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El nombre de Brusi, va íntimamente ligado a la longeva existencia del «Diario de Barcelona«, en su momento uno de los decanos de la prensa española y europea y que fue publicado, con algunas interrupciones, entre los años 1792 y 2009. Antonio Brusi y su esposa Eulalia Ferrer fueron un poderoso binomio para la impresión de publicaciones de apoyo a la causa patriota en Cataluña como portavoz oficioso de la Junta Superior de la región y al mismo tiempo de soporte en el esfuerzo de guerra para la administración y el ejército con toda documentación que necesitase de su difusión en papel, tanto en varias zonas de Cataluña como en la distante isla de Mallorca. El apoyo a la causa y a Fernando VII, la habilidad empresarial y olfato comercial de Antonio Brusi, el infatigable apoyo y actividad de su mujer y sus siempre buenas relaciones con las autoridades del momento, le llevarían a desbancar, entre recelos y polémicas, a sus rivales más directos y lograr que una vez acabada la guerra, ser el único diario que pudo seguir con su actividad, ya que por Real Decreto: «que en vista del mal uso que se hace de la imprenta haciéndola servir para desahogos y querellas personales, quedan suspendidos todos los periódicos de España excepto la Gaceta y Diario de Madrid y el de Barcelona» (RD 4/1815). [5]
El matrimonio tuvo varios hijos (siete, de los cuales sobrevivieron dos niñas y un niño) y su descendiente, Antonio Brusi y Ferrer, primer marqués de Casa-Brusi, como empresario y periodista llevaría al ya famoso «Diario de Barcelona«, de un tono marcadamente conservador, a unas cotas de popularidad y difusión que solo harían que crecer en el futuro.

Izquierda: Una portada de la «Gazeta Militar y Política del Principado de Cataluña» del 19 de febrero de 1809. Impresa por Brusi en la calle Bajada del Rosario, en la ciudad de Tarragona, daba cuenta de los partes de Guerra remitidos al Secretario de Estado y del Despacho de Guerra, Antonio Cornel, de los movimientos de las tropas del Duque del Infantado desde Sta. Cruz de Almudéla, la carga de los buques que entraban en el puerto, tenía una «Copia del Suplemento de la gazeta del Gobierno en que se dan las noticias militares de nuestros Exércitos» y textos patrióticos, como: «Los esfuerzos del Patriotismo Español en la actual guerra hace 8 meses que se ven patentes: el amor á la Patria, aquel dulce amor que elevó á los Griegos y Romanos, y á los descendientes del gran Pelayo, y de los Alfonsos y otros Reyes de Castilla, Aragón, Navarra y Portugal, á un grado superior de gloria, se ve revivir hoy aun en aquellos que viven lejos de su Patria;…»
EL MATRIMONIO BRUSI-FERRER…¿O FERRER-BRUSI?
Antonio Brusi y Mirabent, nació en Barcelona en 1775, mientras que su mujer Eulalia Ferrer y Montserrat, nacería cinco años más tarde, en 1780, en la misma ciudad Condal. Antonio, que provenía de una familia acomodada de comerciantes, aprendió el oficio de librero e impresor de la mano de otro famoso impresor barcelonés de la época, Juan Francisco Piferrer, que imprimió en su taller multitud de publicaciones para la oligarquía administrativa y la élite de los gremios de la ciudad. El novel librero ya en 1798 había instalado su primera librería1 en Barcelona, en la calle Bajada de la Cárcel, esquina con la calle de la Frenería. Por su parte, Eulalia pertenecía a una familia de impresores y libreros, ya documentada desde el siglo XVII, y como heredera de su difunto padre a los 12 años recibió en herencia uno de los negocios de librería más importantes de la Barcelona de la época, Casa Ferrer, ubicado en la calle Libretería, 2 (hoy núm. 22).
Como solía pasar entre las familias pudientes de la época – donde los intereses económicos y de patrimonio eran una parte fundamental de las uniones, además de la proximidad de sus respectivos negocios – con el tiempo se llegó a la celebración de los esponsales de los herederos de ambas familias, Brusi y Ferrer, en el año 1799 (otras fuentes citan el año 1800 [7]). Uno de los capítulos matrimoniales que se querían establecer por parte de la família de la novia es que que Brusi tomaría el apellido Ferrer (al igual que la abuela de la novia hizo en 1732, aportando la fortuna familiar en su matrimonio con otro librero). Esta fórmula no sería aceptada por Brusi cuando se lo propusieron [5] (otras fuentes lo ven directamente como un incumplimiento del contrato por su parte [3] y [8]). Fuera como fuese, un año después llegaría el primer cambio ya que «la librería de Antonio Brusi que la tenía en la esquina de la Frenería y la tienen ahora en la misma Libretería la que seguirá en adelante con el nombre de los consortes Antonio Brusi y Ferrer». [5], señal que el rentable negocio era compartido por los dos cónyuges. Desde la primera publicación, que vería la luz en 1801 hasta prácticamente el inicio de la Guerra de la Independencia, el pie de imprenta era compartido por ambos apellidos.
