Fernando VII, un mal reinado de un pésimo rey (1807-1814) – Documentos RNE

Televisión Española (TVE) ofrece en su página web una extensa serie de podcast descargables de muy variadas temáticas relacionadas con la Historia. Bajo la denominación de Documentos RNE (http://www.rtve.es/alacarta/audios/documentos-rne/), a principios de febrerode 2019 ofreció uno de estos podcasts bajo el título de \»Fernando VII, un mal reinado de un pésimo rey\», que abarca la trayectoria vital de este monarca con los principales acontecimientos que se dieron en su convulso reinado. Bajo la narración y conducción de Modesta Cruz, un puñado de historiadores de nuestro pais dan su visión de Fernando VII y su reinado: el monarca que pasaría a la historia como \»El Deseado\» en un requiebro histórico que se transformaría en una cruel ironía.
Tan solo comentar que en nuestra entrada solo hemos tenido en cuenta la transcripción de la grabación de la mitad del programa, ya que el resto de acontecimientos de su reinado, cronológicamente se nos escapan de la principal época que tratamos en nuestro blog.
Documentos RNE, de la mano de Modesta Cruz(1), aborda la vida de Fernando VII, con la aportación del historiador José Álvarez Junco(2), los catedráticos Emilio La Parra(3)Juan Francisco Fuentes(4), y el historiador y Premio Príncipe de Asturias, Miguel Artola(5).[1]

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(Godoy, Memorias): “Mantuvo relación con los intrigantes y traidores que consiguieron seducirle y hacerle su instrumento. Fernando VII no aprendió nunca a amar, sino a recelar y temer. Temió en la adolescencia, su juventud y pasó toda la vida temiendo siempre y sospechando, sin creer jamás en la virtud de ningún hombre. Cual se pudo formar el carácter de aquel príncipe que en su primera edad, en la edad de las impresiones eternas, se le hace concebir que sus padres lo detestan, que lo posponen a un extraño, que lo rodean enemigos y que peligra en ellos su porvenir y su corona.” 
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(Emilio La Parra): “Yo creo que la educación no fue tan mala como se suele decir y los maestros que tuvo fueron, en general, bastante buenos, salvo uno, Juan Escoiquiz. Ahora bien, el carácter de Fernando VII es un hombre que casi podríamos decir que nace con la desconfianza en sus huesos y con una actitud negativa hacia el resto de los seres humanos.
(Juan Francisco Fuentes): “El consenso sobre ese carácter, su carácter taimado, traicionero, inestable es absoluto, es decir no era de fiar, era un personaje que nunca iba de frente. Ese carácter se forma en una crisis de la monarquía, una crisis terminal de un cierto tipo de monarquía en un contexto familiar y en un ambiente palaciego también muy particular y da la impresión de que adoptó esa forma defensiva ante una realidad adversa.
(Modesta Cruz): “Fernando VII, El Deseado, mitificado por un pueblo español que tras la invasión francesa esperaba la llegada del monarca que debía traer la paz y la recuperación a un país devastado por la guerra. Más soñado que real, le adornaron con cualidades que nunca tuvo: era la gran esperanza de los realistas contra-revolucionarios pero también le legitimaron las Cortes de Cádiz y a todos decepcionó. Durante mucho tiempo culparon a sus consejeros de todos sus errores, hasta que fueron dándose cuenta de que el único interés de aquel rey era sobrevivir, mantenerse en el trono a toda costa, aunque para ello hubiera de traicionar a quienes habían luchado por traerle de regreso a España. 
José María Blanco White resumió la decepción que supuso Fernando VII en un artículo periodístico publicado en Londres en 1814 titulado “Omnis e fusus labor” (“Todos los esfuerzos han sido en vano”). Meses antes, al terminar la Guerra de la Independencia ese periodista y teólogo ilustrado asistió en Madrid al recibimiento del rey y lo retrató así.

