La batalla de San Quintín o combate de Cardona (21/10/1810)

Para seguir con fuerza este nuevo enero de 2020 en \»El Rincón de Byron\», os traemos un reportaje sobre la Batalla de San Quintín, que se dirimió cerca de la localidad barcelonesa de Cardona, el 21 de octubre de 1810, entre las fuerzas españolas del Marqués de Campoverde y las franco-italianas del mariscal francés MacDonald. Obviamente sin ninguna relación con la famosa victoria de las tropas de Felipe II en tierras francesas, en nuestro caso San Quintín hace alusión a una pequeña montaña de unos 715 m de altitud cerca de la localidad de Bergús, a unos 8,5 kilómetros de Cardona y que sería escenario del campo de la batalla. 
Para ello hemos contado también con la colaboración del historiador vallense Francesc Murillo, que nos ha facilitado su ayuda para poder recabar información de la batalla, circunstancia que le agradecemos especialmente. La batalla en sí no dejó de ser una de las múltiples acciones que se libraron en tierras catalanas durante la Guerra de Independencia, que sin llegar a ser una  batalla campal decisiva, si que impidió al mariscal MacDonald hacerse con el control de Cardona, una localidad clave por su ubicación para dominar las principales vías de comunicación que cruzaban el centro de Cataluña a través de la cuenca del Cardener, desde el Alto Urgel y la Cerdaña [1], sus preciadas rentas provenientes de sus minas de sal y su imponente fortaleza medieval, una de las más importantes de Cataluña. 
La llanura de la Plana, con la masía de Cal Rebolleda enfrente, vista desde la cresta de la montaña de San Quintín. Por la izquierda, en la lejanía, justo en el inicio del bosque, la masía de Cal Mujal, uno de los escenarios de la batalla. La \»llanura\» es en realidad una continua ondulación del terreno, con suaves pendientes y formaciones boscosas con masías aisladas que representan un buen terreno defensivo. A los pies de la montaña se distingue el recorrido del camino de Miracle (actual BV-3001) , por donde evolucionaron hacia Cardona parte de las tropas franco-italianas. 

LOS COMANDANTES Y SUS TROPAS

COMANDANTES ESPAÑOLES

Luis González y Torres de Navarra Castro
(Almería, c. 1770 – Granada, 1832), Vº Marqués de Campoverde.
Comenzó su carrera en la milicia, en junio de 1792, fecha en la que fue nombrado teniente en el Regimiento Provincial de Guadix. Al estallar la Guerra de Independencia se hallaba en Granada en el servicio de remonta de los Cazadores de Olivenza. Fue enviado por la Junta de la ciudad con la división de Nazario Reding en auxilio de Jaén, combatiendo contra los franceses en julio de 1808, recibiendo el ascenso a coronel de ese Regimiento, el 18 de julio. En octubre siguiente, salió de Granada, formando parte de la división de Teodoro Reding destinada al ejército de Cataluña, combatiendo en el ataque a Hospitalet, en el bloqueo de Barcelona, así como en la batalla de Molins del Rey, el 21 de diciembre. Al año siguiente, combatió en la batalla de Valls el 25 de febrero de 1809. Se distinguió en la entrada de los convoyes enviados en socorro de la sitiada plaza de Gerona, el 1 y 26 de septiembre, recibiendo el ascenso a brigadier. Al caer herido, Enrique O’Donnell y retirarse a Palma de Mallorca, en diciembre, le correspondía el mando al general Iranzo, pero las intrigas de Campoverde y sus simpatizantes, provocaron un motín en Reus en enero de 1811, que le proclamó capitán general de Cataluña, siéndole dado asimismo el empleo de teniente general (no reconocido por la Regencia). Todos los historiadores españoles, así como ingleses, han criticado duramente su actuación al frente del ejército de Cataluña y en particular de la caída de Tarragona, en donde su conducta hacia su gobernador Senén de Contreras, puede calificarse de desleal e ineficiente. En marzo de 1812 marchó a Cádiz, de donde salió en mayo para Mallorca, en donde permaneció hasta abril de 1813, que fue destinado al ejército de Reserva de Andalucía y luego al de Valencia. Durante los Cien Días sirvió en el Ejército de los Pirineos Orientales, siendo ascendido a teniente general en 1816. En 1817, recibió la Gran Cruz de San Fernando, por la toma del castillo de Figueras en 1811. Acusado de masón y de complicidad en la conspiración de Van Halen, fue arrestado en Granada en 1819, permaneciendo preso, hasta que, proclamada la Constitución, fue nombrado capitán general de Granada en 1820, ocupando ese gobierno hasta 1822. Tras el restablecimiento del absolutismo, permaneció sin empleo hasta su fallecimiento. [2]