LOS BRUSI EN LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA – EL DIARIO DE BARCELONA

El «Diario de Barcelona«, que iría indisolublemente unido en el tiempo a la familia Brusi y sus herederos, hasta conocerse popularmente como «El Brusi«, en realidad fue fundado y editado en su primer número de 1 de octubre de 1792, por Pedro Pablo Hudson de Lapazaran, un oficial de la Corona de origen napolitano que se había instalado en la Corte de Madrid. El mismo Hudson había solicitado por escrito al Ayuntamiento de Barcelona poder incluir en la cabecera del «Diario…» el escudo de la ciudad, como reafirmación de su denominación. Su sede se encontraba en la calle Palma de San Justo.
Hudson es considerado por muchos como uno de los primeros representantes del moderno periodismo, publicando durante 18 años un diario que no podía publicar notícias de actualidad – reservadas a las gacetas oficiales – pero si que fue precursor de un periodismo cultural, científico2 y de servicios, en ocasiones también se dedicó a la crítica literaria y entre 1793 y 1797 incluyó algunas partes con poemas con versos en catalán. Pero con la ocupación de Barcelona en 1808, el «Diario de Barcelona» se pone voluntariamente al servicio del invasor, antes de ser incautado y administrado directamente por las autoridades francesas en marzo de 1810, como «Diari del Gobern de Cataluña y de Barcelona«, bilingüe catalán-francés hasta septiembre, y como «Diario del Gobierno de Cataluña y de Barcelona«, bilingüe castellano-francés, hasta marzo de 1814. El hecho de editar e imprimir esos diarios oficiales3, determinaron que su fundador fuera considerado un colaboracionista con el enemigo a los ojos de la resistencia patriota.
Por su parte, desde el inicio de la guerra, Antonio Brusi, hombre marcadamente politizado y partidario de la lucha contra el invasor, recibía la correspondencia de los conspiradores anti-napoleónicos para intentar liberar la Barcelona ocupada por las tropas del general Duhesme, formando por tanto parte de los implicados. La policia iba detrás de la pista de los conspiradores y sus colaboradores y en algún momento, Antonio y Eulalia tuvieron que abandonar precipitadamente Barcelona para no ser arrestados y encarcelados. Marcharon hacia Tarragona, ciudad que no había sido ocupada aún por los imperiales y donde Antonio Brusi estableció una imprenta traída desde Barcelona e instalada en la Bajada del Rosario (más tarde destruida por los franceses en 1811), ofrecería sus servicios a las autoridades políticas y militares y, lo más importante, solicitó el permiso Real de impresión del «Diario de Barcelona«, lo que representó una hábil maniobra empresarial de cara al futuro.

El privilegio le sería concedido el 28 de octubre de 1809: «R.O. de la J. Suprema del Reino en la que atendiendo á que es francés el Editor del Diario de Barcelona se concede, para cuando nuestras armas hayan recobrado dicha ciudad la impresión del DIARIO DE BARCELONA A ANTONIO BRUSI, pudiendo sin embargo empezar a publicarlo desde luego donde se halle«; de ahí que los diarios editados por Brusi hasta ese momento llevarían otro nombre: primero la «Gaceta Militar y Política del Principado de Cataluña» [5], que sería el periódico de la Junta Suprema de Cataluña4, que se publicó del 23 de agosto de 1808 hasta 1814, con una breve interrupción en marzo de 1810, y con una periodicidad semanal, una «Gazeta de Cataluña» de la Diputación General de Cataluña que la sucedió, que duró al menos hasta 1815. [10] Pero al mismo tiempo comenzarían los litigios con otros impresores y libreros (una constante en la vida de los Brusi durante y después de la guerra), como con su antiguo maestro Juan F. Piferrer que le reclamaba el privilegio de impresión de la «Gazeta de Cataluña» que le había retirado el monarca Carlos IV en 1806. [5]
Durante toda la Guerra de la Independencia, Brusi permaneció al lado de la Junta Superior de Cataluña, sus autoridades y su ejército, imprimiendo desde diferentes sitios las publicaciones oficiales y llegando a obtener un certificado de “Buen patriota” en 1810. Estableció una imprenta ambulante con la que seguía a la Junta Superior en sus forzados traslados de sede (hasta doce) por causa de la guerra, editando sucesivamente en Villafranca del Penedés, Martorell, Sant Feliu del Llobregat, de nuevo Tarragona, Villanueva y la Geltrú, Manresa y otra vez Tarragona.