Sin más aparato que el entusiasmo popular de los madrileños entró Fernando a caballo por la Puerta de Atocha acompañado de un reducido grupo de guardia. Yo estaba allí, muy cerca de la misma entrada y pude verlo perfectamente. Nunca recibió monarca alguno tan sincera y cariñosa bienvenida de parte de sus súbditos y nunca pueblo alguno contempló cara más vacía e inexpresiva aún entre las alargadas facciones de los Borbones españoles.

Juan Escoiquiz. (a)

Nació en el palacio de El Escorial el 14 de octubre de 1784. Además de Fernando, su padre quiso imponerle en la pila de bautismo veintitrés nombres más de santos a los que guardaba devoción. Fue el noveno de los catorce hijos que tuvieron Carlos IV y María Luisa de Parma, la mayoría muertos en la infancia. A punto de cumplir cinco años, Fernando fue jurado como Príncipe de Asturias, heredero a la corona en el Convento Real de San Jerónimo, en Madrid. Su primer preceptor designado por el Conde de Floridablanca fue el escolapio Felipe Scio, un hombre culto e inteligente a decir de los historiadores. Luego el obispo de Orihuela, Francisco Javier Cabrera que a su muerte en 1799 fue sustituido por el canónigo Juan Escoiquiz, un personaje ambicioso e intrigante que ejercería una gran y al parecer negativa influencia sobre el príncipe y que se ocupó sobre todo de enemistar a Fernando con Godoy, el favorito, el Príncipe de la Paz al que acusaban incluso de querer ocupar el trono de España a la muerte de Carlos IV.\»

(Emilio La Parra): “El odio de Fernando VII a Godoy fue completo, fue total. No se llevó nunca bien con sus padres, nunca. Que Fernando VII, que era un hombre tremendamente influenciable se dejara llevar por los rumores creados interesadamente en la corte, en la corte de España y fuera, en otras cortes europeas, por ejemplo la de Nápoles, rumores que hablaban de que la Reina y Godoy eran amantes, etc., también es probable que así fuera. En cualquier caso Fernando VII siempre consideró a Godoy un contrincante, un adversario, un peligro para él, Fernando, ocupar el trono. Él se siente rey desde que nace y se siente en una situación muy por encima de cualquiera, de modo que claro, Godoy que tiene un gran predicamento en la corte, que es amigo de los reyes, más que valido yo creo que habría que calificarlo de amigo de los reyes y además es un hombre que goza, porque Carlos IV se lo concede, un extraordinario poder político, pues naturalmente Fernando VII lo ve como un peligro para ocupar el trono y en consecuencia arremete totalmente contra Godoy
(Miguel Artola): “En ese momento la situación del príncipe de Asturias, de Fernando en una situación un poco lata, es una situación penosa en la cual se encuentra con la presencia, la presencia de un válido que oscurece, que oscurece su propio papel y su propia posición política. Godoy es omnipotente, es omnipotente hasta el momento mismo en que cae y entonces no es una situación para mejorar las relaciones de un hijo con sus padres y, por supuesto, los consejeros del Príncipe de Asturias eran radicalmente hostil a los reyes y no digamos, claro está, a Godoy”.
(Modesta Cruz): “También el historiador José Álvarez Junco, Catedrático Emérito de la Universidad Complutense, ha destacado al analizar ese periodo la rivalidad existente entre el Príncipe de Asturias y el denominado Príncipe de la Paz.\»
(José Álvarez Junco): “Manuel Godoy es el primer ministro, el valido, el hombre que dirige el país con poderes prácticamente omnímodos desde hace dieciséis años desde el año 92, favorito del rey y de la reina, muy mal visto entre otras por las desamortizaciones eclesiásticos y por otro lado por su conducta lasciva: se sabía tenía una amante oficial que era Pepita Tudó, estaba casado con una princesa de la familia real, tenía distintos affaires constantemente y se suponía que era amante de la reina. Decir que Godoy era un personaje complicado, que suscitaba muchos odios, muchas envidias. No era noble y el partido nobiliario estaba contra él por su ascenso fulgurante y frente a él, ¿quién podía alzarse contra un valido que era protegido por el rey absoluto? Pues solamente el príncipe de Asturias, Fernando, y se forma el partido de los fernandistas, los aristócratas alrededor de Fernando que conspiran contra Godoy.”
(Modesta Cruz): “Muy activa en este grupo de aristócratas era la esposa de Fernando, María Antonia de Nápoles, que contribuyó a extender todo tipo de rumores contra Godoy y la reina María Luisa. La campaña de desprestigio llegó al límite de distribuir una serie de estampas satíricas a todo color que en tono soez presentaban a la reina como una esclava de la lujuria.:”
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(Popular):
Ya saldrá verás qué gozo,
aventuras de este mozo