Manuel Velasco y Coello
(Villa del Prado, Madrid, 1776 – 1824)
Ingresó en el Colegio de Artillería de Segovia en 1787, y en 1793 ascendió a subteniente. Hizo la guerra contra Francia en la zona de Irún en 1794. En 1800 alcanzó el empleo de teniente, y en 1801 mandó en Algeciras la artillería del Fuerte Santiago contra los ingleses. Ascendió a capitán segundo ayudante mayor en 1802, y a capitán primero en 1804. Con la Guerra de la Independencia combatió en Irún, y luego la Junta de Cartagena le comisionó para pasar a Valencia, a proclamar a Fernando VII. A lo largo de 1808 consiguió ascender varios puestos en su carrera militar: teniente coronel graduado el 22 de julio; sargento mayor el 10 de agosto; coronel graduado el 23 de noviembre; brigadier el 21 de diciembre.  En los últimos meses de 1808 había combatido en Tudela y estuvo presente en el segundo Sitio de Zaragoza. Al rendirse esta ciudad, logró fugarse y llegar a Valencia. Luego fue gobernador de Tortosa. En 1810 ascendió a teniente coronel de Artillería (26 de agosto) y le fueron concedidas la gran cruz de San Fernando y la gran cruz de San Hermenegildo. Con antigüedad del 30 de mayor de 1815, alcanzó el 14 de octubre de 1816 el grado de mariscal de campo. Luego estuvo prisionero en Francia, pero logró fugarse y se incorporó a los aliados en Chambéry (Saboya), hasta que pudo llegar a Cataluña. El 3 de marzo de 1817 fue destinado al departamento de Artillería de Barcelona, y ese mismo año se añadió la gran cruz de San Fernando a sus condecoraciones (21 de junio). Dos años más tarde, el 1 de abril, fue nombrado comandante de Valencia, y el 10 de diciembre de 1819 fue destinado al ejército de Ultramar, pero solicitó ser exonerado. Se le formó causa en 1822. A finales de 1823 se refugió en Cádiz. Destinado a Córdoba en 1824, y aquejado de problemas de salud, a pesar que se le buscó murió sin ser localizado. [6]

La relación de las fuerzas españolas con su dotación aproximada:

División ambulante Marqués Campoverde
 Efectivos
1er Batallón de América
2º Voluntarios de Aragón
Voluntarios de Tarragona
Regimiento Infantería de Iliberia
Regimiento de Almería
Regimiento Infantería de Gerona
Húsares de Granada.
200
Total
Cerca 3.800

COMANDANTES FRANCO-ITALIANOS

Mariscal Macdonald (a)

Étienne Jacques Joseph Alexandre Macdonald (ó MadDonald)
(Sedán, 1765 – Beaulieu-sur-Loire, 1840).
De entre los miembros del mariscalato de Napoleón, tanto Davout como MacDonald fueron quizás dos ejemplos de los generales menos \»considerados\» por el favor del Emperador, aún siendo los que probablemente más fidelidad le profesaron.

En 1809 McDonald mandó la célebre columna en Wagram que rompió el centro austriaco y ganó el día para Napoleón. MacDonald fue el único mariscal que recibió su bastón y sus títulos en el campo de batalla. En 1810, fue nombrado duque de Tarento, y tomó el mando de un cuerpo de ejército en España.

Tratamos en detalle su figura en nuestra entrada de diciembre de 2015: Mariscal MacDonald

El general Frère (b)

Bernard-Georges-François Frère 
(Montréal, Aude, 1762 – Paris, 1826).
Ejerció de farmaceutico en la ciudad de Carcasonne, hasta el año 1791 en que entró en el ejército. Veterano de las guerras de la Convención y del ejército de Italia, donde tomó parte en la batalla de Bassano. Después de la creación del Grande Armée en 1805, Frère recibió un mando y fue citado varias veces en los boletines, durante la Guerra de la Tercera Coalición. Al año siguiente, durante la Guerra de la Cuarta Coalición, su conducta fue destacada, siendo uno de los primeros en entrar en Lübeck, en la exitosa batalla contra los defensores prusianos de Blücher. El 5 de junio de 1807, al mando de un solo regimiento de infantería, Frère obligó a no menos de 10.000 rusos a rendirse.

Fue ascendido a general de división en marzo de 1808, antes de ser enviado a España, donde tomó la ciudad de Segovia el 7 de junio de 1808 y luego se desempeñó como jefe de estado mayor en el cuerpo del mariscal Lannes, durante el sangriento asedio de Zaragoza. Fue creado Conde del Imperio ese año y en 1809 fue llamado a la Gran Armée d\’Allemagne para participar en la Guerra de la Quinta Coalición contra Austria, sirviendo en las batallas de Aspern-Essling y Wagram, donde recibió una herida grave durante el segundo día de batalla. En 1810, Frère fue enviado a servir en el Ejército de Cataluña y posteriormente llamado a Francia y nombrado al mando de la división militar de Rennes. Durante los Cien Días, Napoleón le confió el mando de la división militar de Lille. [3]

