Miniatura. «Un alto en el camino. Hamburgo, 1807»

Tiempo de lectura: 15 minutos

Para dar la entrada a este nuevo año 2023 una escena con varias miniaturas de 120 mm, que hemos estado realizando estos días, y con un tema ya tratado con profusión en nuestro blog, en concreto el de La expedición a Dinamarca del Marqués de La Romana (1807-1808).

Hace unos 215 años una expedición de tropas españolas partió desde España e Italia rumbo a Dinamarca, al mando del Marqués de La Romana, siendo su cometido principal el de apoyar como aliados a las tropas francesas, aunque en realidad fuera el ser una fuerza de ocupación en el país nórdico. Lo singular de su expedición no fueron sus indecisos inicios o su desarrollo por los caminos de Centroeuropa, sino su repentino y forzado final, con la huida de la mayoría de su contingente en barcos ingleses con tintes de guión hollywoodiense, lo que le llevó a ser una de las epopeyas más singulares en que se vieron envueltas tropas españolas en la época napoleónica. 

Un primer plano de la escena, con los uniformes basados en la serie de los hermanos Suhr.

 

UN POCO DE HISTORIA

Oficiales de artillería del regimiento Extremadura. (a)

Como ya sabéis, los Tratados de San Ildefonso rubricados primero con el Directorio y luego por el Consulado franceses, y en concreto el de 1796, le dieron a Napoleón la oportunidad de confiscar el armamento que la corte de Madrid había reunido contra él, despojar a España de sus mejores tropas y al mismo tiempo dejar a Etruria, un enclave incómodo en el reino de Italia, también sin las tropas españolas que la reina había hecho entrar en lugar de las francesas. La petición fue enviada por despacho urgente al gobierno español el mes de marzo de 1807. La respuesta del gobierno español fue afirmativa, aunque provocó no pocas tensiones entre el valido Godoy y el rey Carlos IV. El primero era partidario de entrar en guerra contra Francia como respuesta a la petición, pero el rey finalmente se plegó a aceptar la petición. Finalmente, a pesar de algunos subterfugios que utilizaron para retrasar la marcha de las tropas demandadas, el Príncipe de la Paz envió un cuerpo expedicionario de unos 14.000 soldados a Alemania, al mando de D. Pedro Caro y Sureda, III Marqués de La Romana; asimismo se sumó al bloqueo continental contra Inglaterra, con el que Napoleón pretendía ahogar económicamente a un país cuya economía se basaba en el comercio; y no tuvo ningún escrúpulo en poner a la venta, previa autorización papal, una séptima parte del patrimonio de la Iglesia española para contribuir al esfuerzo militar francés.

Regimiento de infantería de Cataluña: mujer y músico. (a)

El primer punto de reunión de los españoles fue Hamburgo. En el verano de 1807, parte de ellos se utilizaron en el asedio de Stralsund, en Suecia. El otoño y el invierno siguientes los pasaron en Hamburgo y sus alrededores. Normalmente eran alojados en edificios civiles en poblaciones cercanas a la ciudad, como Stade, Rendsburg y Parchim, como era práctica común en ese momento. En todas partes despertaron el interés y el afecto de los residentes locales, a través de su apariencia exótica, pero también a través de su comportamiento comparativamente amistoso y modesto.

Los soldados españoles eran aficionados a tocar la guitarra y tenían por costumbre fumar cigarros en lugar de fumar en pipas de arcilla como sus homólogos europeos. Las tropas también eran aficionadas a los juegos de pelota, lanzamiento de jabalina, y también eran apasionados jugadores de cartas. Cuando pasaban por las calles en sus mulas en el que se sentaban con las dos piernas a un lado, acogían a los chicos que les seguían, y donde había niños pequeños nunca les molestaba dispensarles una caricia y jugar con ellos. En las ciudades, las bandas militares entretenían a los naturales en las plazas y los espacios abiertos.

Cuando el invierno de 1807-08 llegaba a su fin, el Cuerpo La Romana recibió órdenes de pasar a Dinamarca, comenzando un nuevo capítulo lleno de acontecimientos en su historia. [1]

LA ELABORACIÓN DE LA ESCENA

Soldado del regimiento Guadalajara junto a un carro tipo «tartana» con la familia de un oficial. (a)

Para la escena hemos partido de varias premisas: tenía que transcurrir a finales de otoño o principios de invierno en Alemania, con lo que el paisaje estaría nevado aunque moderadamente, tenía que haber una figura femenina junto con un carro tirado por una mula, algun animal doméstico y algunos de los soldados que participaron en la expedición tomando como modelo algunas de las estampas dibujadas y pintadas por los hermanos Suhr.

Cornelio y Cristobal Suhr eran dos hermanos que publicaron una serie de ilustraciones en la década de 1820 en un libro llamado «Abbildung der Uniformen aller in Hamburg seit den Jahren 1806 bis 1815 einquartirt gewesener Truppen» («Ilustración de los uniformes de todas las tropas alojadas en Hamburgo desde 1806 hasta 1815») [2], y que a lo largo de todos estos años han tenido una gran difusión.

Los modelos de soldados napoleónicos a esta escala de 120 mm (1:15) cada vez son más escasos de encontrar y casi siempre hay que pedirlos generalmente por Internet, generalmente de las marcas Verlinden o MiniArt. Otro problema añadido es la práctica ausencia de soldados u oficiales españoles a esta escala, por lo que hay que elaborarlos a partir de piezas y modelos de otros países. Tampoco hay que desdeñar la época, si nos conviene, ya que el músico que sostiene a una niña está hecho a partir de una figura de un soldado americano de la 2ª Guerra Mundial.

Por lo tanto mucha utilización de masilla de dos componentes para unir piezas o modificar los uniformes y en algunas partes con masilla Das Pronto que en algunas partes nos puede resolver la papeleta por su ductilidad a la hora de trabajarla, aunque el acabado final difiera del de la resina. También la escena nos ha servido para darle salida a una serie de piezas clonadas de originales que es otra de las salidas que tenemos debido a la escasez de modelos, aunque el resultado final no sea muchas veces muy pulido.

Modelo a partir de unas piezas clonadas de mujer y de cantinera francesa.
El oficial de artillería, al que hemos de modificar casi todo a partir del original de un dragón francés. Las botas también se modificaron, con la típica forma «a la húsar».

El trabajar con masilla Das Pronto siempre nos exige más tiempo de secado que algunas masillas bicomponente, aunque luego podamos recortar y lijar la pieza hasta la medida y aspectos deseados, aunque en piezas pequeñas o en zonas como los pliegues es complicado darles un acabado mas o menos fidedigno, o hemos de esperar un tiempo a que tenga un poco de consistencia la pasta para que sea más trabajable.

A la izquierda la figura del músico a partir de un kit de un soldado de la 2ª Guerra Mundial que era de la misma escala y además el añadido de tener una niña pequeña en su rodilla, con lo que únicamente tuvimos que modificar las botas, quitar el casco metálico de soldado y alguna variación más en el cuello del uniforme. A la derecha un momento de la elaboración de las figuras y la guitarra española, a partir de modelos del siglo XVIII. Siempre es agradable hacer en madera los instrumentos o el pequeño mobiliario, pero también es tiempo extra que hemos de añadir al conjunto. Las cuerdas las he realizado con hilo de coser negro, pegado con pegamento de cianocrialato, y no ha quedado del todo mal, aunque no perfectamente centrados en la guitarra.

