bien enchanté d \’avoir vu le général qui commande cette armée ; vous ne vous formez pas une idée de son caractère , de la vivacité de son esprit et de son génie ; il est au -delà de ce qu\’on peut dire.» El ejército de Italia, naturalmente, iba a despertar toda la atención del general Desaix. Alaba su valor, reconoce que lucha maravillosamente, pero encuentra su organización inferior a la del Ejército del Rin y se queja del misterio del que se rodea el Estado Mayor. La táctica de Bonaparte excita su asombro, cuando lo ve encender la estima de sus soldados por todos los medios, «leur disant toujours quelque chose de vigoureux, n\’ayant jamais vu une demi-brigade sans lui avoir persuadé qu\’il la regardait comme la première, donnant à chacune des drapeaux magnifiques, avec des inscriptions en lettres d\’or, portant les noms des batailles où elles se sont distinguées, le texte des paroles par lesquelles il les a immortalisées: la 57me s\’appelle la Terrible; la 18me, Je vous connais, l\’ennemi sera battu ; la 32me, J\’ étais tranquille, la 32me était là.» [1]
(7) – «Au quartier général du Caire , le 27 thermidor an VII. BONAPARTE, général en chef, au général Desaix . Je vous envoie, citoyen général, un sabre d \’un très beau travail, sur lequel j\’ai fait graver: Conquête de la haute Egypte. Elle est due à vos bonnes dispositions et à DU SAYD. votre constance dans les fatigues. Recevez-le, je vous prie, comme preuve de mon estime et de la bonne amitié que je vous ai vouée. Signé: BONAPARTE.” [1]
(8) – Pero el gobierno inglés por una parte no permitía a sus enviados que los franceses negociaran con los turcos y un puesto avanzado francés fue atacado y sus tropas masacradas por los turcos, por lo que Kléber rompió las negociaciones y las hostilidades siguieron.
(9) Según Thiers: «le 11 juin, on vit arriver au quartier -général à Stradella , un des généraux les plus distingués de cette époque, Desaix , qui égalait peut-être Moreau , Masséna , Kléber, Lannes, en talents militaires , mais qui, par les rares perfections de son caractère , les effaçait tous.» [1]
(10) – \»Desaix, un symbole donc et non point un ami véritable. L’on serait même tenté de se demander si le grand capitaine qui lui aussi aimait tant «la gloire pour la gloire» et qui partageait les mêmes principes et les mêmes vues n’aurait pas fini justement par devenir un rival dangereux ou un opposant avec lequel il aurait fallu compter, puisque lui aussi était un grand militaire, un homme éclairé, un amateur des arts et des lettres, un «philosophe» et un politique – ou du moins un législateur, comme il l’avait prouvé en haute Égypte. Bref, un homme sur lequel le Tribunat aurait pu fonder ses espoirs – ce qui pourrait expliquer la promptitude et l’intensité des réactions des Tribuns à l’annonce de sa mort.\» [2]
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Fuentes: