Castillo de Hostalrich. Espacios expositivos.

Volvemos a visitar esta semana el Castillo de Hostalrich, más concretamente las salas y espacios expositivos habilitados tras las reformas efectuadas en el castillo basadas en el Plan Estratégico del Castillo de Hostalric que se elaboró en el año 2018. Se han reacondicionado, entre otros, el antiguo Cuerpo de Guardia, el polvorín principal y la parte interior de la Rampa del caballero, con maquetas, proyecciones y restos de armas y proyectiles de guerras pasadas. Capítulo aparte merece toda la descripción de la red de cisternas que procuraban que el agua no faltase en el castillo en tiempo de guerra.

Guía del visitante, con los lugares objeto de la entrada remarcados en trazo blanco.

El cuerpo de guardia tenía espacios destinados a diferentes usos. El edificio de la parte posterior se convirtió en polvorín provisional, en el supuesto que una vez consumida la pólvora pasaría a ser alojamiento de la tropa. El edificio más próximo al portal se habilitó en dos plantas. La planta superior era el cuerpo de guardia, y la planta inferior se subdividía en calabozo y dormitorio. Al lado, fue excavado un pequeño espacio para el oficial encargado de vigilar el acceso a la fortaleza.

Antiguas dependencias del cuerpo de guardia.
Interior del cuerpo de guardia.
Chimenea y conducto de evacuación.
Maqueta de la fortaleza en el centro de la sala.
Sección de la muralla.
Patio de Armas.
Miquelete 1º de Gerona.

Estas naves, situadas debajo de la rampa de acceso al caballero, están distribuidas en dos pisos. En cada uno de ellos hay tres espacios que se han adecuado para ser utilizados para actividades diversas: conferencias, exposiciones, talleres…

Una sala del piso inferior era una de las antiguas cisternas del castillo y es posible visitarla. La importancia que tenían estos espacios con tal de poder abastecer de agua a la guarnición era muy grande, por eso se está trabajando en la creación de una exposición donde se den a conocer todos los aspectos relacionados con el tema del agua en el castillo de Hostalrich.

La rampa de acceso al caballero también se ha rehabilitado. La pavimentación antigua se ha retirado para sanear, drenar e impermeabilizar las vueltas inferiores. Aprovechando la intervención se ha modificado suavemente su pendiente, se ha pavimentado de nuevo y se ha incorporado una parte ajardinada y de iluminación.

Granadas de mano (s. XVII-XIX)
Balas de sacos de metralla
Pistola de avancarga y piedra
de sílex (s. XVIII)
Balas de plomo de mosquete de avancarga
(S. XVIII – S. XIX)
Bayoneta y mecanismo de cierre.
Proyectiles de cañón y restos
de bombas de obús.

La conservación y distribución de agua potable era uno de los principales quebraderos de cabeza de las grandes fortalezas, especialmente durante los periodos de asedio, que podían prolongarse varios meses. Además, las fortalezas modernas tenían un tamaño mucho mayor respecto a los castillos medievales y, por tanto, disponían de espacio suficiente para acoger a centenares o incluso miles de soldados, lo cual incrementaba la necesidad de contar con grandes depósitos de agua, capaces de abastecer a una tropa tan numerosa.

Agua en tiempos de guerra. Las cisternas del Castillo de Hostalrich.

El agua de la fortaleza tenía muchos otros usos: servía para la limpieza y mantenimiento de la ropa, las herramientas, los utensilios de cocina, etc. Además, servía para la alimentación y cuidado de los animales, principalmente caballos, mulos y otros animales dedicados al transporte de las tropas y el material bélico. Sin agua era muy difícil mantener los numerosísimos cañones limpios y húmedos en los baluartes y el revellín.

El castillo de Hostalrich contaba con un sistema de almacenaje de agua de dimensiones considerables, concentrado en las cisternas y en las infraestructuras de conducción y distribución. Los mapas del siglo XVIII no solían mostrar la situación exacta de las cisternas (¿para impedir el sabotaje?); estas se indican por primera vez en 1794. Por otro lado, las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo han dejado al descubierto los lavaderos que además de servir de limpieza de la ropa, se utilizaban para otras muchas actividades diarias.

Polvorín principal.

La zona, que antiguamente fue destinada para almacenar la pólvora de la fortaleza, se ha habilitado como un espacio expositivo mediante un equipamiento tecnológico que, permitiendo las prestaciones comunicativas, no interfiere la contemplación del patrimonio arquitectónico. Una cuarta parte de la planta está ocupada por una vitrina fabricada con vidrio altamente reflectante que permite el reflejo del resto hacia el interior, creando una ilusión óptica de transparencia. En su interior hay un sistema multimedia que combina proyecciones, audio e iluminación temporizada sobre un mobiliario de alta calidad. Las proyecciones nos explican el funcionamiento y las características de la artillería de la época.

Vitrina con audiovisuales.
Planta de la fortaleza en un dibujo de época.
Reproducción de diferentes modelos de proyectiles huecos, sacos de
metralla y balas en sus envoltorios con pólvora.

Fuentes:

1 – Paneles informativos del recinto del Castillo de Hostalrich.

2 – Guía del visitante.

Imágenes:

a – Fotos del autor.

b – Guía del visitante.

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