Otro elemento es el carro tirado por la mula, que ha habido que hacer prácticamente de cero, con trozos de madera y DM y con tiras de lámina de estaño para los herrajes. Creo que al final ha quedado un poco más alta que en la lámina, aunque las que se puedan ver en algunos modelos de carros de romería actuales también son ciertamente altas. Como en algunos tramos hemos trabajado a marchas forzadas, las paredes del carro no estaban cortadas con el ángulo adecuado, por lo que ha habido que hacerlo a ojo, y darles una cierta simetría con la ayuda de un hilo pegado en la parte central de la base, como veis en la fotografía superior en la parte inferior izquierda. El mulo es un modelo de resina comprado en las típicas ferias navideñas y ha encajado casi perfectamente con la escala que requeríamos. Ha habido, como no, que añadir todas las partes para arrastrar el carro como la collera (la pieza que se sujeta al cuello, que vemos también en los tiros de caballos de artillería), la silla o la barriguera, la pieza que sujeta esta última al cuerpo del animal.

La base la teníamos con otra escena con figuras a escala de 54 mm. Desmontamos todas las figuras (otro proyecto para el futuro) y volvemos a rehacer el terreno con pasta de papel maché. Una vez seca, señalamos la ubicación aproximada de algunos elementos y el camino. La valla la hacemos con palitos que podemos encontrar en cualquier bosquecillo o camino arbolado. A veces somos reacio a introducir elementos naturales, pero salvo alguna excepción no hay mejor complemento para dar un aspecto «natural» a los dioramas o pequeñas escenas. En la foto superior, en la esquina inferior derecha tenéis la base prácticamente acabada. El material es una hierba, de dos tonos, de un kit ferroviario que tenía desde hace muchos años y que no había utilizado hasta ahora, y como no dejan de ser pequeños copos de espuma coloreados, el acabado no me ha acabado de satisfacer, aunque lo haya aplicado con el aparato para hierba estática. De hecho no me ha variado de haberlo aplicado con un simple colador. El camino y parte del terreno con Earth Texture de Vallejo, Tierra oscura, que le da un aspecto enfangado.

Hemos empleado una pequeña bombilla para el fuego de la escena, del modelo que vemos en la imagen superior. No habíamos utilizado ninguna iluminación hasta ahora en las escenas que hemos hecho y es un elemento que queremos utilizar más en el futuro. Esta bombilla en concreto era quizás demasiado grande y ha sido un problema encajarla en la base, pero el efecto final es bastante aproximado al que queríamos.

LA ESCENA

La escena finalizada, con el terreno que espolvoreamos finalmente con la nieve de Woodland Scenics, un excelente producto y que podemos aplicar solo o mezclado con pegamento blanco diluido, con acabado transparente.
Una imagen más cercana, con la bombilla disimulada por las ramitas.
Otra imagen del conjunto que nos permite ver el interior del carro, lleno de utensilios y sacos.
Una imagen cenital de la escena, con el acabado final del terreno y algunas ramas como árboles jóvenes.
La escena con dos perspectivas a una cierta altura. Hemos incluido también un pequeño perro y una cabra, también comprados en un mercadillo navideño. Los mercadillos de este tipo (y otros) siempre son una fuente de potenciales elementos para poder emplear y hay series de figuras navideñas de escalas similares a las que hemos empleado.
El efecto de la bombilla una vez encendida con la luz apagada. Era la idea original como acabado, pero se necesita otra luz para poder ver toda la escena más nítidamente. La foto está hecha sin flash, ya que este nos aclara demasiado la foto.
Una foto con una toma más cercana. Si no se tiene cierto pulso, no es mi caso, hay que utilizar un trípode para que la imagen no salga movida. El efecto es más convincente en la foto superior, ya que aquí parece una luz de posición fija. También depende del momento en que tiramos la foto, ya que la luz es un poco intermitente para dar el efecto del crepitar.

Fuentes:

1 – https://www.kulturwerte-mv.de/Landesarchaeologie/Fund-des-Monats/Bisherige-Beitr%C3%A4ge/2017-03-Spanische-Uniformkn%C3%B6pfe-%E2%80%93-Napoleonischen-Kriege/?fbclid=IwAR2kz4qQ8rpmr8s9GWl4fxALA00vPIvf2bZPkysx_odWc2kodyfZ_LK7GLY

2 – https://www.napoleon-series.org/military-info/organization/Spain/c_Suhrspanish.htm

Imágenes:

a – https://www.napoleon-series.org/military-info/organization/Spain/c_Suhrspanish.htm

b – Fotografías del autor

Miniatura. «Fourrager en compagnie. 1811»

Tiempo de lectura: 15 minutos

Casi acabando este mes de noviembre, volvemos al ámbito de las miniaturas militares, con esta escena de un jinete de la afamada unidad de los granaderos a caballo de la Guardia Imperial francesa, y su perro, que vadean un rio viniendo de forrajear y procurarse algo de caza como sustento. Los granaderos a caballo de la Guardia intervinieron en varios escenarios durante el periodo consular e Imperial, como Italia, Alemania, Chequia, España, Rusia, Austria, Francia y en la campaña de los 100 días.

«[Para su invasión de suelo español], en diferentes etapas, la Guardia marchó hacia Burdeos y Bayona en febrero de 1808. Los destacamentos estaban compuestos por dos batallones de cazadores a pie (1.200 hombres) comandados por el general Friederichs, seis cañones, los lanceros polacos, más un escuadrón de cazadores a caballo, granaderos a caballo y dragones. Además de estos escuadrones, cada uno con una dotación de 200 hombres, la columna incluía 160 Gendarmes de Élite.

Tras la fulgurante campaña, Napoleón regresó a París a toda prisa, ordenando a su Guardia que lo siguiera (aunque cada regimiento de caballería, excepto los Lanceros polacos, debía dejar un escuadrón o dos compañías en España). Desde principios de marzo de 1809, los destacamentos de la Guardia partieron de España en grandes columnas hacia Francia, donde fueron equipados nuevamente y, después de un breve descanso, se desplazaron hacia Alemania.»2

LA ELABORACIÓN DE LA ESCENA

EL MOTIVO: UN JINETE VADEANDO UN RIO

Obra de Frank McCarthy

Hace tiempo que vi una original viñeta de un abanderado federal americano vadeando un curso de agua. obra del artista norteamericano Frank McCarthy y me surgió la idea de adaptarlo a la época napoleónica, también con un jinete a caballo. Primero pensé en un garrochista español, luego en un lancero francés o un cosaco ruso. Finalmente opté por una figura de granadero a caballo de la Guardia Imperial francesa, basado en una imagen del artista y recreador ruso Alexei Temnikov, con un granadero caminando al lado de su caballo, fumando tranquilamente su pipa, viniendo probablemente de labores de forrajeo. Otro de los motivos era tratar una unidad famosa en la épica napoleónica, los Grenadiers-a-cheval de la Garde, que se hicieron conocidos por su austeridad y comportamiento altivo.

Obra de Alexei Temnikov

El resto del ejército francés los apodó «Los Gigantes», «Los Dioses» o simplemente «Los Tacones Altos» (por sus botas altas). En 1805 en Austerlitz derrotaron a la caballería de la Guardia del Zar. En 1807 en Eylau estuvieron bajo el fuego contunuado de 60 cañones rusos, cuando su comandante, el general Lepic, notó que algunos de sus soldados esquivaban los proyectiles. «¡Las cabezas erguidas, por Dios!», gritó, «¡Esas son balas, no zurullos!». Pocos momentos después, cargaron contra los rusos. (Chandler – «Las campañas de Napoleón «)1.

Como en cualquier tema histórico que uno quiera elegir, lo primero es intentar asesorarse sobre el uniforme en concreto que queramos. Para ello hay varias publicaciones en inglés y francés que tratan sobre esta unidad y que nos han sido de ayuda a la hora de escoger la versión final.

