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Dominique-Jean Larrey (a) |
Nos referimos a Dominique-Jean Larrey, que es hablar de uno de los máximos exponentes de la medicina y cirugía francesas del siglo XIX. Su dilatada trayectoria como médico y cirujano militar desde las guerras de la Revolución hasta las guerras del Consulado e Imperio (participó en 60 batallas y en 400 enfrentamientos), le convirtieron en uno de las máximas autoridades en la materia en el ejército de Napoleón(I). Respetado y apreciado por sus coetáneos, fueran compatriotas o enemigos, Larrey representa el militar cuya ética y humanismo rebasa los tópicos de la época, tanto en su conducta personal como profesional: no pierde la ocasión de visitar las facultades de medicina y las universidades que visita entre conflictos, en cualquier rincón de Europa, se entrevista con sus profesores y catedráticos, mejora las técnicas e instrumental(II) de cirugía, imparte cursos de medicina y cirugía en diversos lugares, publica múltiples trabajos sobre el tratamiento de las amputaciones o diversas dolencias y lesiones, en periodos de tregua visita los campamentos y a los médicos de los ejércitos enemigos, se preocupa de formar a sus subordinados y perfeccionar a sus colaboradores, y más importante, atiende a sus pacientes no en función de su rango o procedencia, sino de la gravedad de sus heridas, \»socializando\» de hecho la sanidad militar en la Grande Armée.
Una de las aportaciones más conocidas de Dominique Larrey es la ambulancia volante, no porque se le deba su invención(III), sino porque la adaptó y utilizó sus carruajes en consonancia con los conflictos de la época moderna. Su idea era la de transportar rápidamente a los heridos desde el campo de batalla a los hospitales de campaña situados a unos tres kilómetros de la parte posterior de las líneas de batalla principales, a la manera de la artillería a caballo.
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Ambulancia volante de Larrey (b) |
Antes de las Guerras Napoleónicas, la situación de los heridos en la batalla era terrible. Dejados en el campo de batalla, tenían que regresar cojeando al campamento base, o los más afortunados ser retirados a la parte posterior de la acción por sus camaradas al final de la lucha, usando carros de granja requisados o cualquier otro medio disponible, a menudo esperaban varios días (los oficiales aristocráticos eran tratados primero con los soldados comunes atendidos en último lugar) para un tratamiento quirúrgico rudimentario que consistía en la amputación o el sondaje de las heridas para tratar de localizar una bala de mosquete o un trozo de metralla. Las heridas penetrantes de la cabeza, el abdomen y el tórax generalmente eran fatales y la muerte era la única perspectiva para los más gravemente heridos en el campo de batalla que no eran retirados.
La figura de Larrey, su compromiso y desinteresada entrega, más allá de los fronteras, le granjea la sincera admiración de sus enemigos, incluso en los momentos más delicados: en la batalla de Waterloo en 1815, Wellington ordena a sus artilleros cambiar la dirección del tiro de sus cañones para no bombardear el área donde Larrey se encontraba atendiendo a los heridos; el mariscal Blücher le salva en última instancia del pelotón de ejecución, cuando lo reconoce entre los prisioneros y lo sienta en su coche personal, y el mismo Napoleón, complacido con los múltiples servicios de Larrey al que elevó a la dignidad de barón, dijo una vez de él: \»Larrey, l\’homme le plus vertueux que j\’ai connu\».
CRONOLOGIA
1766 – Nace el 8 de julio en Baudéan, cerca de Bagnères-de-Bigorre, en una villa situada en los bordes en los límites del Adour, a los pies de los Hautes-Pyrinées.
\»comme chirurgien major, je fus chargé de l\’approvisionnement des médicaments, des appareils à pansement et des instruments de chirurgie. Je fus également chargé d\’examiner les aliments légers destinés, aux malades pendant la traversée, de les faire placer et arrimer convenablement.. Je m\’occupai de tous ces objets avec un soin particulier, persuadé que le chirurgien-major d\’un vaisseau doit y attacher la plus grande importance.\»
Tras una azarosa travesía llegan a la isla el 26 de junio. El 23 de septiembre llegan a Saint Pierre de Miquelon. El 31 de octubre llegan de vuelta a Brest, habiendo navegado unos 6 meses.