Eugène François Orsatelli
(Cassano, 1768 – Tarragona, 1811).
Nacido en Córcega, entró en servicio el 17 de marzo de 1787, en el regimiento Royal-Corse del rey Luis XVI a la edad de 18 años. Fue despedido en 1793. Se alistó en el ejército revolucionario. Al llegar a Italia, tomó el mando de la sexta legión cisalpina (1797), y luego de la primera brigada ligera cisalpina (1799), a la cabeza de la cual se distinguió en la defensa de Mantua ya con el empleo de capitán y participó en las batallas de Rívoli y La Favorita. En 1806, comandó el 6º regimiento de línea italiano dentro de la división italiana comandada por Domenico Pino. Lo envían a España, donde se distingue de la conquista de Rosas y la de Girona. Fue ascendido a general de brigada al servicio de Italia el 16 de diciembre de 1808, y fue nombrado caballero de la Legión de Honor el mismo día. En 1810 fue ascendido a general, pero al año siguiente murió en Reus, Cataluña, en mayo de 1811, por las consecuencias de sus heridas recibidas en la segunda batalla de Valls(*). El emperador le nombró barón del Imperio a título póstumo.
La relación de las fuerzas del ejército franco-italiano del mariscal Macdonald, tal como señala Francesc Murillo, estaba formado por poco más de 10.000 hombres (otras fuentes hablan de 8.000 infantes y unos 800 hombres a caballo [1]), de las divisiones Frère (francesa) y Severoli (italiana), y de una brigada francesa comandada por el general Salme (oficial que moriría delante de los muros de Tarragona en el asedio de 1811). Es muy complicado obtener las unidades participantes sin poder acudir a los estadillos oficiales como en el caso de Campoverde, pero por ejemplo la división italiana de Severoli, era la que había mandado anteriormente el famoso general italiano Pino hasta mayo, y según las listas de Nafziger (810ISAN), en septiembre de 1810 estaba formada por el 1/2/1º Regimiento ligero italiano, el 1/2/2º Regimiento ligero italiano, el 1/2/4º Regimiento de línea italiano, el 1/2/6º h Regimiento de línea italiano, el 1/7º Regimiento de línea italiano, el primer escuadrón del 2º Regimiento de dragones Napoleón y el 1/2ºRegimento de Cazadores Reales.

LOS COMBATES

Estela conmemorativa(1) 
erigida en el año 1910.
Después de llevar a cabo una exitosa expedición por la Cerdaña francesa, la división del Marqués de Campoverde, formada por poco menos de 4.000 hombres, retrocedió hacia Berga, Solsona y finalmente a Cardona, a través de Sanahuja y del Santuario de Nuestra Señora del Milagro. El ejército de campaña del mariscal MacDonald, formado por poco más de unos 10.000 hombres, de las divisiones Frère (francesa) y Severoli (italiana), y de una brigada francesa comandada por el general Salme estaba situado alrededor de Cervera y avanzó hasta Solsona, donde el día 19 entró desde el camino de Torá. El sábado día 20 encontrándola prácticamente vacía, saqueó la ciudad episcopal y se incendió la catedral.

La misma noche del 20 al 21 de octubre salió con el grueso de sus fuerzas hacia Cardona. La intención parece que era hacer un reconocimiento de la plaza fuerte (no disponían de un tren de asedio ni de tiempo para sitiarla y los españoles habían atrincherado parte de su perímetro) y seguramente intentar hacer el máximo daño posible al contingente de Campoverde, sin exponerse al fuego de la fortaleza.

Así, en primer lugar, la brigada de Eugenio Orsatelli (de la división Severoli), se dirigió a la ermita del Milagro, desde donde avanzó hacia Cardona. Mientras tanto, el general Salme, con su brigada y el resto de la división italiana avanzaba desde Solsona por Hortoneda y Santa Susana, con el objetivo de dar apoyo a Eugenio. Finalmente, el grueso de la división Frère, con Macdonald, avanzarían también por la carretera de la ermita del Milagro. En principio, ninguno de estos cuerpos tenía que pasar más allá de la montaña de San Quintín.
 

Panorámica desde la montaña de San Quintín, en su punto más alto, 
delante del vértice geodésico ubicado en el lugar.
Evolución del contingente franco-italiano del mariscal MacDonald desde Solsona hacia Cardona donde se encontraba la división ambulante de Campoverde. La distancia entre las dos poblaciones por el camino de Clariana, el más directo, es de unos 20 kilómetros. Por el camino de Miracle, la principal dirección de ataque francesa, son unos 30 kilómetros aproximadamente.
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La Capilla de San Quintín de Cardona

Detalle de proyectiles encontrados 
(A. Pancorbo, 2010) [2]
En el año 2010, con motivo del bicentenario de la batalla se realizaron unos trabajos de excavación en la cresta de Sant Quintín para determinar el emplazamiento de la capilla, de la que ya se tiene constancia escrita en el año 1223 y que fue derribada entre 1767 y 1768.

El lugar de ubicación es estratégicamente interesante, ya que se domina por el norte el valle de Bergús y por el sur el de Planés. Aparte la comunicación visual con gran parte de las masías de la zona y con las colinas y torres de vigía presentes en la zona.Probablemente el edificio ya no debería estar en muy buenas condiciones si tenemos en cuenta la proximidad a Cardona durante el asedio de 1711 durante la guerra de Sucesión Española.

Casi 100 años más tarde, en octubre de 1810, por las fuentes escritas consultadas, se sabe ciertamente que los hombres del mariscal MacDonald se dirigían, pasando por la zona de umbría de la cresta de la montaña, hacia Cardona y su castillo. Este lugar fue escenario de la batalla de San Quintín y así lo testimonian las 14 balas de plomo que se encontraron. [1]  

Restos de la planta de la capilla de San Quintín en la actualidad, 
con orientación hacia el suroeste.