Por ejemplo, el uniforme que dibuja Temnikov correspondería al periodo aproximado de 1806-09 y el que yo he elegido correspondería a un periodo posterior para un uniforme de marcha, 1810-1813, aunque con las salvedades que uno quiera establecer. Básicamente yo me he basado en tres publicaciones bastante conocidas, cuyas referencias tenéis en el apartado final de Fuentes:

LAS FIGURAS Y EL MODELADO DEL AGUA

El proceso de montaje de las figuras comienza con el caballo, del que aproveché un cuerpo clonado que hice hace tiempo con resina de dos componentes. El acabado no es muy pulido, pero con papel de lija de grano fino, se pueden afinar las impurezas y resaltes menores y con un cutter las más exageradas y rellenando con masilla los pequeños agujeros que surgen a veces con el proceso de fraguado. Las piernas del jinete también provienen de un clonado de otra figura. Para el resto de las piezas aprovecho un kit de dragón a caballo a escala 1:15 de la marca MiniArt, ya que el uniforme es similar en su parte anterior y en la parte posterior solo hay que hacer algunas modificaciones con masilla.

La silla y manto del caballo se han de hacer prácticamente de cero. Con masilla Das Pronto elaboramos el manto que va debajo de la silla y que incorpora una protección en negro para el rozamiento de las piernas. Como los trajes de las unidades de la Guardia Imperial solían ser más elaborados, el manto de la silla no es una excepción, con una franja doble que lo bordea, siendo la exterior un poco más delgada que la interior. Con masilla de dos componente de la marca Tamiya realizamos la silla de cuero, que llevaba unos topes sobresaliendo en la parte anterior y posterior en color blanco para un mejor agarre del jinete a la silla. Por su parte, el uniforme del jinete lleva unas palas o barras diferentes de las de los dragones de línea de la figura original, por lo que hay que corregirlas con masilla y añadiendo los tres botones que las vestían. El «bonnet de police» o la gorra de servicio del jinete también la elaboramos en dos partes con masilla, dejando que endurezca primero la parte inferior para poderle dar la forma adecuada a la parte superior que iba encajada dentro formando la típica forma sobresaliendo.

En la imagen superior ya en una etapa posterior, hemos añadido la cabeza al cuerpo, para pintar generalmente se suelen pintar por separado, uniéndolas luego, pero como la cabeza provenía de otro kit, el encaje era irregular, por lo que opté por unirlos de inicio, cubriendo los huecos con masilla y que no fuera un problema para unirlos luego. También hubo que variar la cartuchera del jinete y parte de su correaje, ya que los del original son más toscos, con la granada de los dragones, y no contempla el sistema de sujección, que tratamos de rehacer con alambre y masilla. También el símbolo central de la granada varía por una placa en forma de rombo, con tres estrellas y un motivo central. Añadimos también la coleta recogida que solían llevar los jinetes de estas unidades.

Para poder imprimar y pintar posteriormente tanto la cabeza como el resto del uniforme, «fabricamos» una peana con una pequeña base de DM que podamos apoyar en la mesa de trabajo y que podamos aprovechar en un futuro. Para engancharla a la peana la pegamos con algunos puntos de silicona en caliente con una pequeña pistola. Hay que tener la precaución de no pasarse con la cantidad y que no sea luego un problema para poder extraer fácilmente la figura luego, y no tengamos que hacer más fuerza de la necesaria que podría dañar la pieza, sobre todo si lleva elementos añadidos. En algunos casos también podemos poner unas gotas de pegamento rápido, pero con la misma precaución.

Otros elementos que habremos de añadir como la espada con el motivo de la granada en la empuñadura, las bolsas de las pistolas, un conejo cazado y colgado de la silla a partir de sobrantes de resina y una cantimplora. En la parte superior derecha de la imagen la figura y el caballo prácticamente acabados de pintar, a falta de algunos retoques. Me interesaba darle un aspecto de desgastado o sucio, se supone que nuestro jinete está forrajeando por campos, pero hay que ser cuidadoso con los acabados y a mí aún no me acaban de quedar del todo correctos, en nuestro caso el simular el polvo o la suciedad del uniforme… con el tiempo espero que salgan mejor.

También comenzamos a elaborar el curso de agua de la base, para lo cual optamos por la siempre recomendable masilla Das Pronto blanca, marcando el espacio para las figuras y rallando la base para que tenga una mejor adherencia. No está de más barnizar la base previamente (en bases tan gruesas no suele haber problemas, pero si la base es muy fina, corremos el peligro que se nos pueda curvar ligeramente si está muy húmeda por el proceso de modelado con la masilla, al incorporar agua). Lentamente vamos conformando las formas de las olas y en su encuentro con las figuras, para dar la sensación de avance. Nos podemos basar en fotografías o vídeos para tener una idea del movimiento aproximado del agua con el avance del caballo y del perro que añadimos como fiel acompañante de nuestro jinete.

Ya con las figuras del jinete y caballo prácticamente acabadas (siempre las pulverizo con barniz mate, aunque podría ser brillante para el cuerpo del caballo) con pinturas acrílicas de Vallejo Model Color y en algunas áreas de Citadel. Con las figuras de caballos en negro siempre es un reto el pintar las luces y reflejos y en ocasiones ni los he pintado para no pasarme con el efecto. En este caso hemos aplicado pincel seco con mezcla de beige y negro primero y luego solo blanco para los trozos más iluminados. La masilla del curso de agua una vez seca, la hemos pintado con una mezcla de verde, amarillo, rojo y toques de azul. Quería un tono más oscuro, pero como mezclando colores y más sin experiencia es fácil pasarse y luego no hay vuelta atrás, lo hemos dejado con este tono final. El brillo del agua con pinceladas de Vallejo Still Water en dos capas, un método que he visto en algún video con bastante buenos resultados, y las salpicaduras con Vallejo Effects Water Acrylic en dos pasadas también. Este último producto transparenta cuando se seca por lo que a veces hay que darle unos toques de pintura blanca para aumentar la sensación de salpicadura del agua. Finalmente, la figura de la cabeza del perro de marmolina, y cortada del cuerpo. No es exactamente la escala, de la figura pero es lo que había más a mano.

LA ESCENA


1https://www.napolun.com/mirror/web2.airmail.net/napoleon/IMPERIAL_GUARD_cavalry_1.html

– – – – – o – – – – –

Fuentes:

1 – «Grenadiers à Cheval de la Garde Imperial» – Michael Head, Almark, 1978; 1st edición (1 Enero 1978)

2 – «Mounted Grenadiers of the Imperial Guard» – Ronald Pawly . Illustrated by Patrice Courcelle – Men-at-Arms • 456, Osprey Publishing Ltd., 2009

3 – «Officers and Soldiers of the French Imperial Guard 2. Cavalry, 1804-1815» – André Jouineau y Jean-Marie Mongin, Histoire&Collections, 2003

Imágenes:

a – https://dyn1.heritagestatic.com/lf?set=path%5B6%2F0%2F7%2F5%2F6075912%5D&call=url%5Bfile%3Aproduct.chain%5D

b – Obra de Alexei Temnikov, imagen extraída de FB.

Miniatura. «El Puente de los Diablos, Salamanca, 1812».

Tiempo de lectura: 12 minutos

Esta semana os traemos otra escena basada en la Guerra de Independencia, con un encuentro entre una unidad de infantería ligera, los Tiradores de Castilla, y un piquete del 3º de húsares francés, que en mayo de 1812 formaba parte con dos escuadrones de la división de caballería ligera del Ejército de Portugal al mando del general Curto. La acción, totalmente ficticia, tiene como trasfondo el singular Puente de los Diablos o de las Brujas, situado a unos 25 kilómetros de Salamanca.