\»J\’avais d\’abord imaginé de faire porter lés blesses sur des chevaux garnis de bâts, et de paniers convenables, mais l\’expérience me fit bientôt connaître l\’insuffisance et l\’inutilité de ce moyen. Je conçus alors un système de voiture suspendue, qui pût réunir à la solidité, la célérité et la légèreté.\»
Fue el principio de la ambulancia volante. Debido a la presión enemiga, el ejército vuelve a Maguncia.
\»Il n\’existait, déjà plus lorsque j\’arrivai sur le champ de bataille pour lui donner mes secours; l\’obus avait traversé une partie de la poitrine, et dilacéré les principaux organes de cette cavité.\»
Después de un alto el fuego de 24 horas su cuerpo fue trasladado a la fortaleza de Bellegarde. Los franceses renuevan la ofensiva y toman la fortaleza de Figueras. El 28 de noviembre comienza el asedio de la cercana fortaleza de Rosas.
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Ambulancia volante pesada de Larrey, por D. Zgonnic (c) |
1797 – Recibe la orden de incorporarse al ejército de Italia para organizar y dirigir las ambulancias volantes y parte el 1 de mayo. Cuando llega a Milán, los preliminares de paz ya se han firmado, pero recibe igualmente el encargo de organizar una ambulancia volante. Es encargado igualmente de organizar los hospitales, examinar a los oficiales sanitarios y tomar todas las medidas necesarias para la mejora del servicio. Empieza su inspección en Lodi, siguiendo por Cremona, Pizzigitone, Mantua, San Benedetto, Mantua otra vez, Verona, Vicenza, Padua, Mestre y Venecia por mar. Revisan los barcos y tripulaciones para una expedición a Corfú y regresan por la ruta de Treviso, pasando por Conegliano, Udine y Campo-Formio. Enviado a Gemmona y Osopo por el brote de una epidemia de fiebre nerviosa. Vuelto a Milán, se reúne un consejo de sanidad que acuerda la formación de ambulancias volantes, el establecimiento de una escuela de anatomía y cirugía militares en las principales villas de Italia donde hubiera tropas francesas. Antes de dejar Milán organiza el servicio de ambulancias volantes, que consiste en una legión de unos 340 individuos, entre oficiales y soldados. La legión se divide en tres divisiones distinguidas numéricamente, al mando de cirujanos mayores de 1ª clase. La legión está bajo las órdenes del cirujano en jefe del Ejército:
\»Chaque division d\’ambulance avait douze voitures légères suspendues, pour le transport des blessés : elles étaient dé deux sortes, à deux et à quatre roues. Les premières, au nombre de huit, convenaient pour les pays plats; les autres, à quatre roues, étaient destinées pour porter les blessés dans les montagnes. La caisse des premières présentait la forme d\’un cube allongé, bombé à sa partie supérieure ; elle était percée sur les côtés par deux petites fenêtres; deux portes battantes s\’ouvraient en avant et en arrière; le plancher de la caisse était formé d\’un cadre mobile, garni d\’un matelas de crin, avec son traversin, et recouvert en cuir. Ce cadre glissait facilement sur les deux supports ou jumelles de la caisse; au moyen de quatre petites roulettes, et il était armé de quatre poignées en fer enchâssées dans le bois; ces poignées étaient destinées à recevoir les courroies ou les ceintures des soldats pour porter les blessés sur le cadre, comme sur Un brancard: on pouvait panser les blessés sur ces cadres, quand la saison ne permettait pas de les panser sur le terrain.\»
Recibe órdenes de presentarse en el cuartel general de la vanguardia (mandada por Bernadotte) para inspeccionar los hospitales de primera y segunda línea y pone remedio a una epidemia de ganado (epizootia) en la región del Friuli. Acompaña al general Desaix, conocido suyo de las campañas del Rin, en un viaje a Trieste, de incógnito. Al llegar a la ciudad, visitan con gran atención los almacenes y los arsenales, y Desaix, que no había estado nunca en una ciudad portuaria examinó con interés y curiosidad las fragatas españolas que estaban ancladas en el puerto. Al término del viaje, Desaix regresó a Francia y Larrey a Udine. Bonaparte realizó una inspección general de las tropas y de las divisiones de ambulancias volantes. Habiéndose establecido la paz, Larrey vuelve a Paris, para retomar su plaza en el hospital militar de Val-de-Grâce. A las pocas clases, recibe el encargo de incorporarse al Ejército de Inglaterra, en la columna de la derecha comandada por Desaix, en Lille. Poco después recibe otra orden para regresar a Toulon. Napoleón y el gobierno francés preparan la expedición a Egipto.
