Miniatura. «Un alto en el camino. Hamburgo, 1807»

Tiempo de lectura: 15 minutos

Para dar la entrada a este nuevo año 2023 una escena con varias miniaturas de 120 mm, que hemos estado realizando estos días, y con un tema ya tratado con profusión en nuestro blog, en concreto el de La expedición a Dinamarca del Marqués de La Romana (1807-1808).

Hace unos 215 años una expedición de tropas españolas partió desde España e Italia rumbo a Dinamarca, al mando del Marqués de La Romana, siendo su cometido principal el de apoyar como aliados a las tropas francesas, aunque en realidad fuera el ser una fuerza de ocupación en el país nórdico. Lo singular de su expedición no fueron sus indecisos inicios o su desarrollo por los caminos de Centroeuropa, sino su repentino y forzado final, con la huida de la mayoría de su contingente en barcos ingleses con tintes de guión hollywoodiense, lo que le llevó a ser una de las epopeyas más singulares en que se vieron envueltas tropas españolas en la época napoleónica. 

Un primer plano de la escena, con los uniformes basados en la serie de los hermanos Suhr.

 

UN POCO DE HISTORIA

Oficiales de artillería del regimiento Extremadura. (a)

Como ya sabéis, los Tratados de San Ildefonso rubricados primero con el Directorio y luego por el Consulado franceses, y en concreto el de 1796, le dieron a Napoleón la oportunidad de confiscar el armamento que la corte de Madrid había reunido contra él, despojar a España de sus mejores tropas y al mismo tiempo dejar a Etruria, un enclave incómodo en el reino de Italia, también sin las tropas españolas que la reina había hecho entrar en lugar de las francesas. La petición fue enviada por despacho urgente al gobierno español el mes de marzo de 1807. La respuesta del gobierno español fue afirmativa, aunque provocó no pocas tensiones entre el valido Godoy y el rey Carlos IV. El primero era partidario de entrar en guerra contra Francia como respuesta a la petición, pero el rey finalmente se plegó a aceptar la petición. Finalmente, a pesar de algunos subterfugios que utilizaron para retrasar la marcha de las tropas demandadas, el Príncipe de la Paz envió un cuerpo expedicionario de unos 14.000 soldados a Alemania, al mando de D. Pedro Caro y Sureda, III Marqués de La Romana; asimismo se sumó al bloqueo continental contra Inglaterra, con el que Napoleón pretendía ahogar económicamente a un país cuya economía se basaba en el comercio; y no tuvo ningún escrúpulo en poner a la venta, previa autorización papal, una séptima parte del patrimonio de la Iglesia española para contribuir al esfuerzo militar francés.

Regimiento de infantería de Cataluña: mujer y músico. (a)

El primer punto de reunión de los españoles fue Hamburgo. En el verano de 1807, parte de ellos se utilizaron en el asedio de Stralsund, en Suecia. El otoño y el invierno siguientes los pasaron en Hamburgo y sus alrededores. Normalmente eran alojados en edificios civiles en poblaciones cercanas a la ciudad, como Stade, Rendsburg y Parchim, como era práctica común en ese momento. En todas partes despertaron el interés y el afecto de los residentes locales, a través de su apariencia exótica, pero también a través de su comportamiento comparativamente amistoso y modesto.

Los soldados españoles eran aficionados a tocar la guitarra y tenían por costumbre fumar cigarros en lugar de fumar en pipas de arcilla como sus homólogos europeos. Las tropas también eran aficionadas a los juegos de pelota, lanzamiento de jabalina, y también eran apasionados jugadores de cartas. Cuando pasaban por las calles en sus mulas en el que se sentaban con las dos piernas a un lado, acogían a los chicos que les seguían, y donde había niños pequeños nunca les molestaba dispensarles una caricia y jugar con ellos. En las ciudades, las bandas militares entretenían a los naturales en las plazas y los espacios abiertos.