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Panorámica desde la Torre de la Piedad. Oculta por las casas pareadas delante
nuestro se encuentra la ermita de la Piedad y hacia la derecha descenderíamos
 hacia el centro histórico de la villa de Cardona y su fortaleza.
Torre de la Piedad o del Barón de Meer. Lugar singular en los límites 
del actual entramado urbano, desde donde comenzó el ataque borbónico 
en el asedio de 1711, y que probablemente se habilitaría como punto 
defensivo o de vigía en 1810.
A las 9:00 h. el puesto avanzado español del camino de Cardona a Solsona avistó una columna enemiga de unos 3.000 hombres (Salme) que se dirigía hacia Cardona por el camino de Solsona. El mariscal de campo dispuso que el brigadier Velasco con el Regimiento de Iliberia, los batallones de América, Tarragona, y parte del de Gerona con la caballería de Húsares de Granada se dirigiese hacia ellos a los pies de Cardona, bajo la protección de la fortaleza. Otra columna enemiga se avistó por el camino de la ermita del Milagro (los italianos de Eugenio), que se dirigía hacia Cardona y ya estaba disparando contra las avanzadas españolas en las afueras. El mismo Campoverde se dirigió contra ellas con el Regimiento de Almería, una partida de Aragon, los tiradores de Husares de Granada, y una Guerrilla del mismo cuerpo. De hecho, Eugenio había incumplido las órdenes de no avanzar y de no entrar en acción, y había hecho todo lo contrario, lanzándose directamente contra las posiciones avanzadas españolas, sin esperar ni recibir el apoyo de las otras brigadas de MacDonald.
Ermita de la Piedad, en las afueras en dirección a Bergús.
La pequeña colina de Tarralló, punto elevado a partir del cual
 desciende el terreno hacia el suroeste por el camino del Miracle. 
La foto está tomada desde su lado sureste.
Panorámica desde la pequeña colina (\»collet\» en catalán) 
de Tarralló, que domina el terreno hacia el este, punto al 
que se desplazó el marqués de Campoverde.
Mapa elaborado a partir del original editado por el Ayuntamiento de Cardona para conmemorar el centenario de la batalla (23/10/2010): 1.- La primera columna de ataque de los franceses con unos 3.000 hombres desde el camino de Solsona a las 9 de la mañana; 2.- El marqués de Campoverde desplaza una brigada a cargo de Velasco hacia el camino de Solsona; 3.- La segunda columna y principal, por el camino del Miracle (Milagro); 4.- Campoverde acude en persona a las alturas de la Ermita de la Piedad y de la colina de Tarralló para hacer frente al avance franco-italiano desde San Quintín y las llanuras de Planés; 5.- Repliegue respectivo de franceses y españoles desde el camino de Solsona hasta Planés para reforzar el ataque y la defensa de las respectivas posiciones; 6.- Doble ataque francés, uno por el lado izquierdo de Campoverde a través del camino y campos cercanos y el otro por el flanco izquierdo español en dirección a Bolsegura con la intención de flanquear las posiciones españolas.
  
Los círculos amarillos destacan los lugares donde tomamos las fotografías del reportaje.  
Llegado a la altura de la Ermita de la Piedad y a la pequeña colina de Tarralló, vio como a derecha e izquierda de la cresta de San Quintín avanzaban dos columnas. El enemigo fue rechazado y una de sus columnas se dirigió para envolver la izquierda española hacia las minas de sal. Campoverde dispuso alguna de las fuerzas esperaban a los franceses en el camino de Solsona para acometer esta amenaza, que fue contenida por una carga del regimiento de Iliberia, retirándose el enemigo a su reserva. Los franceses lo intentaron esta vez por la derecha que estaba defendida por tiradores y el regimiento de Almería. Las tropas de Salme y MacDonald intentaron apoyar Eugenio ocupando posiciones en la parte superior de la sierra de San Quintín y detrás de ésta, mientras los movimientos de Eugenio eran detenidos y rechazados por los españoles, que los acabarán empujando y desalojando de las posiciones que ocupaban en las laderas de la sierra y obligándolos a retroceder.
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La masía de Cal Mujal

Restos de viga incendiada en los bajos del edificio.
En nuestros desplazamientos raramente tenemos la oportunidad de poder interactuar con los habitantes de los lugares que visitamos, por falta de tiempo o, más a menudo, por conocimiento.
En esta ocasión tuvimos la gran suerte de poder departir con Josep Miralles (padre) y Ramón Miralles, de la masía de Cal Mujal, que con gran amabilidad nos recibieron y nos comentaron varios aspectos sobre la batalla, en la mejor tradición oral(2)(3), circunstancia que les agradecemos desde estas líneas.