LA ELABORACIÓN DE LA ESCENA

EL MOTIVO: EL PUENTE DE LOS DIABLOS

El puente de los Diablos o de las Brujas se localiza en la provincia de Salamanca, en la pedanía de Porqueriza, a tres kilómetros de la localidad de La Mata de Ledesma. Está construido en piedra granítica y su origen es posiblemente medieval. Cuenta con dos ojos irregulares y unos sillares de gran tamaño. Su estado de conservación es bastante bueno y pudo formar parte del camino o calzada de la ruta entre Salamanca y Yecla de Yeltes. [1 y 2]

Foto del puente de Los Diablos (Porqueriza, Salamanca) (a)

LA BASE

Hacemos una primera composición de la probable ubicación de las figuras. Podrían parecer demasiadas figuras en un principio para una base relativamente pequeña, pero me interesaba dar la sensación de choque de la caballería con varias figuras y los infantes intentando defenderse de la agresión. Los kits de la marca Italeri son bastante sencillos, no están muy elaborados, y a menudo se limitan a duplicar las piezas en sus posiciones básicas, con lo cual el repertorio de posiciones de las figuras queda bastante reducido, y si queremos hacer alguna variación en las posturas habrá que hacer los consabidos retoques, cortando y modificando piezas con masilla.

La base de madera tiene unas dimensiones aproximadas de 35×16 cm. Realizamos primero la estructura del puente de piedra con arcilla común de modelar sobre una base de madera (aquí el problema no es que se fisure la pieza ya que tiene un buen grosor, sinó que se separe de la base de madera una vez seca, pero pegando los trozos sueltos después con cola se resuelve con facilidad). Fijamos el trozo de puente a la base pegándola con cola blanca de impacto transparente (vigilar la verticalidad antes de pegar) y luego pasamos a realizar las curvas de nivel del terreno con láminas de corcho de 2/3 mm, que dan un buen resultado, ya que otras veces había hecho las pendientes del terreno con poliestireno extrusionado. Con papel maché conformamos el terreno en pendiente y una vez seco aplicamos una capa de Vallejo Earth Texture y pintamos el tramo del puente, el terreno y la base del curso de agua.

El agua del riachuelo la realizamos con resina epoxídica de dos componentes, que cristaliza en 24-48 horas, con un espesor de unos 5-7 mm. Una vez seca la resina, añadimos en superficie una capa de Water Textur Acrylic, de Vallejo, para dar la sensación de movimiento del agua y finalmente añadimos Still Water Acrylic, también de Vallejo impregnando trozos de algodón para las salpicaduras del agua de los caballos, recurso que hemos utilizado en otras figuras.

La vegetación la hemos añadido a medida que ubicábamos las figuras, para que no estorbaran a estas en su posición final. La vegetación en este tramo del puente, según las fotografías que hemos consultado por Internet, es más bien escasa, ya que el terreno es básicamente de piedra, por lo que no va más allá de algo de hierba o musgo y algunos arbustos pequeños.

LAS FIGURAS

Como ya hemos comentado, las figuras son de la marca italiana Italeri, a escala 1:32. En el caso de los húsares del 3r regimiento (creado como Esterhazy en 1764, y renombrado como 3er regimiento en 1791) aprovechamos un kit de húsares de esta marca, a la que hacemos algunas correcciones como el número del regimiento tanto en el portapliegos del jinete como en las maletas de equipaje, con masilla de dos componentes de Tamiya, y añadimos algunos elementos pintados como el petral con el distintivo corazón de los caballos.

Una de las «singularidades» de este regimiento es el color de su uniforme, que se denomina oficialmente Gris Argentino (Gris Argentin). En la película de Los Duelistas, vemos que el húsar del 3er regimiento que interpreta Keith Carradine lleva un uniforme grisáceo tirando un poco a azul, mientras que Jouineau en su libro propugna que el Gris Argentino era en realidad mucho más azulado que grisáceo, por lo que hemos pintado a los jinetes siguiendo dicha pauta, con un azul un poco más claro, quizás por el desgaste del uso en campaña. La versión que hemos elegido finalmente es la que Jouineau nos muestra en su libro [3], según una lámina de A. Martinet, de 1808.

El 8 de septiembre de 1808, el VI Cuerpo recibió orden de ir a España y fue reunido en un campamento cerca Dresde, para dirigirse a Maguncia y de allí a Bayona, cerca de unos cien días para hacer el camino. En los primeros días de noviembre el 6º Cuerpo estaba en Vitoria. El general Lagrange, reforzado con la caballería ligera del general Colbert (3º de húsares y 15º de cazadores), fue enviado a Logroño sobre el Ebro. El 3º de húsares tomó parte en diferentes acciones en la península englobado en el ejército de Portugal, de 1808 a 1813: Tudela (1808), Cacabelos, collado de Baños, Tamames y Alba de Tormes (1809), Ciudad-Rodrigo, La Concepción, Almeida, Busaco, Leiria y Alcoluto (1810), Redinha y Fuentes de Oñoro (1811), Los Arapiles (1812) y Vitoria (1813). [7 y 8]

Tirador de Castilla

Los Tiradores de Castilla, fue una unidad española creada en 1808 a partir de soldados regulares que se habían separado de sus regimientos, que se encuadraban como compañías de tiradores en los Tercios o batallones creados a partir de las levas de las juntas de armamento y defensa. Las compañías de tiradores junto con otros soldados veteranos del ejército regular pasaron a formar el denominado Batallón de Infantería Ligera Tiradores de Castilla de a 4 compañías, cuyo comandante era el capitán José Pirez. [5]

Durante la Guerra de Independencia el batallón tuvo diferentes asignaciones: con la división de vanguardia del MC (Mariscal de Campo) Duque de Albuquerque, con unos efectivos en servicio de 205 jefes y oficiales y 666 soldados (11/01/1809), con la 2ª división en el ejército del Centro del MC Carlos O’Donnell (15/06/1810 y 1/09/1810), con la 2ª división del 5º ejército del MC José Virues (01/02/1811), con la 3ª división del 5º ejército del MC Carlos de España (1/10/1811, enero de 1812, 1/11/1812), con la 2ª división del 4º ejército del MC Carlos de España (diciembre de 1813) y en enero de 1814 seguiría en la 2ª división del 4º ejército con unos efectivos de 872 hombres. [6] Como dato destacado el 22 de julio de 1812 formaron parte de las tropas aliadas con la división de Carlos de España en la famosa batalla de Los Arapiles o de Salamanca para los británicos.

Para nuestra escena hemos tomado un kit de Italeri del famoso 95º regimiento ligero británico también conocido como Green Jackets. El uniforme es bastante parecido excepto en algunos elementos y el armamento, pero nos encajaba relativamente bien con la imagen del soldado de dicha unidad. Comentar también que existe una asociación histórica que recrea dicha unidad, la Asociación Histórico Cultural Salamanca 1812, con un blog y página de Facebook propios, de la que hemos extraído parte de la información que aquí os mostramos.

Los caballos con sus húsares en la parte inferior. Faltaban aplicar algunas sombras en los pliegues de los uniformes de las figuras que hicimos posteriormente con tintas de Vallejo.
La escena casi acabada, faltan los árboles y el efecto de chapoteo de los caballos.

