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Panorámica del Castillo Menor, desde las terrazas opuestas del Castillo Mayor. |
UN POCO DE HISTORIA
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Croquis del recinto viejo de Játiva, en la obra de Leopoldo Torres Balbás (a) |
LA CIUDAD Y EL CASTILLO DURANTE LA GUERRA DE INDEPENDENCIA
Como hemos comentado el castillo había quedado abandonado en 1790 para su uso militar llegando al extremo que el 20 de junio de 1800, el gobernador D. Gaspar de Bonanza subastó la madera de los forjados, puertas y ventanas del castillo.
En los primeros años de la guerra de la Guerra de la Independencia en 1808, se intentó habilitar otra vez para su función militar para la defensa con urgentes remiendos. En lo que respecta a la población, el 29 de mayo de 1808 se creó una Junta Gubernativa local que funcionaría hasta el 15 de octubre del mismo año. Las milicias y las guerrillas participaron en la lucha en Játiva y otros lugares como Orihuela y Castellón y fueron considerables las aportaciones económicas para el sostenimiento de las tropas españolas en las localidades de las comarcas, notándose negativamente, sobre todo en localidades como Alcoy las enormes trabas para el comercio derivadas de la guerra.
Entre otras disposiciones, en 1810 se fundó la Academia de caballería(1) en Játiva. En el plano militar, el tránsito de tropas españolas y de partidas guerrilleras (como la de Francisco Soto) desde y hacia Játiva era habitual. Por ejemplo, cuando a finales del año 1809, Valencia se ve amenazada por Suchet, las milicias y guerrillas de Orihuela convergerían en Játiva como punto de encuentro y en marzo de 1811, la 2ª línea de caballería del ejército español del Centro se trasladó desde Játiva hasta Orihuela, con toda su tropa y caballos.
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Vista del castillo en el \»Voyage pittoresque…\» de Alexandre de Laborde, de 1806 (b) |
Las circunstancias variaron a partir del otoño de 1811, cuando el mariscal Suchet, una vez conquistada Tarragona, emprendió su marcha contra la ciudad de Valencia, sitiándola y entrando en la ciudad el 9 de enero de 1812. Desde ese momento el País Valenciano quedó bajo la amenaza directa de las tropas de Suchet y en todas partes se propagó la idea de que antes o después se produciría la conquista francesa de todo el territorio. La Junta Superior de Valencia establecida en Játiva a finales de 1811 (por entonces conocida como San Felipe de Játiva), se ocupó también de temas logísticos y de suministros, disponiendo entre otras medidas la fabricación de galleta para la tropa, en sustitución del escaso pan existente, entre los pueblos de la comarca [5]. También intentó sin éxito que las tropas en retirada de Valencia al mando del general Mahy regresaran para la defensa de Valencia, negándose este último.
El general francés Delort(2) en nombre de Suchet, firmó varias proclamas (31 de diciembre y 4 de enero), invitando a los pueblos de los corregimientos vecinos a ponerse a disposición de las autoridades francesas y prestasen juramento de fidelidad a José I. Las tropas francesas llegaron a Játiva el 4 de enero de 1812 (Suchet en sus memorias habla del 29 de diciembre), siendo acogidas pacíficamente por las autoridades del lugar(3). Allí encontrarían entre otros, más de un millón de cartuchos, y grandes almacenes de arroz que serían muy útiles para el mantenimiento de las tropas francesas. [1] y [7]
Játiva se convirtió en una ciudad de retaguardia; un gran centro de operaciones desde donde se organizó la campaña militar contra el resto del sur del Reino. Sin embargo, los franceses no explotaron hasta sus últimas consecuencias el éxito de victorias como Castalla y en lugar de completar la conquista de todo el sur del País Valenciano, se replegaron a la línea del Júcar, trasladando su centro de operaciones de Alcoy a Játiva(4). La ocupación duraría hasta el 11 de junio de 1813, momento en que se retiraron momentáneamente, por cuestiones de estrategia bélica, para volverla a ocupar el 26 de aquel mes, hasta principios de julio, momento de la liberación definitiva. Pensando que los franceses ya no volverían, Játiva se acogió a la legislación de Cádiz, y nombró un ayuntamiento constitucional interino que se marcó como objetivo mantener el orden y seguir abasteciendo a los soldados y partidas guerrilleras que se enfrentaban a los galos.