El texto está traducido del catalán por lo que alguna expresión varía sensiblemente:

(Josep M.) \»Pues eso. Esta casa la encendieron por tres sitios y ahora el único testimonio que queda es este de aquí [ver foto superior derecha]. La encendieron por allí que estaba la bodega pero esta gente iba muy deprisa, no se quemó toda, no siguió el fuego por ninguna parte. No se siguió, porque claro iban muy rápidos ya que desde arriba les estaban disparando, arriba en San Quintín.\»

(Ramón M.) \»La gente por miedo se fue de las casas.\» (Hacia Cardona y su parroquia)

(J.M.) \»Esto aquí arriba tiene mucha historia\» (Haciendo referencia a San Quintín)

(R.M.) \»Si que es cierto que una batalla tan importante, aunque Cardona es muy turístico, el centro histórico… no es demasiado conocida. Es obvio que el 1714 fue importantísimo, y que Cardona fuimos el último bastión que cayó, pero que evidentemente con la guerra de la Independencia y la batalla de San Quintín, pero no es tan conocido.

(J.M.) \»Miraban de encender por medio de las casas … El Segura, en otro Mas (masía), y allí había un hombre -todo el mundo se había refugiado en Cardona- que no se podía mover de la cama, lo dejaron allí, pues lo llevaban colgado con las bayonetas, por la era del Segura. Esto está escrito, eh. Luego, el lugar fuerte que enterraron los de ellos fue aquí en la viña de Cal Parenostre. En todas partes había cadáveres. Como en 1810 lo que pasa que el alcalde que había entonces vio que se complicaría mucho la vida y cambió de idea, los quería exhumar.\»
Fachada posterior del cuerpo principal de la masía de Cal Mujal. El Mujal es una de las masías más grandes del municipio de Cardona, documentada desde el siglo XIII y que aún conserva algunos elementos defensivos originales. [8]

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Sable Briquette francés encontrado en el campo de batalla en 
Cortesía Dr. Andreu Galera – Archivo Municipal Cardona (d)

La lucha continuó en toda la línea pero Campoverde tenía su frente consolidado con el resto de tropas desplazadas del camino de Solsona que se habían sumado a su frente. Vista la situación, ante una fuerza decidida, que acababa de salir victoriosa y que en caso de peligro quedaba bajo la protección del castillo de Cardona, MacDonald optó por cubrir la retirada de los italianos y retroceder por los caminos que había utilizado por la mañana, del Santuario del Milagro y de Solsona respectivamente, renunciando a seguir con la acción, que se convirtió en una victoria defensiva española.

Los españoles se retiraron hacia Cardona dejando dos batallones de vigilancia (uno del América y otro del Tarragona) y dedicándose a fortificar las puertas de la ciudad y los puestos avanzados. Las tropas de MacDonald se retiraron a su vez por el camino del Milagro y de Solsona.

La llanura donde se desarrolló la batalla a la altura de Cal Mujal. Se percibe
 la suave ascensión del terreno, la cresta de la montaña de San Quintín a la izquierda 
(zona arbolada) y el camino de Miracle que discurre paralelo por la izquierda.

Según las fuentes italianas, la brigada del general Eugenio Orsatelli sufrió unas 80 bajas entre muertos y heridos, entre los que se contaban tres oficiales. Probablemente, fueron un poco más, tal vez hasta 150, pero es muy dudoso que llegaran a las 400 bajas mortales que recoge la tradición en Cardona. Tampoco parece que los somatenes jugaran un papel importante en la acción (a diferencia de lo que dice la tradición en Cardona). Campoverde destaca(4) el papel de la población, pero en los trabajos de fortificación de Cardona y en el hecho de arriesgarse, durante el combate, a llevar agua y comida a la tropa española y dedicarse a retirar los heridos. No hace mención a vecinos de Cardona luchando junto a las tropas regulares, solo habla de los somatenes que habrían perseguido las tropas de MacDonald en retirada hacia Solsona y que, como mínimo, capturaron un prisionero. [9]

Grabado de la batalla, del libro de Adolfo Blanch, \»Historia de la Guerra de Independencia en el antiguo Principado\» [9]

EPILOGO

La noche del domingo 21, los franceses se retiraron hasta Miracle donde permanecieron todo el lunes 22 con el saqueo del santuario. El martes 22 y el miércoles 24, saquearon toda la comarca norte del Cardener, hasta llegar a la villa de Sant Llorenç de Morunys. Finalmente MacDonald volvió a Cervera, pero alertado por la actividad en el norte del barón de Eroles que dificultaba en gran manera los desplazamientos de los convoyes de aprovisionamiento hacia Barcelona y vitales para el suministro de la Ciudad Condal, emprendió el 4 de noviembre la marcha hacia Gerona, donde llegó sin novedad el día 10. Campoverde siguió los desplazamientos de las tropas francesas sin atacarlas debido a su desproporción numérica.

Cardona había escapado de la ocupación o destrucción, gracias a la acción del domingo 21, en una acción que el pueblo atribuiría a sus santos, San Emeterio y San Celedonio.

Panorámica de Cardona, en la que destaca su imponente fortaleza
 medieval que sobresale del conjunto. Fue asediada infructuosamente 
en 1711 durante la Guerra de Sucesión Española.



 
NOTA: Agradecer muy especialmente a Francesc Murillo Galimany, Dr. Andreu Galera i Pedrosa,  Xavier Alcaraz, Josep Miralles y Ramón Miralles, del Mas Mujal, su ayuda para la elaboración de esta entrada.