LA ESCENA

Perspectiva de la escena. En la realidad el terreno es más rocoso del que se muestra aquí.
Conjunto de le escena desde una vista frontal.
La escena desde una vista cenital. La base en sus laterales está repintada con esmalte negro, ya que el marco original había quedado bastante desgastado por todo el proceso. Normalmente se protege con cinta de carrocero, pero ya con la idea de repintar, lo dejamos estar.
Una vista desde el arco del puente del puente para ver al jinete francés cayendo por efecto del disparo.
La posición no la variamos de la original del molde.
Una vista frontal ampliada. El efecto con el algodón y el Still Water de Vallejo me ha gustado relativamente, ya que con escalas mayores el efecto parece más verosímil…
Una vista desde el lateral
Desde el lateral contrario…
La vista lateral más cercana, lo que nos ha difuminado ligeramente las figuras en primer término.
Un tirador intentando escapar del jinete, aunque su suerte parece echada…

Fuentes:

1 – https://www.lagacetadesalamanca.es/hemeroteca/puente-diabolico-salamanca-FTGS253521

2 – https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-mata-de-ledesma-puente-de-los-diablos-salamanca-3799709/photo-1774721

3 – «Officers and Soldiers of the French Hussars. 2. From the 1st to the 8th Regiment 1804-1812» – André Jouineau, Histoire&Collections, 2006

4 – https://tiradoresdecastilla.wordpress.com/

5 – https://m.facebook.com/TiradoresdeCastilla/posts/100596258844370/

6 – «Esplicación del cuadro Histórico-cronológico de los movimientos y principales acciones…» – Sección de Historia Militar, Barcelona, 1822

7 – https://www.napoleon-series.org/military-info/organization/c_hussars.html#3rd

8 – «Historique du 3e Régiment de hussards de 1764 à 1887: d’après les archives du corps, celles du dépôt de la guerre et […] – Raoul Dupuy, Alphonse Piaget Ed., Paris, 1887

Imágenes:

a – https://es.wikiloc.com/rutas-senderismo/la-mata-de-ledesma-puente-de-los-diablos-salamanca-3799709/photo-1774721

b – https://scontent-mad1-1.xx.fbcdn.net/v/t1.6435-9/175682359_100584492178880_3189248139406001303_n.jpg?stp=cp0_dst-jpg_e15_fr_q65&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=8024bb&efg=eyJpIjoidCJ9&_nc_ohc=KcE36kfTzDYAX9rcJnH&_nc_ht=scontent-mad1-1.xx&oh=00_AT-l-HW_cM0IxUuQtxbpAX42Mz_PatdFrVKzsWM-RDAdhQ&oe=6366673F

Miniatura. «Lubeck, 1806. Joy of being alive»

Tiempo de lectura: 10 minutos

La película de «Los Duelistas» (1977), de Ridley Scott, trasladando a la pantalla la novela de Joseph Conrad, ha sido unánimemente alabada por su fidelidad en la recreación de la época napoleónica, sus ajustadas interpretaciones, la reproducción del vestuario y los uniformes así como la coreografía de las luchas con espada. En su momento ya tratamos sobre la película en nuestro blog, por lo que quisimos reproducir tan solo un momento concreto de la misma, la escena del duelo a caballo, que se desarrolla en una arboleda entre la bruma matinal con un almuerzo campestre de los curiosos asistentes como peculiar telón de fondo. Al final, por cuestiones de composición de la escena y las figuras, optamos por una imagen posterior a la del duelo a caballo, aquella donde el personaje del húsar Armand d’Hubert (interpretado por Keith Carradine), saliendo vencedor del duelo y viendo una carreta atravesada en el camino de vuelta decide saltar por encima de ella, con gran fastidio de la gente que la estaba reparando y que se había tenido que apartar precipitadamente de la acometida del jinete.

Esos raros momentos en la vida en que la alegría de sentirse vivo nos da una subida de adrenalina aunque sea para hacer una pequeña o gran locura. 

LA ELABORACIÓN DE LA ESCENA

Partimos de unas figuras y partes de kits de las marcas Historex y Nemrod, en concreto un cazador a caballo de la Guardia, un oficial, un paisano con sombrero y un chico. Hasta el momento no había trabajado con figuras de Historex o Nemrod, a pesar de ser una marca de referencia en figuras del Primer Imperio: tienen unos kits casi ideales, con mucha variedad en poses y recambios de figuras, caballos y accesorios con gran detalle en los acabados, a una escala similar a 1:32 o un poco mayor.

La figura del cazador nos sirvió prácticamente toda, excepto la pelliza (la chaqueta típica de los húsares) que tuvimos que hacerla de nuevo –excepto una de las mangas- con masilla bicomponente (en este caso de Tamiya).  Comentar que el cuello de la chaqueta está demasiado ajustado, por algunas reproducciones y la propia película, la caída de la prenda era mucho más abierta y alejada del cuello, aunque el kit de Historex original que utilicé para otra figura tampoco difería demasiado. También hubo que variar el ángulo de las rodillas, más cerrado, ya que el jinete se abate en dirección al cuello del caballo cuando realiza el salto. Uno de los paisanos, con sombrero y barba, es original de Nemrod sin ninguna modificación; el otro paisano era de origen un oficial con bicornio de Historex, que reconvertimos al paisano que sostiene la rueda del carro, y el chico que observa la escena està hecho con masilla y alma de alambre, recortando una cara de otro kit de Historex. 

El caballo también es de Historex ensamblando partes de otros kits para reflejar la acción del salto. También está modificado con masilla Tamiya y con la mantilla del cazador a caballo de la que aprovechamos solo la mitad trasera, ya que en la escena de la película no se aprecian en la parte delantera las pistolas de arzón.

Para reproducir el carro que aparece en la escena, adquirimos en su momento un kit de carro de granjero de la 2ª Guerra Mundial de la marca ucraniana Masterbox. De hecho poca cosa pudimos aprovechar: por lógica, un carro de granja casi 150 años posterior a la época que tratamos, poco tendrá que ver en su estructura, mecanismo de giro y herrajes, con un carro de principios del s. XIX. Por lo que a excepción de los cubos de las ruedas y los ejes con los montantes verticales que parten de ellos, el resto de piezas se han hecho aparte, con trozos de maderitas y DM. El DM lo utilizamos para la base del carro, ya que prácticamente queda casi oculto por la carga y la base del carro del kit era mucho más corta que la que necesitábamos.

El cargamento (trigo?) que lleva el carro son simplemente hilos sintéticos amarillos cortados de una cabeza de escoba, que se asemejaba por el tono. Quizás tendrían que haber sido más estrechos o cortados más cortos, darles alguna tonalidad marrón, pero lo que me interesaba sobre todo era que diera sensación de volumen y desorden. Otro reto ha sido el que quedaran más o menos sujetos a la base y paredes del carro, proyectando una mezcla de pegamento y agua, la solución usual, pero en varias fases a medida que iban aumentando las capas. Con todo hay trozos que han quedado sin sujetar por temor a que la proyección del pegamento aguado nos arruinase la pintura del carro.   

La base redonda de madera barnizada se adquirió en una tienda de bellas artes y debe ser de las pocas ocasiones que he optado por no tener que barnizarla yo, por lo que en esta ocasión el acabado final es bastante mejor. Para el terreno realizamos parte de un camino con  masilla Das Pronto, aunque el trozo semihundido por el paso de los carros quizá nos quedó demasiado pronunciado comparando con el de la escena de la película.