 que a España e Indias gobierna
 por debajo de la pierna.
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(Modesta Cruz): “Hasta ese momento Napoleón Bonaparte se había apoyado en Godoy, queria invadir Portugal y necesitaba permiso para que sus tropas atravesaran territorio español. Con la promesa de un retiro seguro como soberano de algún territorio en el sur de Portugal, el Príncipe de la Paz había establecido en Fontainebleau en 1807 una alianza con el emperador francés. Cuando en 1806 muere de tuberculosis la joven princesa de Asturias, María Antonia de Nápoles, Fernando buscará también una alianza con Napoleón al que va a solicitar, de acuerdo con el embajador francés François de Beauharnais, un matrimonio con alguna dama de la familia Bonaparte. La negociación coincide con un empeoramiento de la salud de Carlos IV al que, cometiendo un delito de lesa majestad, su hijo no ha pedido permiso. El objetivo como no, es derrocar a Godoy: es lo que se conoce como Conspiración de El Escorial, en noviembre de 1807, que va a fracasar.
(José Álvarez Junco, Conferencia en el Museo del Prado, 2015): “Los policías de Godoy se enteran de la Conspiración, despierta a los reyes a la una de la mañana, se van a buscar al príncipe a sus habitaciones, le recriminan, el príncipe se pone a llorar, pide perdón, suplica, dice los nombres de todos los conspiradores, delata a todos sus amigos, dirige una carta a su padre pidiéndole perdón y el padre a los pocos dias publica la carta en el Boletín Oficial del Estado, en la Gaceta de Madrid. Dense ustedes cuenta del desprestigio que eso significaba para la familia real.
(Juan Francisco Fuentes): “Sí, era consciente del peligro que representaba su hijo pero le perdonó, probablemente por debilidad y también por el escándalo que hubiera supuesto dar plena publicidad a lo que estaba ocurriendo en palacio. Eso fue una conspiración que iba más allá del círculo de Fernando VII, iba más allá de los problemas de familia que había que eran muy graves. Allí estaba una parte de la vieja aristocracia, aparte del clero, estaban todos aquellos sectores que se sentían perjudicados por el poder de un advenedizo como Godoy y por tanto esa es una crisis política muy seria que va más allá de la ambición de poder de Fernando o de las relaciones entre Fernando y sus padres o del deseo de expulsar a Godoy de su círculo familiar. Ahí hay intereses en juego muy poderosos.
(Emilio La Parra): “La trama del Escorial fue una acción tremendamente peligrosa y tremendamente grave. Carlos IV no tenía más remedio que perdonar a su hijo, porque en caso de que no hubiera perdonado a su hijo la crisis que se hubiera originado la monarquía española en 1807, la crisis hubiera sido todavía más grave y tragó la traición, porque así la calificó, de su hijo Fernando. Condena a los que estuvieron comprometidos con él en la conspiración con el simple destierro pero al príncipe lo perdona, y lo perdona porque es su heredero.
(Modesta Cruz): “Un heredero que cinco meses después vuelve a levantarse contra su padre y contra Godoy, y esta vez va a tener éxito. Es el Motín de Aranjuez, de marzo de 1808.”
(Emilio La Parra): “Desde mi punto de vista, Aranjuez no es sino la continuación de la conspiración de El Escorial. La conspiración de El Escorial fue descubierta y fue desmantelada en apariencia. Sin embargo las fuerzas que estaban sustentando y que estaban activando la conspiración no fueron desactivadas. Esas fuerzas son las que en marzo de 1808, aprovechándose de la situación que existe en España, la invasión y la entrada de tropas francesas, etc., etc., por ahí está Altamira, ahí está Infantado, el duque del Infantado, el infante Don Antonio, hermano de Carlos IV y tío de Fernando VII con quien está en estos momentos muy unido. Toda esta gente reparte dinero, a la masa, a la multitud. Llegan a Aranjuez gentes de los pueblos vecinos, expresamente convocados por estos nobles y pagados por estos nobles y hay ahí otro noble que es el conde de Montijo que actúa como agitador para canalizar su furor contra Godoy.