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(1) – La estela también conocida como \»Piedra del Francés\», con la siguiente inscripción:

EN AQUESTS PLANS DEL DEVANT FOU DERROTAT L\’EXÈRCIT FRANCÈS EL 3R DIUMENGE OCTUBRE 1810. 

EL POBLE ATRIBUI LA VICTÒRIA ALS SEUS PATRONS S.CELDONI Y S. HERMENTER
PER A RECORT PERPETUU\’S POSÀ AQUESTA LÀPIDA\’L TERS DIUMENGE OCTUBRE DE 1910
(Trad:) \»EN ESTAS LLANURAS DE ENFRENTE FUE DERROTADO EL EJÉRCITO FRANCÉS EL 3R DOMINGO OCTUBRE 1810.
EL PUEBLO ATRIBUYÓ LA VICTORIA A SUS PATRONOS S. CELEDONIO Y S. EMETERIO
PARA RECUERDO PERPETUO SE COLOCA ESTA LÁPIDA EL 3R DOMINGO DE OCTUBRE DE 1910\»

(2) – El texto original a partir de la grabación efectuada en Cal Mujal:

(JM) \»Doncs això. Aquesta casa la van encendre per tres llocs i ara l’únic testimoni que queda és aquest d’aqui. El van encendre per enllà que hi havia el celler però aquesta gent hi anava molt de pressa, no es va cremar tota, no es va seguir per enlloc. No es va seguir, per què es clar anaven molt ràpids per què a dalt els estaven foten foc, a dalt a Sant Quintí.\»
(RM) \»La gent per por va marxar de les cases\»
(JM) \»Això d’aquí dalt té molta història\»
(RM) \»Si que és cert que una batalla tan important, tot i que Cardona és molt turístic, el centre històric, no és massa coneguda. És obvi que lo del 1714 va ser importantíssim, i que Cardona vam ser l’últim bastió que va caure, però que evidentment amb la guerra del Francès i la batalla de Sant Quintí, però no és tan conegut.\»
(JM) \»Miraven d’encendre per enmig de les cases… El Segura, a un altre Mas, i allà hi havia un home, tothom s’havia refugiat a Cardona, que no es podia moure del llit, el van deixar allà, pues el portaven penjat amb les baionetes, per la era del Segura. Això està escrit, eh. En acabat, el lloc fort que van enterrar els d’això va ser aquí a la vinya de Cal Parenostre. A tot arreu n’hi havia de cadàvers. Com a 1810 el que passa que el alcalde que hi havia llavores es va veure que es complicaria molt la vida i va tirar endarrere, els volia exhumar.\»

(3) –  En Cardona durante muchos años fue muy popular una cancioncilla dedicada al zapatero Murtra (un habitante de la villa que colaboró con los franceses, enseñándoles como atacarla), que rezaba:

\»Els francesos vénen, vénen per Sant Quintí, el sabater Murtra els ensenya el camí\».

(4) – En el Archivo Histórico Nacional de Madrid se encuentra la carta donde el marqués de Campoverde, Mariscal de campo, general de la división ambulante, da parte al General en Gefe de la acción que sostuvo el 21 cerca de Cardona:

\»Excelentisimo señor:

Toda la noche de hayer se ha pasado en fortificar las Puertas de esta Plaza, y Puestos, que dejé establecidos fuera de ella, con el animo de recibir hoy al enemigo, que como dige a V. E. en mi parte de anoche, esperaba repitiese sus infructuosos ataques, pero en lugar de verificarlo, ha huido la misma noche (dejando Hogueras encendidas) hacia el Milagro, y Solsona, por lo tanto, estoy con el debido cuidado para ver la dirección afin de [encargale] en ella. Y ya que el tiempo me lo permite dare a V.E. el detall de lo ocurrido en el glorioso dia de hayer.