Cuando después de un asedio de casi dos meses la ciudad de Tarragona cayó en manos de las tropas de Suchet el 29 de junio de 1811, se activó la organización para que los Brusi pudieran huir y, a pesar de haber perdido casi la totalidad de la imprenta y sus accesorios, embarcarían hacia Mallorca5 después de la pérdida de la ciudad. A la llegada a las Baleares, su actitud será aún mucho más activa contra los franceses como lo demuestran muchas de sus publicaciones, pero también le sirve el hecho a la familia Brusi-Ferrer como un periodo para estabilizarse económicamente. Antonio Brusi monta una imprenta en Palma de Mallorca donde publican el «Diario de Palma» y donde junto con su mujer realizan parte de su vida social, ya que la imprenta, al parecer, era una «especie de reunión y entrevista de los refugiados catalanes». [5]

Antonio volvería varias veces Cataluña (entre enero y abril de 1812 viajó por varias poblaciones) para continuar sirviendo al gobierno con sus imprentas móviles y seguir la evolución de sus negocios y delegaciones6. Su mujer, Eulalia, quedó al frente del «Diario de Mallorca» y gracias a un poder general otorgado por Antonio a su mujer en 1811, le permitió a su vez otorgar poderes especiales en Mallorca, salvando la incapacidad legal que sufrían las mujeres casadas para actuar con plena eficacia jurídica en el tráfico comercial y mercantil en aquella época. Con la constitución de la Diputación de Cataluña, siguiendo su con su olfato empresarial, solicitaría en febrero de 1813 el cargo de Impresor Real.
La esposa, hermanos e hijos de Antonio Brusi regresarían finalmente a la Península en octubre de 1813. La guerra llega a su fin y en 1814 el general Copons, respetando el privilegio Real otorgado en su momento, autorizó a Brusi a publicar el «Diario de Barcelona», hecho que se produjo el día 6 de junio de 1814. Antonio Brusi obtiene de esta manera un lugar de privilegio en la sociedad barcelonesa lo que le habilita a acceder a los principales centros de decisión y pronto abrirá nuevos negocios en el año 1819: la fabricación de tipos y sería el introductor comercial de la litografía en España en 1820, que por privilegio Real se le permitirá explotar en exclusiva durante cinco años.
EPÍLOGO
Desgraciadamente, Antonio Brusi no disfrutaría de la nueva posición tan costosamente alcanzada ya que murió en Barcelona el 27 de octubre de 1821, víctima de la fiebre amarilla, dejando como herederos a su mujer, a su hijo Antonio y a sus hijas. A los 41 años, la heredera Eulalia Ferrer, convertida ahora en viuda Brusi, se vio al frente de un montón de actividades productivas y mercantiles (imprenta, publicación de un diario, establecimiento de fundición de letras, litografía y venta de publicaciones), además de llevar un hogar con cinco hijos menores.
Entre los años 1820 y 1830, la imprenta de Eulalia Brusi, viuda e hijos era con diferencia la más importante de las 36 que había en la ciudad de Barcelona. Uno de sus ahijados, Pablo Soler, sustituyó al difunto Brusi en la dirección del Diario, hasta el regreso del hijo primogénito de la familia de una prolongada estancia viajando por Europa (entre 1834 y 1836 viajó por Francia, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Alemania, Austria, Rusia, Suecia y Dinamarca) y al ser designado por la Junta de Comercio de Barcelona para viajar también a París y Londres, singladura que finalizó en 1838, tomando por entonces las riendas del negocio.
Con apenas 700 suscriptores ese año, el nuevo director se rodeará de los mejores profesionales en la ciudad y logrará una profunda transformación de los contenidos del periódico que le llevarán a tener en 1865 más de siete mil suscriptores. Además la Casa Brusi fue durante años la proveedora principal del Estado y del Ayuntamiento en librería, papelería e impresión, con la excepción relativa del Trienio Constitucional, durante el cual se llevaría bien con los sectores liberales moderados, a pesar de su singladura anterior.