La hierba iba a ser pegada electrostáticamente, que hubiera sido quizás la mejor solución, pero recordé que me quedaban unos trozos de hierba comercializada de un paño cuadrangular para maquetas ferroviarias que quedan muy realistas en su acabado, por lo que opté por esta segunda opción. No la había utilizado hasta ahora y como tenía pocos trozos, opté por colocarla solo en los trozos en los que había hierba. El acabado final no me ha satisfecho porque se ve como un acabado de moqueta, a pesar de tapar los laterales con restos de la misma hierba. Creo que he visto algún video en YouTube donde forraban todo el terreno con este tipo de hierba y hacían pasar el terreno del camino por encima, y seguramente hubiera quedado mejor, por lo que para otra vez (si la hay) ya se como no hacerlo.

El pintado del camino de la base, figuras y caballo con acrílicos de Vallejo y Americana. Los paisanos poco secreto tienen, con tonos preferentemente marrones y grises. El húsar interpretado en la película por Keith Carradine, lleva un uniforme que por sus colores correspondería al de un oficial del 3º regimiento de húsares. Los uniformes de este regimiento eran de un color denominado Gris Argentino, que algunos interpretan (Jouineau en sus libros de uniformes de 1804-12 sobre los húsares) que tenía más de color azul que de color gris que es el que semeja en la película, por lo que he optado por un gris que pudiera tener un tono más azulado y oscuro, aunque siempre es complicado obtener colores que se ven en la pantalla de un ordenador o en un libro comparándolos con los tonos de pintura comercializados y, sobre todo, finalmente cuando la pintura se ha secado en la figura. Obviamente se pueden hacer mezclas entre colores, pero siempre entramos en el terreno del ensayo-error y las tonalidades, en definitiva, también dependen de los (buenos o malos) ojos con que se perciban.

LA ESCENA

   

Miniatura. «Alrededores de Aspern, mayo de 1809»

Tiempo de lectura: 10 minutos.

EL PROCESO

El emperador y su Estado Mayor (Myrbach)

La idea para montar esta escena partió de una viñeta del famoso pintor e ilustrador austriaco Felician Myrbach, que reproduce un momento en el que Napoleón se encuentra con su Estado Mayor en una fábrica de ladrillos de la época. La ubicación del lugar en concreto la podéis situar en el contexto del campo de batalla de Aspern-Essling gracias a un mapa del excelente blog “Obscure Battles”

La batalla de Aspern-Essling ha tenido una gran significación en la época napoleónica por ser la primera batalla en la que Napoleón era derrotado como emperador estando en el campo de batalla, en el transcurso de una más que irregular campaña de las tropas imperiales en tierras bávaras y austríacas que podéis rememorar, por una parte, con la interesante conferencia de Jonathan Abel que tratamos hace escasos meses en el blog, y por otra parte con la apreciable lectura de «La Batalla», la encomiable novela histórica que Patrick Rambaud dedicó a esta cruenta batalla y a la que le dedicamos también una entrada en su momento. 

La base y estructura iniciales, que fueron desechadas, aunque pudimos aprovechar los trozos del muro.

El pensamiento inicial era aprovechar una base octogonal reconvertida, que había hecho hace tiempo a partir de una tabla redonda de madera. La base tenía la ventaja de agrupar la escena y las figuras con el centro en la figura de Napoleón, más o menos como la escena de Myrbach. El problema es que los muros también se habían de adaptar a la base octogonal (que no quedaba muy realista), o hacer solo una parte más pequeña, por lo que en pleno proceso de construcción de los muros deseché finalmente la idea. El muro tenía que ser el que configurase la dimensión de la escena, así que volviendo a un terreno más tradicional, nos apoyamos en una base rectangular de DM de 3 mm (lo que nos provocaría un problema a posteriori debido a su escaso grosor). 

En la parte superior la base con una disposición inicial de las figuras. El horno iba a ser redondo y con un muro perpendicular más extendido. La pequeña estructura que utilizamos para realizar los ladrillos (alrededor de unos 400) con la clásica arcilla para manualidades.

El kit de las figuras es la referencia 6872 de la marca Italeri, a escala 1:32, a la que añadimos un par de figuras modificadas de otro kit de la misma marc y un mameluco también modificado de la marca Almirall Palou. Todas las figuras son de resina, menos el mameluco que es de metal. Los kits de la casa italiana Italeri tiene la ventaja de tener figuras a 1:32 (aunque cada vez más escasas, ya que la marcas se decantan por el 1:72 para wargames) con precios asequibles que para este tipo de escenas, sin muchas pretensiones, son perfectamente utilizables, si no nos importa que las reproducciones de los uniformes no sean en muchos casos todo lo fidedignas que pudieran ser. Asimismo aprovechamos algunas piezas de kits de la marca Historex para la figura del Chasseur à cheval de la Guardia a caballo que tuvimos que retocar, ya que las figuras de Historex son un poco más grandes que las de Italeri.

La figura del Chasseur a caballo (en realidad un artillero de la Guardia sentado) transformada para adaptarla a la montura del caballo. El penacho del colback, manto y silla del caballo son de la marca Historex, que hubo que recortar para poder adaptarlos en lo posible a la escala del caballo, otro kit de Italeri. El Emperador esperando su puesta en escena.

Normalmente hago escenas y pinto figuras a escalas más grandes (120 mm), aunque supongo que poco a poco me voy a decantar más por las figuras de 54 mm sobre todo para las escenas o dioramas, por una simple cuestión de espacio. El hecho de poder pintar figuras a escalas más pequeñas tiene su aliciente en el hecho de poder completar varias figuras en un espacio de tiempo más reducido (obviamente dependiendo de la finura del acabado deseado), gastando menos pintura y obviando muchos detalles que son más evidentes a una escala mayor. Un ejemplo de ello es la casi total ausencia de luces o sombras en las figuras, salvo en el mameluco o el caballo de Napoleón. Los colores son básicamente acrílicos de Vallejo y Americana y algunos tintados con la serie de Vallejo Game Color.

Apoyamos la estructura del muro en una pieza de DM de 3 mm cortada con la silueta del muro. El pegamento puede ser cola blanca sin más. Una vez completado el muro lo repasamos todo con masilla Das Pronto aguada y añadimos la estructura del cobertizo.

El muro está hecho a partir de algunos trozos del muro octogonal original, que se han prolongado hasta la extensión deseada, con una base de DM. Son todas las piezas que pertenecían a uno de esos kits de montaje que se comercializan desde hace años, en concreto de una iglesia románica que desmonté hace tiempo. El proceso es laborioso, ya que las piezas no son regulares, por lo que hay que ir recortando cada una para poder hacer las hiladas lo más regulares posibles. Como el color de la piedra quedaba muy desigual, repasamos con pasta Das Pronto muy diluido toda la parte visible del conjunto, al tiempo que rellenamos los huecos. Posteriormente le aplicamos lavados de pintura negra más o menos diluida, para darle una apariencia más antigua por el paso del tiempo. La parte del horno donde se cocían los ladrillos la oscurecimos más por el efecto del humo, aunque probablemente no fuera tan pronunciado el efecto. 

El terreno, elaborado con papel maché. Una solución rápida aunque tiene el inconveniente que hay que dejar secar el conjunto como mínimo 2-3 días, dependiendo del grosor. El muro se aclaró posteriormente con un algodon húmedo para poder rebajarle quitarle el aspecto final, demasiado blanquecino.

El terreno está elaborado a partir de una capa de papel maché a la que le terminamos con una capa de Earth Texture, de Vallejo y con algunas áreas con pincel seco para aclarar la superficie. La vegetación está aprovechada a partir de varias bolsitas para belenes y hierba artificial, por lo que, si uno no es muy fetichista con el tema de la vegetación, es una solución factible a la que uno se puede acoger.  

Finalmente el problema que comentábamos con el escaso grosor de la base es que se ha ido levantando por sus extremos debido a la humedad acumulada, a pesar de que la barnizamos previamente pero no en los laterales, por lo que es un aspecto a tener en cuenta en estas escenas.  