A las nueve de la mañana tuve el primer parte del oficial que tenia de obsevacion en el camino de Solsona, manifestándome que por el, se dirigía una columna de enemigos como de tres mil hombres traiendo su dirección a esta plaza: inmediatamente mandé formar toda mi división, disponiendo que el Brigadier D. Manuel de Belasco saliese por otro camino, colocándose en una posición, cubierta por los fuegos del Castillo, llebandose, el Regimiento de Hiberia y los Batallones de America, Tarragona, y parte de Gerona con la vaballeria de Husares de Granada que se formó en un pequeño llano, que proporciona el mal terreno con la orden de que adelantar las Comañias de tiradores de Hiberia, para recibir las guerrillas enemigas, en el caso que estas adelantasen: Apenas havia dispuesto esta operación, cuando recibi segundo parte del oficial que estaba en el camino del Milagro, quien me decía, que los enemigos en numero crecido benian a toda prisa por el mismo camino, precisándolo a retirarsee por tener ya la vanguardia de ellos mui próxima: No tuve mas tiempo que el de poder montar a caballo, y salir con el Regimiento de Almeria, una partida de Aragon, los tiradors de Husares de Granada, y una Guerrilla del mismo cuerpo, por el camino de Calaf, que es el mimo que se une al del Milagro pues ya sentía el fuego de las guerrillas y avanzadas: Luego que llegue a la altura de la Piedad observé que los enemigos corrian furiosos por el camino despreciando el fuego de mis avanzadas y que por las alturas de San Quintín se descolgaban dos columnas con dirección a la Plaza, me adelanté con el expresado regimiento de Almeria, colocando el 1 Batallón en una posición oportuna mandado por su teniente coronel D. Diego de Bega, y siguiendo con el 2º al mando del capitán D. Francisco Claramun, contrarresté los fuegos enemigos del camino haciéndolos retroceder. Pero viendo que la columna de la derecha que bajaba por San Quintin, tomaba la dirección por mi izquierda, dispuse que el teniente coronel Bega , embiase dos compañías de las de su Batallón, para detenerlos en su rápida marcha, lo que verificaron con tal valor que impusieron respeto al enemigo por el bibo fuego que le hacían,con lo que se conbubieron algún tanto, esperando ser reforzados con las muchas fuerzas que iban saliendo por lo alto de la montaña: viendo que los enemigos se aumentaban por aquella parte, mande de mi Ayudante de Campo que a todo correr fuese avisar al Regimiento de Hiberia, (mediante aque los enemigos del camino de Solsona se retiraban de su primera posición para reunirse con los del Milagro) para que sin detención alguna, y con la mayor prontitud subiese donde yo me hallaba, lo que ejecutó con presteza, llegando tan a tiempo que cuando una división enemiga se dirigía hacia las salinas, mandé al sargento mayor de dicho regimiento D. Josef Haag embiase doscientos hombres para cortarles su dirección y lo hicieron con tal valentía que obligaron a los enemigos a retroceder y tomar una altura donde se colocaron detrás de una casa. Hiberia los persigue, se da la mano con las dos compañías de Almeria, atacan a la casa, y los ponen en una vergonzosa fuga: Observando esto los enemigos, reguerzan aquel punto con superiores fuerzas, yo entonces mandé a Haag , que con el resto de sus Batallones sos atacase a viva fuerza, lo que verificó con tanto ardor, y bizarria, que los hizo ponerse en retirada, replegándose a la altura donde tenían su reserva. Los enemigos vuelven a cargar mi derecha, y habiendo yo mandado subir el Batallon de America para ponerlo en la posicion de reserva que tenían los granaderos de Almeria, mandé al teniente coronel d. Antonio Roten, que con sus compañías de granaderos atacase aquel punto; lo ejecutó como acostumbra, y haviendolos atacado se replegaron aun parapeto de donde los echó a la Bayoneta pasando a cuchillo a cunaos lo sostenían teniendo la desgracia de perder en el acto del asalto a los vizarros oficiales D: Josef Haag, y d. Juan Barranco, pero cargándole dos batallones enemigos, que tenían emboscados, le fue forzoso a Roten, tomar un parapeto que havia a su derecha donde se sostuvo y rechazó para lo cual, le mandé la partida de Aragon, que tenia en la reserva, los que deseaban batirse con la mayor ansia, igulmente fu la de los tiradores de Husares de Granada mandada por el tenient d. Nicolas Medina que contribuyeron con sus [¿tercerolas?] , haciendo un terrible fuego.

El combate se emprehende de nuevo por toda la sierra, y yo y cubierto por miderecha izquierda y centro, y con los dos Batallones de America, y Tarragona, puestos de reserva, y en buena posición mandé los persiguiesen con firmeza logrando llevarlos hora y media de distancia, hasta el Monte don Cavalleria, y en donde se replegaban los que vergonzosamente se iban retirando: La noche se acercaba, por lo que mandé tocar llamada general y formé la línea de Batalla, a su frente, después dispuse la retirada por escalones a esta Plaza, dejando a los dos Batallones de America y Tarragona, en posición por haver estado todo el dia en la reserva sintiendo no haver disfrutado de la gloria que tuvieron sus compañeros.

Puedo asegurar a V.E. que estos dignos regimientos se han batido con triplicadas fuerzas, y que no les imponían respeto el crecido número de enemigos que miraban, delante de sus bayonetas, para dejar de perseguirlos con la mayor intrepidez.

Nuestra perdida ha sido corta en comparación de la del enemigo pues este dejó muchos cadáveres en los montes sin contar con los que los Paisanos han encontrado enterrados y tirados a los pozos, como en las balsas, acreditando esto un prisionero francés que han traido los somatenes quien dice, padeció mucho la división Italiana mandada por el teniente D: NIcolas Median que contribuyeron con sus tercerolas heciendo un terrible fuego.

Incluyo a V.E el estado de los muertos, y eridos que hemos tenido en la ación, como igualmente los que se han distinguido, y echo acreedores a las gracias que V.E: quiera concederles en nombre de S.M.

Recomiendo particularmente a V.E: a los Sres. Jefes y Oficiales, como a la Tropa, que todos han llenado el encargo de su obligación, no quedándome nada que desean, llenándome de gozo el ver el Patriotismo de las jentes de esta Villa, pues aporfia hombres, Mugeres y Niños se disputaban quien havia de llegar primero al mismo campo de Batalla, con los auxilios para nuestros soldados, de Pan, vino, Aguardiente y Agua llevándose a la vuelta en sus hombros cuantos eridos encontraban sin reparar el peligro de las balas, haun viendo, havia sido erida una Muger en un brazo de una bala de fusil.