Dia 19 de marzo de 1808 en Aranjuez. Caída y prisión del príncipe de la Paz. (b)
(Juan Francisco Fuentes): “Una alta aristocracia que se moviliza contra el exceso de poder del rey y sobre todo del valido y que pretende recuperar parte del poder que ha perdido como consecuencia sobre todo del tipo de poder que ejerce Godoy y que en parte se apoya en el pueblo una cierta opinión pública para desbancar a Godoy. Y de ahí que el motín de Aranjuez sea a la vez un golpe palaciego a la antigua usanza y un motín popular también a la antigua usanza. No es exactamente una revolución, es todo muy antiguo régimen. En realidad las dos partes además defienden posturas anacrónicas: una parte, la familia real, los reyes y Godoy sobre todo un fortalecimiento de la monarquía en términos de puro absolutismo. Y ese absolutismo se ejerce no solamente sobre los de abajo sino también sobre aquellos que han detentado grandes posiciones de poder en el pasado: la Grandeza de España, la Inquisición, sectores de la Iglesia, sectores muy poderosos. Pero quienes luchan contra ese poder de un recién llegado, de un advenedizo como Godoy, lo hacen también en términos de antiguo régimen. Un golpe de palacio movilizando a la plebe.
(José Álvarez Junco): “Y esta vez Godoy cae y los reyes abdican su corona en Fernando, en el príncipe de Asturias, a cambio de que se salve la vida de Godoy, de nuestro pobre Manuel, como ellos constantemente decían.
(Modesta Cruz): “El 19 de marzo Fernando VII se convierte en rey de España aunque será un reinado muy corto. Dos días después, el 21, el depuesto Carlos IV firma un decreto explicando que su abdicación ha sido forzada y pide ayuda al general francés Murat porque dice temer por su vida. España, en virtud del dudoso tratado de Fontainebleau es un país ocupado por el ejército francés(6). La enfrentada familia real española buscará desesperadamente la protección de Napoleón, quien como reconoció en sus memorias de Santa Elena los manejará a todos como si fueran marionetas.”
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(Napoleón I, Memorias desde Santa Elena): “Todos venían a mí, todos me miraban a mí y naturalmente, yo aproveché la ocasión.