La escena finalizada, con algunas figuras ya colocadas.

Hemos tenido una experiencia agradable, montando y pintando la escena, y que nos encaminará, esperamos, a un futuro proyecto de escena mucho más grande que queremos dedicar a la campaña de Francia de 1814, que tenemos en la recámara para un año de estos, esperemos no tan convulsos como los actuales.

LA ESCENA

Miniaturas del Museo del Ejército (Toledo)

Tiempo de lectura: 5 minutos

Visitamos esta semana la exposición dedicada al mundo de la miniatura militar que se encuentra en el Museo del Ejército en el famoso Alcázar de Toledo, y que alberga en sus vitrinas una gran representación de figuritas militares de varias épocas. en varias escalas y formatos, y cuyos soldados y escenas dedicadas mayormente a la Guerra de Independencia os pasamos a detallar a continuación en una breve muestra de dicha exposición.

OBRA ESCOGIDA EXPOSICIÓN

Matrices para la elaboración de diferentes figuras
Ambulancia de campaña y cuerpo médico. Francia, 1804-1812.
Berlina de Napoleón con su Guardia Imperial. Historex. Plástico y pigmentos.
Detalles del diorama superior.
Oficiales y soldados españoles y franceses de la Guerra de Independencia, 1808-1814.
Ramón Labayen, c. 1970. Plomo y pigmentos.

A comienzos de los años 60, el artesano valenciano Ángel Comes, fundó la casa Alymer, a quien se debe la fabricación de los célebres soldados «miniploms». Sus figuras, a escala de 20 mm, se hicieron muy populares a nivel internacional, destacando las series históricas que representaban soldados de los Tercios de Flandes, tropas napoleónicas, o una extensa gama de guerreros de la Antigüedad provistos de carros de guerra, elefantes y demás armamento.

2. Regimiento de Toledo de Infantería de Línea, 1808; 3 – Regimiento de Borbón de Infantería de Línea, 1808; Abajo. Regimiento de la Reina / Pérez Arias, c. 1970. Plomo y pigmentos.
4. Batallón de Infantería de Voluntarios de Barcelona, 1808; 5. Voluntarios de Barbastro, 1808;
Abajo. Regimiento de Suizos de Reding / Pérez Arias, c. 1970. Plomo y pigmentos.
6. Regimiento «Ultonia» de Infantería de Línea, 1808: 7. Regimiento «Zaragoza» de Infantería de Línea, 1808; Abajo. Regimiento de Dragones de Numancia / Pérez Arias, c. 1970. Plomo y pigmentos.
Superior. Carro «Wurst» de la Artillería de Línea. Francia, 1804-1812. Historex. Plástico y pigmentos;
Inferior. Fragua de campaña de la Artillería de Línea. Francia, 1804-1812. Historex. Plástico y pigmentos.
Diorama de las tropas del Marqués de la Romana en Dinamarca, 1807. José Almirall y Ramón Labayen.
c. 1970. Plomo, escayola y pigmentos.

El coleccionista Eduardo Bartrina realizó este colorido diorama que representa la expedición que las tropas españolas, capitaneadas por el marqués de la Romana, realizaron a la península de Jutlandia (Diamarca) con motivo de las guerras napoleónicas.

Las figuras de a pie ideadas por Bartrina fueron fundidas en el taller barcelonés de José Almirall, mientras que los caballos en parada fueron fabricados por el miniaturista Ramón Labayen en San Sebastián.


Fuentes:

1 – Paneles exposición Museo del Ejército (Toledo)

Imágenes:

a . Fotografías del autor.

Miniatura. Garde d’Honneur, 1813, por Serge Morisse

Tiempo de lectura: 10 minutos

Los que nos seguís habitualmente en El Rincón de Byron sabéis que tenemos afición por el mundo de las miniaturas y de las figuras napoleónicas, sean trabajos propios o de terceros. Ya hacía unos meses que no publicamos nada relacionado con este querido apartado de nuestro blog, por lo que hoy nos desquitamos y nada menos que con una figura creada por Serge Morisse, de «Les Chevaliers du Centaure«, un grupo de miniaturistas franceses con varias creaciones de gran calidad del Primer Imperio, por lo que esperamos que esto también sea un acicate para acabar algunos proyectos que tenemos entre manos y que esperamos publicar próximamente, con permiso de esta pandemia que nos azota todos.

Serge Morisse nos ha cedido amablemente un reportaje completo del proceso de creación de una de sus figuras, un sargento del 2º regimiento de Guardias de Honor, en el año 1813, una unidad francesa de tardía creación durante el Imperio napoleónico, después de la funesta campaña de Rusia, y que participó puntualmente y con suerte desigual en las últimas campañas del Emperador.

Os recomiendo su visionado a todos los que sois aficionados a las figuritas militares en general y a las del periodo napoleónico en particular, ya que no es muy habitual poder ver una creación completa desde su inicio. Normalmente en las revistas especializadas vemos la figura terminada, pintada con mayor o menor acierto por parte del artista, pero quedan en el olvido todas las horas empleadas la investigación de la indumentaria de dichas figuras, muchas veces con tintes detectivescos, y ya en la práctica las incontables horas empleadas en modificar piezas, enmasillar, lijar, cortar, volver a enmasillar, lijar, etc. Y por último el pintado de la pieza que como se dice, es la que nos hace cobrar vida a la figura, pasando y repasando con paciencia franciscana hasta el rincón más escondido de la misma. Sin más dilación, os dejamos para que podáis disfrutar esta figura de sargento de Gardes d’Honneur, en 1813, realizado por Serge Morisse.

La figura ya terminada, con su caballo abrevando en una pequeña charca.

UN POCO DE HISTORIA

Garde d’Honneur (a)

Estamos en el año 1813… Habiendo regresado de Rusia, a Napoleón solo le quedan los restos de su Grande Armée. Todos los países, coaligados de nuevo, se volverán a alzar contra él. Es necesario rehacer urgentemente un ejército y el Emperador va a ponerse rápidamente a la tarea. Son necesarios 180.000 hombres. Hacen falta jinetes, caballos, equipaciones y, se sobreentiende, dinero.

Napoleón, rescatando un antiguo proyecto con los gendarmes de ordenanza, apelará a las familias nobles y a la rica burguesía para formar un cuerpo de élite de caballería ligera: los Guardias de Honor (Gardes d’Honneur).

Las familias ricas que no tenían candidato pagaban una tasa que permitía proveer un fondo para equipar a los voluntarios de familias más pobres. En años precedentes, los jóvenes ricos evitaban la conscripción pagando para que alguien los reemplazara. Pero para esta nueva leva de un cuerpo de élite ya no hay sustitutos posibles, por lo que las protestas serán numerosas.

Sin embargo, logran formarse cuatro regimientos, cuyos coroneles serán generales bregados en las Guerras Napoleónicas, nombres de la talla de Saint-Sulpice o el conde Lepic. Pero a medida que se bajaba en el escalafón, los cuadros de subalternos resultaron ser muy defectuosos, las tropas recibieron poca formación y la motivación de estas últimas, muy heterogénea y con escaso esprit de corps: en este teórico cuerpo de élite, confluirán orgullosos reclutas franceses, soldados holandeses inclinados a la deserción, italianos con grandes dosis de rencor y gran parte de nobles despectivos y abiertamente hostiles hacia el Emperador. Se considerarán Guardia por el sueldo que recibirán, porque estarán encuadrados de hecho en la Guardia, pero no serán nada bien aceptados por esa Guardia Imperial que por historia y trayectoria de sus soldados ya había constituido su propia y exclusiva nobleza.