Pero poco más pudo hacer porque a los pocos días, los generales Habert y Suchet decidieron volver a Játiva, y como en la primera ocasión, el gobierno ahora liberal abrió de nuevo las puertas, y el alcalde constitucional, Vicente Diego, decidió alojar a Habert en su casa de la calle Moncada, para evitar de nuevo el desastre. La segunda ocupación solo duró hasta el tres de julio, momento en que los franceses ya se retiraron definitivamente. [2]
Por lo que respecta al castillo de Játiva, y como sucedió en otros enclaves similares durante la retirada de las tropas francesas de suelo español, los franceses dinamitaban e inutilizaban los puestos fortificados que habían ocupado para que no pudieran ser usados por el enemigo. No queda muy claro en las fuentes consultadas el alcance de los destrozos por parte de los franceses en 1813: en algunas se habla de que se dinamitaron algunas partes, otras comentan que se dinamitaron, de manera general, muros y torres, otras que casi dejaron en estado total de ruina la antigua plaza de armas y derrumbaron por completo la torre del homenaje, así como la primera puerta principal de acceso, o Torre Forana.
Podemos intuir que las tropas de Suchet se limitaron a destruir las piezas aún en pie del recinto que pudieran representar un punto defensivo o de observación, en una fortificación medieval en desuso, alejada de las poderosas fortalezas de traza italiana o de Vauban, y que debía su importancia sobretodo a su elevada ubicación, con unas impresionantes vistas del valle de Bixquert.
Como resultado del impacto tanto de la Guerra de Independencia como de los conflictos anteriores, el castillo perdió casi definitivamente en el siglo XIX su función militar -exceptuando el periodo de las Guerras Carlistas (1833-1876)- y fue subastado como finca de cultivo.
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Vista interior del castillo, en una postal anterior a 1905. (d) |
Camino de acceso a la puerta principal. |
Castillo Mayor, de origen romano. |
Castillo Menor, de origen celtíbero. |
Maqueta del castillo, expuesta en unas dependencias interiores. |
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(1) La Real Academia de caballería de San Felipe de Játiva se funda el 20 de abril de 1810 con la pretensión de resucitar la antigua Academia de Ocaña. Fue su primer director el capitán de Dragones de Granada Antonio Royo, a quien sustituyó en marzo de 1811 el teniente coronel Cristóbal Butrón. El 5 de diciembre se trasladó a Cartagena y, ante las dificultades de alojamiento, a Orihuela. A finales de marzo de 1812 se traslada a Villena y en julio a Murcia. Finalmente se trasladaría a Jaén, donde se reuniría con la de infantería. [6]
(2) Jacques-Antoine-Adrien Delort, por entonces era general de brigada y tenía a su mando el regimiento italiano de dragones de Napoleón y el 24º regimiento de dragones, con un total de 784 hombres. (Nafziger. French Forces before Valencia 31/12/1811 – Ref. 811LSBG)
(3) No es de extrañar el pacífico recibimiento a los franceses por parte de las autoridades locales, dadas las represalias que padeció la ciudad durante la Guerra de Sucesión, cien años antes, a manos de las tropas de Felipe V. Después de la derrota austracista en Almansa, las tropas al mando del general francés D\’Asfelt marcharon hacia Játiva, con lo que la ciudad, un 6 de junio de 1707, fue saqueada, quemada y destruida, y tal fue represión que hasta la ciudad fue obligada a cambiar de nombre por el de Colonia Nueva de San Phelipe. Solo durante el periodo de las Cortes de Cádiz, por mediación del diputado setabense Joaquín Lorenzo Villanueva, fue cuando la ciudad volvió a recuperar su nombre actual.
(4) Suchet juzgó prudente reconcentrar sus fuerzas alrededor de San Felipe de Játiva, en cuya ciudad estableció sus cuarteles, engrosado con gente suya de Cataluña, y con dos regimientos que de Teruel le trajo el general Paris. Levantó en San Felipe obras de campaña, y construyó sobre el Júcar cerca de Alberique un puente de barcas. Era su propósito no retirarse sin combatir, a no ser que lo atacasen superiores fuerzas.
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Fuentes:
Imágenes:
a) – \»Játiva y los restos del Palacio de Pinohermoso\», pp. 148 – Leopoldo Torres Balbás, Crónica arqueológica de la España Musulmana, Volumen XLII, CSIC, 1958
c) – https://xativaturismo.com/wp-content/uploads/2015/12/castell-de-xativa.jpg
d) – https://www.pliego.eu/store/images/tienda/37/1558205677-imagen1225.jpg