\»Ce vaisseau fut pris par les Anglais dans sa route; événement qui nous mit d\’abord en Egypte dans la plus grande pénurie de toute espèce de secours pour les hôpitaux.\»
El 10 de junio se produce un desembarco en Malta, y Larrey establece el cuartel general de las ambulancias en Berkarkara, en la ciudad vieja de los antiguos caballeros. Antes de zarpar de nuevo el 18 de junio, se encarga de organizar el servicio de sanidad de los hospitales destinados a las tropas encargadas de defender la ciudad. En 12 días la expedición llega a Alejandría, y durante la travesía Larrey estudia las obras de los viajeros y médicos respecto al sistema médico de Egipto, y redacta una circular a los cirujanos de 1ª clase sobre las influencias del clima tener en cuenta para la salud de los europeos desembarcados y sobre el carbón pestilente, uno de los síntomas de las enfermedades más graves.
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Ambulancia en Egipto (d) |
Diez mil soldados asaltan Alejandría y dos divisiones de ambulancias siguen a los dos flancos del ejército y una tercera cerca del general en jefe. Después de la batalla, gran número de soldados acampados bajo las ruinas son picados por escorpiones, mucho más grandes que los de Europa. Organiza junto con Desgenettes el servicio de sanidad de los hospitales sedentarios de Alejandría. El 6 de julio Napoleón marcha hacia El Cairo y Kleber queda como comandante de la plaza. Las divisiones de Desaix (vanguardia) y Dugua alcanzan Rosetta y el cuerpo de ejército, sin provisiones ni agua, entra en los desiertos que bordean Libia, una travesía penosa, falta de agua y con los efectos de los espejismos. Tropas árabes siguen la columna y matan a los rezagados. La travesía sigue por Damanhour y Chébreisse. La batalla de las Pirámides, produce 260 heridos graves que son tratados en el castillo de Gizéh, donde Larrey había establecido un hospital. El 25 de julio se entra en la ciudad de El Cairo.
La derrota naval de Aboukir hace caer una gran cantidad de transportes en poder de los ingleses. En El Cairo, organiza el servicio de salud quirúrgica y forma el hospital principal, una escuela de práctica para jóvenes cirujanos del ejército, se mira de tratar cuidadosamente a los heridos y a las personas afectadas por enfermedades oculares, como la oftalmia que se había declarado, y estaba comenzando a progresar. El 22 de diciembre recibe la orden de seguir a Napoleón y su Estado mayor a Suez. A la vuelta redacta una instrucción preliminar a los cirujanos de los cuerpos armados, se basó en lo esencial, que la supervisión del servicio de los regimientos y las medias brigadas se asignarían provisionalmente a los más antiguas en rango y servicio, para aclarar las operaciones y para facilitar la correspondencia con el cirujano-jefe.
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Larrey con los apestados de Jaffa (e) |
1799 – En febrero las tropas marchan hacia Siria, con la vanguardia mandada por el general Reynier. Se produce el primer combate en El-Arich, con 300 bajas francesas. El 28 de febrero Napoleón llega y se asedia el fuerte de la ciudad. A la rendición, Napoleón ordena a Larrey acondicionar el interior y desinfectar las salas y descubren un grupo de prisioneros heridos afectados por la peste, lo que confirmaba también su existencia entre la guarnición. Por la falta de provisiones encontradas sigue la travesía por los desiertos. El ejército, tras un breve combate de caballería, llega a Gaza.
El 5 de marzo se llega a Jaffa y comienza el asedio de la villa que provoca 242 heridos. Durante los pocos días que el ejército se quedó en esta ciudad, se declararon varios casos de peste en el hospital de los heridos, y ya buena parte de los febriles se vieron afectados. Se tomaron todas las precauciones para evitar el contagio y estar protegidos de esta enfermedad: toda la tropa estaba vivaqueando bajo la ciudad y fue recomendado no vestir vestidos turcos. El día 15 se marcha hacia San Juan de Acre. Las tropas estaban fatigadas en extremo, privadas de suministros de todas clases. El 20 de marzo comienza el asedio y se abre la primera paralela. Se establecen tres hospitales: el castillo de Chefamer, otro en la ermita del Monte Carmelo y un tercero, de evacuación, se colocó en Caïffa.