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(Modesta Cruz): Napoleón ha evitado reconocer a Fernando como rey de España pero le da falsas esperanzas. Sugiere la posibilidad de un encuentro entre ambos que primero iba a tener lugar en España y que termina fijándose en Bayona, a donde también había atraído a Carlos IV a pesar de las advertencias que le hacen el 20 de abril, Fernando cruza la frontera francesa.”
(Emilio La Parra): “Fernando VII va a Bayona convencido de que Napoleón le va a considerar rey de España, le va apoyar frente a Godoy y a Carlos IV y le va a confirmar como monarca de España. El problema es que antes de llegar a Bayona ya le llegan noticias a Fernando VII de que Napoleón ya lo que está pensando en destronar a los Borbones españoles. No obstante va a Bayona, en contra de los consejos de mucha gente, porque él sabe, Fernando VII, que si se queda en España en cualquier caso Napoleón le hubiera arrebatado la corona, como se la había arrebatado a otros monarcas en Europa y en segundo término, siempre mantuvo la esperanza de que Napoleón, una vez que se entrevistaran cara a cara, que Napoleón le apoyara frente al pérfido, según Fernando VII, Godoy.
(Modesta Cruz): “Evidentemente era una encerrona. Napoleón pide a Fernando que devuelva la corona a su padre, Carlos IV. A éste que se la ceda a él, Napoleón, quien a su vez se la cederá a su hermano José. En cuestión de horas, la corona española pasa por cuatro pares de manos. Por las abdicaciones de Bayona la familia real española conseguía asilo en Francia así como una generosa pensión anual. A cambio, Napoleón nombraba rey a su hermano José I. Pero el pueblo español no va a aceptar el cambio de dinastía. Ajenos al vergonzoso episodio protagonizado por sus reyes en Bayona, los españoles decidieron rebelarse contra los franceses: empieza una guerra por la independencia que para algunos será también un proceso revolucionario.”

Abdicacion del rey Carlos IV en favor de Napoleón en Bayona, quien a su vez entrega la corona de España a su hermano José (1808). De derecha a izquierda: 1. Reina María Cristina de Borbón, 2.Godoy, 3. Carlos IV, 4. Napoleón, 5. Fernando VII, 6. Príncipe Don Antonio, 7. Príncipe Don Carlos. (c)
(Juan Francisco Fuentes): “Es uno de los episodios más lamentables de la historia de España y desde ese punto de vista era difícil un peor comienzo de la historia contemporánea: parece más el final de una época que el principio de otra. Realmente ocurren las dos cosas, ¿no? Nadie a finales del siglo XVIII se imaginaba que España pudiera vivir un proceso revolucionario, era un horizonte histórico que le quedaba demasiado lejos. Lo que se produce a partir del 2 de mayo es un vacío de poder que se llena con unas instituciones más o menos provisionales que sirven para organizar la resistencia contra el invasor. Y esa resistencia solo la puede protagonizar el pueblo y la nación y de ahí que esas nuevas instituciones apelen a una nueva fuente de soberanía que es el pueblo.
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(Fernando VII, Carta a Napoleón desde Valençay): “Mi mayor deseo es ser hijo adoptivo de su majestad, el emperador nuestro soberano. Yo me creo merecedor de esta adopción que verdaderamente haría la felicidad de mi vida, tanto por mi amor y afecto a la sagrada persona de su majestad como por mi sumisión y entera obediencia a sus intenciones y deseos.
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(Modesta Cruz): “Mientras en España se desarrolla la guerra contra los franceses, Fernando VII ha sido confinado por Napoleón en Valençay, un castillo del príncipe de Talleyrand, donde va a disfrutar durante seis años de un tranquilo exilio en compañía de su hermano Carlos María Isidro y de su tío, el infante Don Antonio. No responde a ninguno de los intentos de fuga que se le proponen, no quiere correr riesgos y fiel a su turbio carácter mantuvo, como acabamos de oír, una actitud servil hacia el emperador francés al que llegó a felicitar por sus victorias contra los españoles.”

(Izquierda): El infante Carlos María Isidro de Borbón, hermano de Fernando VII. (d)
(Derecha): Antonio Pascual de Borbón, Infante de España y tío de Fernando VII. (e)

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(Napoleón I, Memorias desde Santa Elena): “No cesaba Fernando de pedirme una esposa de mi elección. Me escribía espontáneamente para cumplimentarme siempre que yo conseguía alguna victoria. Expidió proclamas a los españoles para que se sometiesen y reconoció a José lo que quizás se habría considerado hijo de la fuerza sin serlo. Pero además, me ofreció a su hermano Don Carlos para mandar los regimientos españoles que iban a Rusia, cosa que de ningún modo tenía precisión de hacer.” 
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Castillo de Valençay, propiedad de Talleyrand (f)