Igualmente recomiendo a V.E., al estado mayor, y mis Ayudantes, que incesantemente corrieron comunicando las ordenes adonde combenian sin descansar en todo el dia y noche: al mismo tiempo pido a V:E. por la viuda del valiente Ayudante de Almenria D: Josef Haag, que con tanto valor se portó siempre y murió hayer saltando el parapeto a la vista de su capitán Roten.

Asimismo pongo en la consideración de V.E. el celo y actividad con que han contribuido a los trabajos que se hicieron de atrincheramientos en la Puertas y Puntos destinados, fuera de esta Plaza, al Governador de ella D. Miguel Baños al Ingeniero Ponsich a el S. Abad, Governador de Cervera D: Bnito Losada y comisario D: Miguel Blandolit que todos procuraron contribuir con cuanto dependió de sus facultades, para el bien de la tropa.

Dios guarde a V.E. muchos años a Cardona 22 de octubre de 1810

Exmo. Sr. El Marqués de Campoverde.

Dirigida al Excelentisimo Sr. Don Enrique O’Donnell.\» [9]

(*) – Hemos corregido el lugar de la muerte de Orsatelli que habíamos consignado en el asedio de Tarragona de 1811, ya que la fuente original de la web estaba equivocada. Agradecemos a Antonio Grajal el haber detectado el error y a Francesc Murillo sus comentarios al respecto:

Eugenio Orsatelli recibió una herida mortal, el 15 de enero de 1811, en el combate del Pla (oficialmente conocido como segunda batalla de Valls, mientras que en Valls, el Pla i Figuerola, que fueron el escenario, se le conoce como la batalla de la Torre de la Mixarda). Aquel dia Orsatelli cometió el mismo error que en Cardona, y su brigada sufrió muchas bajas. Debido a la gravedad de la herida, no pudo seguir el camino hacia Lérida junto al resto del ejército de Macdonald. Primero lo dejaron en Valls junto a un buen número de heridos italianos y franceses, y más adelante lo trasladaron a Reus, siempre acompañado por su asistente, donde murió en el mes de mayo de 1811 (mientras Suchet asediaba Tarragona, de aquí la confusión en algunas fuentes con la causa y lugar de su muerte), a causa de la herida recibida en el combate del Pla.

___________________________________________________________________________________

Fuentes:

1) – \»La capella de Sant Quintí. Cardona, Bages. Camp de Treball de l\’estiu de 2010\» – Andreu Galera i Pedrosa y Ainhoa Pancorbo i Picó, \»II Jornades d\’Arqueologia de la Catalunya Central\» (13-15/12/2012) – Museo Episcopal de Vic y Generalitat de Catalunya
2) – \»Conmemoració 200 anys de la Batalla de Sant Quintí. Cardona, 23 i 24 d\’octubre de 2010\». Folleto conmemorativo – Andreu Galera i Pedrosa, Ainhoa Pancorbo i Picó y Jaume Barberà i Soler, Ajuntament de Cardona
2) – http://dbe.rah.es/biografias/83687/luis-gonzalez-y-torres-de-navarra-castro
3) – https://en.wikipedia.org/wiki/Bernard-Georges-Fran%C3%A7ois_Fr%C3%A8re
4) – https://fr.wikipedia.org/wiki/Eug%C3%A8ne_Fran%C3%A7ois_Orsatelli
5) – https://www.corsematin.com/article/societe/portrait-du-general-eugene-orsatelli-figure-corse-de-lepopee-imperiale
6) – Texto extraído de http://www.mcnbiografias.com, por A. Gil Novales – http://www.mcnbiografias.com/app-bio/do/show?key=velasco-y-coello-manuel
7) – https://mapio.net/wiki/Q8244434-ca/
8) – https://www.flickr.com/photos/angela_llop/11373311033
9) – E-mail Francesc Murillo Galimany y documentación anexada.
10) – E-mail 21/02/2018 – Dr. Andreu Galera i Pedrosa. Arxiu Municipal de Cardona
11) – http://www.xtec.cat/satis/ac/llegenda/textos/carpa01.htm
12) – http://cartotecadigital.icc.cat/cdm/search/searchterm/Cardona
13) – http://santiperpinya.blogspot.com/p/la-guerra-del-frances-cardona.html
14) – http://www.festa.cat/?q=histories/veure/155
15) – https://www.frenchempire.net/biographies/severoli/

Imágenes:

a) – By Antoine-Jean Gros – Joconde database: entry 000PE006606, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=6732480
b) – By Nicolas Gosse – Agence photographique, Réunion des Musées NationauxPhoto credits: (C) Paris – Musée de l\’Armée, Dist. RMN / image musée de l\’Armée, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=13339397
c) – https://www.corsematin.com/article/societe/portrait-du-general-eugene-orsatelli-figure-corse-de-lepopee-imperiale
d) – Archivo Municipal de Cardona
e) – Fotografías del autor.
f) – Fotografías de X. Alcaraz Aleix

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