Los heridos eran solo incomodados por los gusanos o larvas de la mosca azul, muy común en Siria. La absoluta falta de medios de transporte redujo a todos los heridos a la alternativa cruel, o ser abandonados en las ambulancias, e incluso en los desiertos, expuestos a perecer de sed o hambre o ser asesinados por los árabes. El general Bonaparte ordenó que todos los caballos que estaban en el Estado mayor, sin excluir los suyos; fueran empleados en el transporte de los heridos. Los estragos de la peste fueron cuantiosos: a pesar de todos los remedios prescritos, un paciente infectado moría en 24 horas o a lo sumo al tercer día.
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\»Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa\», por Antoine-Jean Gros.(f) |
El ejército levantó el campo el 21 y 22 de mayo y tomó el camino de Egipto, llegando a El Cairo. El 25 de julio se disputó la batalla de Aboukir. Los franceses tienen 800 heridos, sin contar a los generales Lannes, Murat, Fugières y varios jefes de brigada y batallón. Durante la batalla, las ambulancias, distribuidas en los tres puntos principales de la línea, dieron los primeros auxilios a los heridos; Larrey luego las reunió en la del centro, colocada lo más cerca posible del fuerte. Todas las heridas graves pasaron por esa ambulancia; Larrey mismo las equipó e hizo las operaciones necesarias.
\»Le brave compagnon de Kléber, le général Desaix, qui était repassé en France, fût tué le même jour et à la même heure (c\’était le 25 prairial an IX (14 juin 1801) dans la bataille mémorable de Marengo. Toute l\’armée donna de vifs regrets au général Kléber, et versa des larmes sur le sort du général Desaix: l\’estime particulière et l\’amitié: dont-Desaix m\’honora à l\’armée du Rhin, dans les courses que nous fîmes ensemble en Italie, lorsqu\’il visita les champs dé bataille où Bonaparte avait remporté ses victoires, et dans les campagnes d\’Egypte; m\’ont rendu plus sensible la perte de ce grand homme.\»
El general Menou toma el mando del ejército. La propagación de la sífilis entre los soldados lleva a Larrey a proponer, para controlar la enfermedad, el establecimiento de un hospital civil para tratar a las prostitutas afectadas por enfermedades venéreas y las mujeres embarazadas con la misma enfermedad.
\»Je profitai de la faveur que nous donnait la capitulation pour visiter les camps anglais et leurs hôpitaux. Je fus accompagné, dans cette visite, par l\’inspecteur général de santé de l\’armée anglaise, M.Yonck, qui avait la direction médicale et administrative de tout le service de santé, sans nul intermédiaire entre lui et le général en chef.\»
El pequeño ejército inglés estaba compuesto de 8.000 hombres, proveniente de Ceylán y del golfo de Bengala, viajando 3.000 leguas por el mar rojo hasta Egipto. Se estableció una comisión con el inspector de hospitales inglés para cuantificar el número de heridos y sus características para ser distribuidos entre los barcos hospitales ingleses. Se dejaron 130 heridos graves en Alejandría al cuidado de los ingleses, que fueron repatriados dos meses después. Larrey embarcó el 17 de octubre y llegó a la rada de Toulon unos 30 días después, donde pasaron la cuarentena. Después de la cuarentena pasa a Marsella, donde aún se encontraba reunido el ejército. Cesa en sus funciones de cirujano en jefe del ejército de Oriente y parte hacia Paris para tomar la plaza de cirujano jefe de la guardia consular.
\»Après avoir parcouru tous les postes des ambulances, je m\’empressai de donner mes instructions à MM. les chirurgiens principaux des corps d\’armée et à MM. les chirurgiens-majors des ambulances et des régiments, afin qu\’ils eussent à se préparer pour le lendemain, et à se réunir par divisions aux principaux postes que j\’avais indiqués. J\’eus l\’honneur d\’écrire aussi, conformément aux ordres, de Sa Majesté, à M. l\’ordonnateur des hôpitaux à Brun, pour le prier dé fournir, à l\’ambulance centrale que j\’avais établie au moulin de.***, des moyens de transport, des brancards, etc. Je fus parfaitement secondé dans toutes mes opérations par M. le commissaire des guerres, Dagiaut, chargé par M. l\’ordonnateur de l\’exécution de ces mesures.\»
Todos los heridos franceses de Austerlitz fueron atendidos sobre el terreno, o fueron trasladados a Brünn. Recibe la orden de embalsamar el cuerpo del coronel de cazadores a caballo, François de Morland, muerto en la primera carga (ya tratado en nuestra entrada Versalles. Sala de bustos). Debido al gran número de heridos rusos y franceses en Brünn, se declara una epidemia de fiebre nerviosa, o tifus. El transporte de los enfermos favorecía el progreso de la enfermedad, que en menos de un mes acaba con el 25% de los heridos. Se firma la paz en Presburgo. De nuevo en París, retoma su puesto en la Guardia y sus estudios habituales.