(Emilio La Parra): “Fernando VII una vez está en Valençay cree, bueno, que está todo perdido, que España ya no la va a recuperar. Ese convencimiento se va afirmando a medida que transcurren los meses y las victorias de los franceses en la Península Ibérica se van incrementando. Entonces Fernando VII se hace una composición de lugar, que corresponde efectivamente a ese carácter egoísta, tremendamente egoísta, que le caracteriza. Lo que está pensando es: “Bueno, pues voy a quedar bien con Napoleón, voy a mostrar sumisión, a ver si él me concede algún territorio para gobernar donde yo me pueda instalar tranquilamente y como un príncipe subsidiario del emperador siga placenteramente mi existencia en ese lugar. Este es el planteamiento que se hace Fernando VII, de ahí que se niegue siempre apoyar cualquier plan de evasión de Valençay, que hubo bastantes, de ahí que se mostrara tan sumiso ante Napoleón y de ahí que llegara hasta ser rastrero al escribirle cartas felicitándole por las victorias de las tropas francesas en España e incluso felicitando a José I por acceder al trono español, diciendo que era el rey más digno de ocupar el trono español. Esto es inconcebible pero esta carta la escribió Fernando VII.

(Modesta Cruz): “Aunque Napoleón hizo publicar estas cartas para aplacar a los españoles levantados en armas, estos negaron veracidad a los documentos. Querían seguir creyendo en el rey que en su opinión era víctima del emperador francés como antes lo había sido de Godoy. Necesitaban creer en él y mantener el mito de El Deseado, que regresaría para liberar al país.”
(Juan Francisco Fuentes): “Fernando VII fue ya en su etapa de príncipe visto como una víctima de Godoy: la población proyectaba en Fernando sus frustraciones, su resentimiento hacia Godoy, digamos la primera fuente de popularidad de Fernando VII antes incluso de ser rey. Es una incógnita como personaje, por qué se va muy pronto a Francia, se puede decir que no llega a reinar, entonces pasa de ser víctima de Godoy a ser víctima de Napoleón. Por tanto hay doble motivo para que el pueblo español siga proyectando en Fernando VII su lucha, sus esperanzas y de ahí la mitificación del personaje.
(Emilio La Parra): “La guerra de la Independencia supone en España una crisis en el sentido completo del término y al mismo tiempo una convulsión general y en ese momento la figura del rey es el único nexo de unión entre todos los españoles para hacer frente al mejor ejército del mundo que es el de Napoleón y esto es lo que hace que la figura de Fernando VII adquiera una dimensión extraordinaria entre la población, se convierta en El Deseado y esa imagen positiva de Fernando VII se va a continuar en los años siguientes a pesar de sus actuaciones completamente negativas, a pesar de su política represiva que inicia desde 1814.
Portada del Manifiesto 
de los Persas. (g)

(Juan Francisco Fuentes): “Los liberales se empezaron a tener una idea bastante exacta de quien era Fernando VII a partir de 1814 y de hecho en la prensa del exilio en Francia y sobre todo en Inglaterra encontramos ya críticas muy duras al papel de Fernando VII en algunos casos. Muy marcado por su cobardía, un hombre de una cobardía verdaderamente enfermiza, muy oportunista, que quiere ser siempre jugador de ventaja y quiere apostar sobre seguro y con una forma de actuar muy taimada, siempre por detrás, siempre ocultando sus verdaderas intenciones, intentando engañar a la otra parte y es una forma de ser que muy pronto le hizo famoso, es decir que era imposible mantener el mito a Fernando VII con un comportamiento tan reiterado.