Cuando el invierno de 1807-08 llegaba a su fin, el Cuerpo La Romana recibió órdenes de pasar a Dinamarca, comenzando un nuevo capítulo lleno de acontecimientos en su historia. [1]

LA ELABORACIÓN DE LA ESCENA

Soldado del regimiento Guadalajara junto a un carro tipo «tartana» con la familia de un oficial. (a)

Para la escena hemos partido de varias premisas: tenía que transcurrir a finales de otoño o principios de invierno en Alemania, con lo que el paisaje estaría nevado aunque moderadamente, tenía que haber una figura femenina junto con un carro tirado por una mula, algun animal doméstico y algunos de los soldados que participaron en la expedición tomando como modelo algunas de las estampas dibujadas y pintadas por los hermanos Suhr.

Cornelio y Cristobal Suhr eran dos hermanos que publicaron una serie de ilustraciones en la década de 1820 en un libro llamado «Abbildung der Uniformen aller in Hamburg seit den Jahren 1806 bis 1815 einquartirt gewesener Truppen» («Ilustración de los uniformes de todas las tropas alojadas en Hamburgo desde 1806 hasta 1815») [2], y que a lo largo de todos estos años han tenido una gran difusión.

Los modelos de soldados napoleónicos a esta escala de 120 mm (1:15) cada vez son más escasos de encontrar y casi siempre hay que pedirlos generalmente por Internet, generalmente de las marcas Verlinden o MiniArt. Otro problema añadido es la práctica ausencia de soldados u oficiales españoles a esta escala, por lo que hay que elaborarlos a partir de piezas y modelos de otros países. Tampoco hay que desdeñar la época, si nos conviene, ya que el músico que sostiene a una niña está hecho a partir de una figura de un soldado americano de la 2ª Guerra Mundial.

Por lo tanto mucha utilización de masilla de dos componentes para unir piezas o modificar los uniformes y en algunas partes con masilla Das Pronto que en algunas partes nos puede resolver la papeleta por su ductilidad a la hora de trabajarla, aunque el acabado final difiera del de la resina. También la escena nos ha servido para darle salida a una serie de piezas clonadas de originales que es otra de las salidas que tenemos debido a la escasez de modelos, aunque el resultado final no sea muchas veces muy pulido.

Modelo a partir de unas piezas clonadas de mujer y de cantinera francesa.
El oficial de artillería, al que hemos de modificar casi todo a partir del original de un dragón francés. Las botas también se modificaron, con la típica forma «a la húsar».

El trabajar con masilla Das Pronto siempre nos exige más tiempo de secado que algunas masillas bicomponente, aunque luego podamos recortar y lijar la pieza hasta la medida y aspectos deseados, aunque en piezas pequeñas o en zonas como los pliegues es complicado darles un acabado mas o menos fidedigno, o hemos de esperar un tiempo a que tenga un poco de consistencia la pasta para que sea más trabajable.

A la izquierda la figura del músico a partir de un kit de un soldado de la 2ª Guerra Mundial que era de la misma escala y además el añadido de tener una niña pequeña en su rodilla, con lo que únicamente tuvimos que modificar las botas, quitar el casco metálico de soldado y alguna variación más en el cuello del uniforme. A la derecha un momento de la elaboración de las figuras y la guitarra española, a partir de modelos del siglo XVIII. Siempre es agradable hacer en madera los instrumentos o el pequeño mobiliario, pero también es tiempo extra que hemos de añadir al conjunto. Las cuerdas las he realizado con hilo de coser negro, pegado con pegamento de cianocrialato, y no ha quedado del todo mal, aunque no perfectamente centrados en la guitarra.

Otro elemento es el carro tirado por la mula, que ha habido que hacer prácticamente de cero, con trozos de madera y DM y con tiras de lámina de estaño para los herrajes. Creo que al final ha quedado un poco más alta que en la lámina, aunque las que se puedan ver en algunos modelos de carros de romería actuales también son ciertamente altas. Como en algunos tramos hemos trabajado a marchas forzadas, las paredes del carro no estaban cortadas con el ángulo adecuado, por lo que ha habido que hacerlo a ojo, y darles una cierta simetría con la ayuda de un hilo pegado en la parte central de la base, como veis en la fotografía superior en la parte inferior izquierda. El mulo es un modelo de resina comprado en las típicas ferias navideñas y ha encajado casi perfectamente con la escala que requeríamos. Ha habido, como no, que añadir todas las partes para arrastrar el carro como la collera (la pieza que se sujeta al cuello, que vemos también en los tiros de caballos de artillería), la silla o la barriguera, la pieza que sujeta esta última al cuerpo del animal.