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Modelo de ambulancia de Percy (h) |
El carruaje-salchicha.
Desde el comienzo de su carrera Percy intentó organizar un medio para llevar a los cirujanos más cerca del campo de batalla y poder evacuar a los heridos. Su primera idea fue transformar los vagones de la artillería bávara capturados en una \»ambulancia\», tirada por seis caballos, un vehículo conocido como el \»Wurst\» (salchicha). Esta idea no resultó ser un éxito y los intentos posteriores de proporcionar un transporte rápido a los heridos fueron bloqueados por la administración militar que no consideraba apropiado dar caballos a los médicos (\»que, como resultado, podrían llegar a ser insolentes con la autoridad y, en cualquier caso, deberían ir a pie\»).
Percy finalmente logró crear la primera formación de asistentes médicos (o brancardiers). Esta era la primera vez que el personal se dedicaba exclusivamente al cuidado de los heridos. Estos hombres usaron camillas plegables hechas con dos lanzas Llevaban grandes sombreros tipo shako en los que se almacenaban apósitos básicos que podían transportarse hasta el punto de intervención.
\»pour prévenir l\’inconvénient fâcheux de ne point donner les premiers secours aux militaires les plus grièvement blessés, c\’est d\’établir les ambulances le plus près possible de la ligne de bataille, et de former un quartier général auquel tous les blessés qui exigent des opérations plus ou moins délicates, doivent être réunis pour être opérés\’ par le chirurgien en chef, ou sous ses yeux, par des chirurgiens habiles. Il faut toujours commencer par le plus dangereusement blessé, sans avoir égard au rang et aux distinctions\»
Emprende el camino hacia Naumburg con un grupo de cirujanos, siguen hacia Mersbourg y entran en Halle cuando el enemigo lo evacuaba. Cruza la frontera prusiana y llegan a Postdam, visitando el palacio de Sans-Souci. El 27 de octubre los franceses entran en Berlín. El Cuartel Imperial y la Guardia se establecen en noviembre en Berlín, junto con los heridos de la Guardia. Larrey aprovecha para visitar Berlín y a los académicos más famosos, entre ellos Humboldt y Walther. Se dieron varios casos de asfixia entre la tropa por la bajada de temperatura y la mala ventilación de las habitaciones pero las afecciones más graves se dieron por los recurrentes casos de sífilis.
1807 – Abandona Varsovia a primeros de febrero con el ejército. La Guardia marcha detrás de la vanguardia del Gran Duque de Berg (Murat). Las temperaturas son de 6-7 grados bajo cero. Combate de Hoff, que sólo deja unos pocos heridos franceses. En la víspera de la batalla de Eylau el termómetro baja hasta los 13-14 grados bajo cero:
\»Cette bataille fut la plus terrible qu\’on eût sans doute jamais vue\»…
Larrey había establecido una ambulancia en granjas semiderruidas a la entrada de la villa; opera con muy bajas temperaturas, lo que provoca que los instrumentos se caigan de las manos de los ayudantes, y en un momento se ven en peligro por un ataque de los rusos en su sector que contraataca la caballería de la Guardia. Al día siguiente, la gran cantidad de heridos franceses y rusos lleva a evacuarlos de Eylau a Ynowraklaw, debido a la presencia al mismo tiempo en la villa del Estado mayor del ejército y el de la Guardia Imperial. Una de las dolencias más presentes fue la congelación de las extremidades por el frío, que derivaba en gangrena. Las primeras 24 horas se evacuaron los heridos menos graves de la Guardia. Después de la batalla, Larrey y Percy reciben la Cruz de Comandante de la Legión de Honor.
\»Dominique Larrey haciendo triaje en el campo de batalla de Eylau (1807)\» (i)
\»Après que j\’eus subi les examens usités et soutenu ma thèse, des lettres de docteur me furent délivrées.\»
De Jena pasó a Hanover y entra en Francia por Westphalia, llegando a Paris en octubre y retomó sus funciones en el hospital de la Guardia.