En 1813 combatirían poco, aunque los primeros escuadrones estuvieron presentes y vieron acción en Leipzig y Hanau. En 1814 ocuparán algunas plazas fronterizas con Alemania que habrán de ceder ante la invasión aliada. No obstante, su hecho más brillante se producirá en la batalla de Reims, el 12 y 13 de marzo de 1814. En la abdicación de Napoleón, un gran número de Guardias serían incorporados en el cuerpo de la Maison du Roi. En los 100 días de la última aventura de Napoleón, solo se encontraron 87 antiguos Guardias entre todos aquellos que siguieron postreramente al Emperador. [1] 

 

LA FIGURA

Os mostramos algunas imágenes del proceso de creación, cuyo desarrollo en su totalidad os adjuntamos al final de este capítulo en formato PDF y una nota breve de la trayectoria del autor que ha tenido la deferencia de cumplimentarnos, junto con alguna fotografía propia. 

Todo el proceso en YouTube, en la página de Cavaliers PREMIER EMPIRE:

Y en versión escrita:

  PDF Garde d’Honneur, 1813, por Serge Morisse

 

 


 «Mi descubrimiento del mundo de la figurita fue juntamente con mi hijo, usando los moldes de la marca PRINCE-AUGUST, del Primer Imperio. Luego, me incorporé a la asociación «Les Chevaliers du Centaure» en Couëron (Francia) en 1997. Formé parte de su Consejo de su Administración de 1998 a 2013 y regresé en 2016.

Fui uno de los organizadores de las siete ediciones del «Open de Bretagne de la Figurine» en Couëron que tuvo lugar entre los años 2001 a 2013. Luego del «Open de l’Ouest»  en 2018.

Los primeros proyectos de estos jinetes en escala 1/10 se llevaron a cabo con la ayuda de Jacky Bonneau y Gilles Paternostre. Habiendo logrado encontrar algunos jinetes y figuras de la marca CIMIER antes de que esta cerrara su almacén, los estoy aprovechando como base para mi trabajo. Los uso, los corto, los modifico o completo con repuestos de otras marcas como ANDREA, PEGASO, VERLINDEN, ALEXENDROS MODELS, Atelier MARKET, AIGLES IMPERIALES, MITCHES MILITARY MODELS, CGS MILITARY FIGURES… Y lo que no existe, es simple, ¡solo tienes que crearlo!

Gracias a los consejos de gente como Jacky, Gilles, Jean-Claude Colrat e Yves Martin, pude realizar varias figuras como un zapador de húsares, un dragón de élite herrero, un oficial de ingenieros, un húsar con un infante en la espalda durante la Acción de Texel el 21 de enero de 1795 y un sargento de Guardias de Honor en 1813. Otra fuente de encuentro y discusión es el “Forum des Figurinistes”. Trabajo en dos proyectos al mismo tiempo, ya que puedo cambiar entre ellos cuando me tropiezo con un problema técnico o de uniformología. Actualmente necesito aproximadamente unos 18 meses para completar dos proyectos. Dedico un tercio de este tiempo a la investigación, el segundo tercio a la escultura y el resto a la pintura.

Desde entonces, Louis-Michel Martinez (INKERMANN) se ha unido a nosotros en «Les Chevaliers du Centaure». Y ya está, levantamos el vuelo: Siete músicos a caballo en Dresde en 1813, un húsar admirando su belleza frente a un espejo, Bonaparte con tres jinetes en Egipto, el cuadro de Gericault, un trompeta de artillería de la Guardia en bronce, figuras de Napoleón, Murat, un avantrén de artillería y otros proyectos. También tengo fuentes complementarias de información con Jean-Yves Forthoffer y Guillaume Bretegnier.» 

Serge Morisse (a la izquierda), con sus compañeros y algunas creaciones en curso.

Fuentes:

(1) – «Soldats et Uniformes du Premier Empire», François Guy Hourtoulle, Jack Girbal y Patrice Courcelle, Histoire&Collections, París, 2004

Imágenes:

a) – By Scan by NYPL – https://digitalcollections.nypl.org/items/510d47d9-99ce-a3d9-e040-e00a18064a99, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=46768847

b) – Fotos propiedad de Serge Morisse

Miniatura. Capitán 4º húsares 120 mm

\»For the hussars \»The world was divided by them into two parts, the happy zone, in which the vine grows, and the detestable zone, which is without it.\»

Albert-Jean-Michel de Rocca, 2e Hussars

UN POCO DE HISTORIA

El Regimiento fué creado en 1776 con el nombre de Húsares Sajones, y posteriormente fué nombrado como 4º Regimiento de Húsares en el año 1791. En 1792, tras la Revolución y la posterior emigración, otra unidad, el 5º de Húsares (que había sido creado en 1793 por el Duque de Chartres como Regimiento Coronel-General de Húsares debido al rango que tenía el primero) se convirtió asimismo en el 4º Regimiento de Húsares por Decreto de 4 de junio de 1793.
La unidad combatió ininterrumpidamente en la Península a lo largo de toda la guerra (1808-14) encuadrada en el 3er cuerpo de ejército – después llamado Armée d’Aragon- mandado por Suchet. Cubrió las operaciones externas de los sitios de Zaragoza, Lérida, Tortosa, Tarragona, Sagunto y Valencia, y combatió en Margalef, Sagunto, Castalla y otras acciones menores, siempre en tierras de Aragón, Valencia y Cataluña.

Batallas y combates del Regimiento (1792-1815)

1792: Valmy y La Croix-aux-Bois
1793: Maastricht, Aldenhoven, Tirlemont, Hondschoote, Wattingnies
1794: Fleurus
1795: Langenheim
1796: Bloqueo de Maguncia
1797: Paso del Rín Neuwied
1799: Altiken, Winterthur y Zurich
1800: Neubourg, Ampfingen y Hohenlinden
1805: Austerlitz
1806: Jena y Lubeck
1807: Liebstadt y Mohrungen
1809: Alcañiz y Belchite
1811: Estella, Chiclana y Sagunto
1813: Yecla y Coll d\’Ordal
1813: Gross Beeren y Leipzig
1814: Lons-le-Saulnier, Saint Georges y Lyon
1815: Ligny and Waterlo

LA FIGURA

Representa un capitán del 4º de Húsares en traje de gala, de la marca Verlinden. El primer problema que se planteó fué el de la uniformidad, ya que la figura sólo viene con una foto de un modelo pintado sin ninguna guía de colores ni referencia alguna. Tras consultar alguna bibliografía sobre el tema se llega una pseudo-interpretación de cómo debía ser, ya que hay múltiples variantes en el transcurso de los años según las fuentes consultadas, y este uniforme en concreto debió ser de una versión del año 1810 (more or less). Está pintado con acrílicos, y no hay mucho más que explicar, a excepción del calvario para encontrar un color amarillo dorado que tuviera una mínima consistencia, ya que es uno de los colores básicos en el uniforme. El que se dedique al mundo del warhammer o a pintar figuritas ya me entenderá probablemente. No hubo manera de encontrar uno en condiciones 😕, así que tiré por un amarillo limón que no era ni mucho menos el requerido, pero fué el único que a la postre agarraba en la figura. Os dejo con la figura.
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Fuentes:

1) – www.napoleon-series.org/military/organiz…n/c_hussars.html#4th
2) – “French Hussars – 2. From the 1st to the 8th Regiment 1804-1812 -Serie Officers and Soldiers of” – André Jouineau – Histoire&Collections, 2006
3) – Revista Desperta Ferro, número especial 2, sobre la Guerra de la Independencia, 2012