(Modesta Cruz): “En marzo de 1814 por el tratado de Valençay termina el exilio de Fernando VII en Francia. Napoleón necesitaba la paz con España para poder dirigir sus tropas al norte donde se enfrentaba a la coalición internacional y le reconoce como rey absoluto, aunque durante ese tiempo se habían reunido en Cádiz unas Cortes que habían elaborado una Constitución que limitaba los poderes del monarca y establecía, se supone, un régimen liberal. Las Cortes manifestaban su respeto a Fernando pero exigían que este prestase juramento cuanto antes a la Constitución de 1812 para ser reconocido como rey. Fernando VII, sin embargo, siguió su propio camino y tardó casi dos meses en volver a Madrid. Escoiquiz, su antiguo preceptor, y su tío el infante Don Antonio van creando un estado de opinión favorable al absolutismo. En Valencia un grupo de diputados realistas entrega al rey el Manifiesto de los Persas, un texto que criticaba el constitucionalismo y pedía la restauración del antiguo régimen. Finalmente, el 4 de mayo, Fernando VII promulga un decreto que restablece la monarquía absoluta y declara nula la Constitución de 1812.”  

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(Fernando VII): “Mi real ánimo es no solamente no jurar ni acceder a dicha Constitución ni a decreto alguno de las Cortes, sino el de declarar aquella Constitución y aquellos decretos nulos y de ningún valor ni efecto, ahora ni en tiempo alguno, como si no hubiesen pasado jamás tales actos y se quitasen de en medio del tiempo.

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(1) – Modesta Cruz, locutora del programa de Documentos RNE, ha sido directora de El ojo crítico y también ha presentado Marcapáginas, en Radio5. 

(2) – José Álvarez Junco, es un historiador español, profesor emérito de Historia del Pensamiento y Movimientos Políticos y Sociales en la Universidad Complutense de Madrid (UCM). Es experto en el estudio de la construcción nacional de España, los nacionalismos y el movimiento anarquista.

(3) – Emilio La Parra, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Alicante, biógrafo de Fernando VII con la obra “Fernando VII un rey deseado y detestado”, publicada por Tusquets y galardonada con el premio Comillas de Historia, Biografía y Memorias.

(4) – Juan Francisco Fuentes, Catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, ha sido autor de varias obras sobre la historia contemporánea y el socialismo en España.

(5) – Miguel Artola Gallego, historiador, especialista en los orígenes del la época contemporánea española y autor de “La España de Fernando VII: la guerra de la Independencia y los orígenes del régimen constitucional”

(6) – Tampoco para los soldados franceses la ocupación del territorio español resultaría una empresa para recordar:
Il y eut dans toute l’Espagne une insurrection générale contre les Français, et il s’en suivit une guerre désastreuse qui fut la cause première de la décadence de l’armée française, ainsi que je l’expliquerai plus tard. […] La sagesse la plus vulgaire aurait dû lui faire voir [a Napoleón] que la guerre que nous soutenions en Espagne était sans gloire et désastreuse pour notre armée détruite en détail par cette malheureuse guerre de partisans, par la misère et les marches incessantes dans d’affreuses montagnes où le soldat manquait de tout, où les hommes isolés, les malades et les blessés étaient cruellement assassinés.
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Fuentes:

1) –Documentos RNE – Fernando VII, un mal reinado de un pésimo rey – Podcast 09/02/19\»-

2) – http://milleches.blogspot.com/2013/01/modesta-cruz-en-rne.html
3) – Souvenirs de Campagnes du Sergent Faucheur\», Edit. Tallandier Bibliothèque Napoléonienne, Paris, 2004

Imágenes:

A) – Retrato de Manuel Godoy: By Antonio Carnicero – [2], Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=3609509
B) – Retrato de Napoleón I: By Jacques-Louis David, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=20330165
C) – Retrato de Fernando VII – De Vicente López Portaña – [1][2][3], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=7952601
E) – By Francisco Goya – Museo del Prado, Madrid, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6342190
b) – By engraved by Francisco de Paula Martí (1761-1827)drawn by Zacarías Velázquez (1763-1834) – Biblioteca Digital Hispánica id:0000030650, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=31096814
d) – De Vicente López Portaña – [1], Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=43338312
f) – De fr:User:Valéry Beaud – fr:Image:Chateau Valencay 20050726.jpg, CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=760211
 

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