Seguirá en la 2ª parte…
(1) – \»Mémoires de chirurgie militaire\». Tome I – D.J. Larrey, J.H. Stone, Paris, 1812
(7) – \»Larrey and Percy – A tale of two barons\» – Baker, Cazalaà y Carli, Resuscitation 66 (2005) pp. 259-262
(8) – https://fr.wikipedia.org/wiki/Pierre-Fran%C3%A7ois_Percy
(9) – http://www.evolve360.co.uk/lmi/LibraryAndArchives/RecentExhibitions/BattleExhibition/
BattleExhibLarrey.aspx
(a) – By Anne-Louis Girodet de Roussy-Trioson – The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der Malerei (DVD-ROM), distributed by DIRECTMEDIA Publishing GmbH. ISBN: 3936122202., Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=151806
b) – By Edmond Lajoux – Compagnie Francais des Artes Graphiquet, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=54252213
c) – https://www.hobbylinc.com/hat-napoleonic-french-ambulance-plastic-model-military-figure-kit-1:72-scale-8104
d) – https://www.alamy.com/stock-photo-larrey-s-ambulance-egypt-1793-an-ambulances-devised-by-napoleon-bonaparte-83339771.html?p=54604&srch=foo%3dbar%26st%3d0%26pn%3d1%26ps%3d100%26sortby%3d2%26resultview%3dsortbyPopular%26npgs%3d0%26qt%3dearly%2520ambulance%26qt_raw%3dearly%2520ambulance%26lic%3d3%26mr%3d0%26pr%3d0%26ot%3d0%26creative%3d%26ag%3d0%26hc%3d0%26pc%3d%26blackwhite%3d%26cutout%3d%26tbar%3d1%26et%3d0x000000000000000000000%26vp%3d0%26loc%3d0%26imgt%3d0%26dtfr%3d%26dtto%3d%26size%3d0xFF%26archive%3d1%26groupid%3d%26pseudoid%3d%26a%3d%26cdid%3d%26cdsrt%3d%26name%3d%26qn%3d%26apalib%3d%26apalic%3d%26lightbox%3d%26gname%3d%26gtype%3d%26xstx%3d0%26simid%3d%26saveQry%3d%26editorial%3d1%26nu%3d%26t%3d%26edoptin%3d%26customgeoip%3d%26cap%3d1%26cbstore%3d1%26vd%3d0%26lb%3d%26fi%3d2%26edrf%3d0%26ispremium%3d1%26flip%3d0
e) – https://www.ebay.com/itm/Dominique-Jean-Larrey-a-Giaffa-Capo-Chirurgo-Armata-di-Napoleone-Medicina-1880-/151604535645?_ul=BO&nma=true&si=x3Aq%252BNGmkpAehZNi%252FhEyucCLakY%253D&orig_cvip=true&rt=nc&_trksid=p2047675.l2557
f) – https://www.pinterest.co.uk/pin/424886546076057967/
g) – By Jimmy44Image created for the Blazon Project of the French Wikipedia. – Own workiThe source code of this SVG is valid.This vector image was created with Inkscape by Jimmy44., CC BY-SA 3.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=4268530
h) – \»Mémoires de chirurgie militaire\». Tome I – D.J. Larrey, J.H. Stone, Paris, 1812
i) –
No es exagerado el título, se trata de un hombre virtuoso. Con ideas innovadoras que sirvieron a salvar vidas.Muy interesante biografía.Muy bien que se hayan reconocido sus méritos.Leeré la continuación
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Efectivamente, El Demiurgo de Hurlingham, la frase de Napoleón resume a la perfección al personaje, un ejemplo de entrega y abnegación en su vida y profesión.
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Interesantes aportaciones, la tuya Chorch y las de Larrey. Creí que se utilizaban ambulancias volantes y el concepto de triaje desde antes.También leeré la continuación.Saludos!
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El concepto de ambulancia ya era conocido antes de las guerras napoleónicas. Creo que Larrey le dio ese plus de importancia por cómo entendió sus posibilidades y evoluciones en el campo de batalla. Un verdadero hombre del renacimiento en los principios de la época moderna.
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[…] de General Adam-Philippe de Custine. Allí, un joven militar cirujano, Dominique-Jean Larrey (del que repasamos su biografía anteriomente) demostró que una disposición más ventajosa para la extracción de los heridos podría salvar a […]
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