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1«Antoni Brusi, maestro librero, ha abierto su nueva tienda de librería, situada en la Bajada de la Cárcel, esquina a la calle de Frenería, compuesta de libros de la mejor literatura, así estrangeros como nacionales. Publica lista de las obras«. (Diario de Barcelona del 29 noviembre de 1798) [5]
2«Husón relató la estancia en Barcelona por motivos de salud del Sr. Blanchard (El 7 de enero de 1785, Jean-Pierre Blanchard y John Jeffries cruzaron por primera vez el Canal de la Mancha en dirección Inglaterra-Francia en un globo inflado con hidrógeno), «uno de los primeros Aeronautas del Orbe», recordando que 22 años antes había iniciado sus ascensiones en globos aerostáticos y ya había realizado 59″ (1807). [7]
3La administración francesa publicó hasta 7 periódicos en 3 poblaciones – Barcelona, Gerona y Figueras – frente a otros 30 periódicos publicados en otras 10 poblaciones – además de Gerona – por las autoridades catalanas y algunos editores privados.
4Fue impreso sucesivamente en Tarragona, Vilafranca del Penedès, Martorell, Sant Feliu de Llobregat, Alicante, Valencia, Vilanova, Manresa, Vic y Berga. [10]
5Como recogen las fuentes, el embarque de los ciudadanos y militares de la caída ciudad fue todo lo accidentado que pudo ser en semejantes circunstancias, cuando todo el mundo quiso ponerse a salvo de los vencedores imperiales. Los domésticos se esforzaban por llevar los baules y mercancías de sus amos: «Un dependiente del impresor Brusi, a quien había sido confiado un gran talego lleno de monedas de oro, cayó al mar por haber zozobrado el bote que le conducía al barco. Unos marineros se echaron al agua y después de largos momentos de angustia fue sacado a salvo, ya sin sentido, pero abrazado fuertemente al depósito encomendado a su fidelidad.» [15]
6«[Durante la guerra] Brusi también trabajaba para la artillería de campaña, para el hospital, hacía los certificados, los vales para el racionamiento, guías, libros abecedario, circulares y ordenes del Estado Mayor, tablas de control de los soldados, de sus vestuarios y armamento, de los transportes, hospitales y estado y control de los alimentos, pasaportes, padrón de extranjeros, y un largo etcétera. Además por si fuera poco, encuadernaba y vendía papel.» [5]
Fuentes:
1 – «Cataluña y los inicios de la prensa periódica en España» – Jaume Guillamet, UPF (Barcelona), 2021, pp. 51-66,
2 – «Impressores i llibreteres a la Barcelona dels segles XVIII i XIX – Àngels Solà, Recerques 56 (2008), pp 91-129
3 – «Semblanza de Eulàlia Ferrer Montserrat, Viuda de Antonio Brusi Mirabent (Barcelona, 1780-1841)» – Marta Ortega Balanza, 2021, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes – Portal Editores y Editoriales Iberoamericanos (siglos XIX-XXI) – EDI-RED, en http://www.cervantesvirtual.com/obra/eulalia-ferrer-montserrat-viudad-de-antoni-brusi-mirabent-editora-impresora-barcelona-1780-1841-semblanza-1051409/
4 – «Las élites económicas barcelonesas. 1714-1919» – José Miguel Sanjuan Marroquin, Programa de Doctorando en Historia Económica, Universitat de Barcelona, 2018
5 – «Antoni Brusi Mirabent (1775-1821). De artesano a industrial» – Montserrat Comas i Güell, Biblioteca – Museu Balaguer (Vilanova i la Geltrú), DOSSIER: Aproximaciones a la Guerra de la Independencia, Jerónimo Zurita, 83. 2008: 85-108
6 – «Monarquía, imperios y pueblos en la España Moderna» – Actas de la IV Reunión Científica de la Asociación Española de Historia Moderna, Alicante, 27-30 de mayo de 1996, CAM, UA, A.E.H.M., 1997
7 – «Pedro Pablo Husón de Lapazarán. Els inicis del periodisme cultural i científic» – Jaume Guillamet i Lloveras (https://raco.cat/index.php/TreballsComunicacio/article/view/185/325459)
8 – http://www.edicions.ub.edu/premsa/blog.aspx?ed=202111&idn=84
11 – «Del privilegi reial a Internet: El cicle històric de Diario de Barcelona» – Jaume Guillamet, UPF, Ponencia del proyecto de investigación “Catàleg històric general de la premsa en català”.
12 – https://dbe.rah.es/biografias/9213/antonio-brusi-y-mirabent
13 – «Barcelonines. 1001 històries» – Nuria Miret, L’ARCA, 2017
14 – «Els pobles del Gran Penedés al Brusi» – Manuel Bofarull i Terrades, 2015 (193638-Text de l’article-412448-1-10-20150714)
15 – «Mallorca durant el setge de Tarragona de 1811» – Román Piña Homs, Universitat de les Illes Balears, MRAMEGH, 25 (2015), 209-222
Imágenes:
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