La base la teníamos con otra escena con figuras a escala de 54 mm. Desmontamos todas las figuras (otro proyecto para el futuro) y volvemos a rehacer el terreno con pasta de papel maché. Una vez seca, señalamos la ubicación aproximada de algunos elementos y el camino. La valla la hacemos con palitos que podemos encontrar en cualquier bosquecillo o camino arbolado. A veces somos reacio a introducir elementos naturales, pero salvo alguna excepción no hay mejor complemento para dar un aspecto «natural» a los dioramas o pequeñas escenas. En la foto superior, en la esquina inferior derecha tenéis la base prácticamente acabada. El material es una hierba, de dos tonos, de un kit ferroviario que tenía desde hace muchos años y que no había utilizado hasta ahora, y como no dejan de ser pequeños copos de espuma coloreados, el acabado no me ha acabado de satisfacer, aunque lo haya aplicado con el aparato para hierba estática. De hecho no me ha variado de haberlo aplicado con un simple colador. El camino y parte del terreno con Earth Texture de Vallejo, Tierra oscura, que le da un aspecto enfangado.

Hemos empleado una pequeña bombilla para el fuego de la escena, del modelo que vemos en la imagen superior. No habíamos utilizado ninguna iluminación hasta ahora en las escenas que hemos hecho y es un elemento que queremos utilizar más en el futuro. Esta bombilla en concreto era quizás demasiado grande y ha sido un problema encajarla en la base, pero el efecto final es bastante aproximado al que queríamos.

LA ESCENA

La escena finalizada, con el terreno que espolvoreamos finalmente con la nieve de Woodland Scenics, un excelente producto y que podemos aplicar solo o mezclado con pegamento blanco diluido, con acabado transparente.
Una imagen más cercana, con la bombilla disimulada por las ramitas.
Otra imagen del conjunto que nos permite ver el interior del carro, lleno de utensilios y sacos.
Una imagen cenital de la escena, con el acabado final del terreno y algunas ramas como árboles jóvenes.
La escena con dos perspectivas a una cierta altura. Hemos incluido también un pequeño perro y una cabra, también comprados en un mercadillo navideño. Los mercadillos de este tipo (y otros) siempre son una fuente de potenciales elementos para poder emplear y hay series de figuras navideñas de escalas similares a las que hemos empleado.
El efecto de la bombilla una vez encendida con la luz apagada. Era la idea original como acabado, pero se necesita otra luz para poder ver toda la escena más nítidamente. La foto está hecha sin flash, ya que este nos aclara demasiado la foto.
Una foto con una toma más cercana. Si no se tiene cierto pulso, no es mi caso, hay que utilizar un trípode para que la imagen no salga movida. El efecto es más convincente en la foto superior, ya que aquí parece una luz de posición fija. También depende del momento en que tiramos la foto, ya que la luz es un poco intermitente para dar el efecto del crepitar.

Fuentes:

1 – https://www.kulturwerte-mv.de/Landesarchaeologie/Fund-des-Monats/Bisherige-Beitr%C3%A4ge/2017-03-Spanische-Uniformkn%C3%B6pfe-%E2%80%93-Napoleonischen-Kriege/?fbclid=IwAR2kz4qQ8rpmr8s9GWl4fxALA00vPIvf2bZPkysx_odWc2kodyfZ_LK7GLY

2 – https://www.napoleon-series.org/military-info/organization/Spain/c_Suhrspanish.htm

Imágenes:

a – https://www.napoleon-series.org/military-info/organization/Spain/c_Suhrspanish.htm

b – Fotografías del autor

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